Intenta Olvidarme

CAPITULO 8

NARRA HUGO
Había pasado ya la semana y llegó el finde. Nos íbamos a ir de viernes a lunes de casa rural a Cádiz. Los amigos de Eva y Fla eran 2 de allí y fue mas fácil encontrar un sitio. Íbamos a ir de chicos: Flavio, Jesús, Javy, Gérard, Rafa y yo, y de chicas: Sam, Nía, Anajú, Mai, Anne y Eva. He salido durante esta semana algunos días con ellos a tomar algo y la verdad que me caen muy bien, se ve que hay algún tonteo entre muchos de ellos. Gérard y Anne ya tenían una relación, Sam y Flavio habían formalizado su relación y eran novios, casi todos los días estaba Fla en casa o Sam en la suya, eran muy monos. Los demás estarían al caer. En cuanto a Eva y yo, pues hemos seguido con nuestro juego, seguimos con las tonterías, quedamos, follamos, y a veces incluso parecemos una relación. Se preocupa porque me tome las pastillas y varios días se ha quedado a dormir conmigo por si tengo pesadillas. La verdad es que son menos frecuentes. Tengo cada vez más claro que estoy preparado para contarle todo a Eva, dejar el miedo atrás y decirle mis sentimientos por ella, creo que es hora. Quiero intentar las cosas, cambiar algo e intentar mantener una relación estable con ella, cada día la necesito más.
Era jueves tarde y yo estaba preparando la maleta para estos días, tardaba mas porque con una mano me costaba un poco más. La tenia mejor y tenia mas movilidad, la semana que viene ya me quitarían los puntos. Estaba terminando de meter las ultimas cosas y dejarlo todo mas o menos listo y recibí una llamada, era Sam
LLAMADA
Sam: qué haces Malfoy -así nos llamábamos
Hugo: acabo de dejar mas o menos lista la maleta, por?
Sam: te dije que esperases a que llegara para ayudarte idiota
Hugo: no importa, no estoy invalido tampoco. Bueno que pasa
Sam: nada que acabo de salir del estudio y Fla me ha dicho que le apetece Mc Donals, por si a ti te apetecía y lo llevamos a casa, ah, Eva también quiere
Hugo: si si vale pídeme lo de siempre
Sam: vale voy a recoger a Fla y vamos. Si quieres, puedes ir a por Eva tu, tiene su coche en el taller para que le cambien una cosa
Hugo: venga vale, ahora la llamo y la recojo. Chao -y colgué
Estaba deseando de ver a Eva la verdad, anoche no durmió en casa porque se tuvo que ir a ensayar con Anne cosas de la Universidad. Así que quería pasar un rato con ella, decidí llamarla 
LLAMADA EVA
Eva: que pasa rubio, no puedes vivir sin mi -la verdad que no, si tu supieras
Hugo: nah, era porque me ha dicho mi hermana que te recoja, cenamos en mi casa
Eva: ah si algo me ha dicho, tengo taxista personal o que
Hugo: eso parece, qué mejor que yo morena
Eva: claro claro, pero espera y tu mano
Hugo: Eva mi coche es automático, puedo conducir con una mano, no pasa nada
Eva: vale vale, como quieras. Cuando vienes
Hugo: me pongo una sudadera y voy. Coge tus cosas para mañana, salimos desde mi casa
Eva: vale, pitas y salgo. Chao rubio
Si es que era genial, el buen rollo que teníamos y lo cómodo que me sentía no era ni medio normal. Busqué una sudadera para mi y me la puse, y cogí otra para Eva porque seguro que las había metido todas en la maleta y esta noche hacia bastante frio. Cogí las llaves del coche y fui al garaje, lo saqué y puse rumbo a casa de mi morena. Al cabo de unos minutos llegué a su puerta y pité, salió con un moño despeinado, una maleta y dos mochilas, la vi apurada así que me bajé a ayudarla
Hugo: anda trae la maleta, tu coge las mochilas
Eva: no que te vas a hacer daño Hugo
Hugo: Eva que tengo otra mano, venga vamos -accedió, cogió un par de cosas mas y subimos al coche. Al subir se sentó en la sudadera y no se había dado ni cuenta, que niña.
