Coming Home (Versión Español)

8. Bangs

Dubái, 2001.

Layla llamó fuertemente a la puerta de madera color crema. Trató de girar la manija pero estaba con seguro.

"¡Hamdan, vamos!" Presionó Layla y volvió a tocar.

"¿Qué?" Dijo Hamdan al abrir.

Layla se metió a la habitación por la fuerza. "¡Cierra la puerta!" Le demandó.

Hamdan siguió las instrucciones con el rostro confundido. "¿Qué haces con un hiyab puesto?"

Layla caminaba en círculos con los ojos llenos de lágrimas. "Ya sé que ayer dije que no iba a volver a hablarte nunca más en la vida pero hice algo realmente estúpido."

Hamdan se acercó, su confusión se estaba tornando en preocupación cuando Layla se detuvo frente a él.

"¿Qué ocurre?" Le preguntó él.

Layla, de catorce años, inhaló profundamente. "Intenté cortarme el fleco yo sola y lo arruiné."

Hamdan se congeló por un momento, después resopló y comenzó a reírse.

"¡No es gracioso, Hamdan!" Lloró Layla.

Él trató de respirar y controlarse. "¡Okay, okay! ¡Déjame ver!"

Layla le dio una palmada en la mano cuando él intentó tocar su hiyab.

"¡No! ¡Espera!" Se secó las mejillas con el dorso de la mano. "Tienes que prometerme que no vas a burlarte de mi."

Hamdan apretó los labios. "No sé si podré hacerlo."

"Está bien. ¡Entonces me voy de aquí!"

Layla dio largos pasos hacia la puerta pero Hamdan la tomó del brazo.

"¡Okay! Prometo que no voy a burlarme de ti."

Ella dio un giro y quedaron frente a frente una vez más. Layla lo miró seriamente antes de que sus dedos temblorosos alcanzaran su cuello para empezar a quitarse el hiyab. Un puñado de cortos mechones de cabello saltaron de la tela y llegaron a la mitad de la frente de Layla.

"¡Soy una tonta! ¡Corté demasiado!" Lloriqueó mientras se cubría el rostro con ambas manos.

Hamdan la envolvió con sus brazos pero Layla sintió como el cuerpo de él temblaba.

"Te estás riendo, ¿cierto?" Asumió ella.

La risotada de Hamdan resonó por la habitación. "¡Lo siento! ¡Lo siento! ¡Pero te ves graciosísima!"

Los sollozos de Layla lentamente se convirtieron en risas también. Pensó que era lo mejor que podría hacer; reírse de sí misma.

"¿Qué voy a hacer?" Se preguntó.

Hamdan empujó su propio cuerpo hacia atrás y la sostuvo de los hombros. "De acuerdo, eh... ¿quizás una gorra?" Le sugirió y corrió hacia el vestidor. "Tengo un montón de esas."

Layla se quedó quieta, haciendo un puchero y Hamdan regresó con una gorra negra. Peinando el cabello de Layla hacia atrás, le puso la gorra y acomodó los mechones sueltos con sus dedos.

Hamdan dio un paso hacia atrás y puso sus manos en las caderas. "No se ve tan mal."

Layla dejó caer sus hombros y arrastró los pies hacia la cama donde se sentó con la espalda encorvada.

"Esto apesta." Se quejó.

Hamdan se sentó junto a ella. "Crecerá de nuevo." La consoló.

Se quedaron sentados en cómodo silencio por un par de minutos, hasta que a Hamdan se le ocurrió que sería buena idea hablar de algo más.