El camino era tranquilo y cómodo, íbamos cantando y pasándolo bien, pasé a echar gasolina ya que así mañana, como salíamos temprano, no tendría que parar a echar tan pronto. Terminé de echar gasolina y me volví a subir al coche
Eva: como puede hacer tanto frio hoy por dios
Hugo: sino te hubieras sentado encima de la sudadera que te he traído, tendrías menos
Eva: que me la has traído a mi? Y eso?
Hugo: si, porque sabia que las ibas a meter todas en la maleta, entonces te he traído una para que no mueras de hipotermia -reímos
Eva: sorprendente Cobo
Llegamos a casa y Sam me dijo que estaban en la cola que les quedaba menos. Eva bajó una mochila solo, ya que sino mañana no podría vestirse. La subió a mi habitación y se cambió de pantalón, yo estaba en la puerta apoyado, observando con atención sus piernas, y lo bien que le quedaba ese moño y mi sudadera.
Eva: que miras tanto rubio
Hugo: contando que no hay nadie más en la habitación, supongo que a ti
Eva: que idiota eres -sonrió- venga vamos a echarnos un pin pon, puedes jugar con la mano buena
Hugo: venga, pero espera, apostemos algo -me miró levantando la ceja y yo reía
Eva: todo para ti es un mundo lleno de apuestas y juegos?
Hugo: no, todo no creeme
Eva: bueno bueno, que quieres apostar entonces
Hugo: si gano yo, me debes una noche allí en Cádiz, sin preguntas. Y si ganas tu lo que quieras
Eva: si gano yo, me quedo con tu coche
Hugo: tu estas loca? -ella reía a carcajadas
Eva: es broma rubio, si gano yo pues.. me tienes que llevar a donde yo quiera, sin preguntas
Hugo: pero eso cuando?
Eva: cuando yo quiera, sin preguntas he dicho rubio
Hugo: venga vamos a que te gane un ratito morena
NARRA EVA
Estábamos jugando y la verdad que muy igualados. Íbamos por la ultima ronda y quien ganase esta era el ganaba la apuesta. La verdad que me lo pasaba genial, cada día pienso más en poder intentar las cosas, creo que me siento preparada, así que si gano, se lo diré. Sin miedo, tirarme a la piscina sin ningún pudor y solo espero, con ansias, que esté llena.
Hugo: punto decisivo, quien lo meta, gana Evita
Eva: dale rubio, estoy lista -Hugo sacó, la cosa estaba muy reñida, pero de repente de un revés mete el punto ganador y lo celebra
Hugo: SIIUUUU, quien es el mejor, yo. Me debes una noche para mi morena -y se acercó a mi pegándome más a él
Eva: está bien, has ganado rubio. Pero no te vengas arriba, espero que esta noche no tengas ningunas intenciones conmigo, no voy a caer. Tendrás que esperar a tu noche allí en la casa rural -él frunció el ceño
Hugo: pero eso no estaba en el trato
Eva: lo acabo de meter -sonreí victoriosa, era muy picada
Hugo: tienes que aprender a perder, y aceptar que un rubio como yo, tan atractivo, con unos tatuajes que te ponen mucho, una cara que no me la merezco y una sonrisa estupenda, te ha ganado
Eva: uy uy que creído te lo tienes eh -empecé a acariciar su cabeza por detrás, estábamos a escasos centímetros
Hugo: entonces, si ahora te beso, te quitas?
Eva: no lo sé, prueba
Hugo: no me quiero llevar una cobra, no me lo merezco
Eva: el famoso Hugo Cobo tiene miedo a que una chica irresistible para él le haga una cobra -dije y de repente Hugo capturó mis labios sin darme opción a quitarme, la verdad es que estaba ansiosa por volver a probarlo, esos besos me transportaban a otro sitio, y no me cansaba de saborearlos. Iba subiendo de intensidad, y Hugo bajó las manos a mi culo, yo apretaba su cabeza por detrás hacia mi y dejaba varios mordiscos en sus labios. El amiguito de Hugo se estaba levantando y eso era satisfacción para mi. Le quité la camiseta sin pensarlo y el me tumbó en el sofá quitando de un plumazo mi sudadera seguida de mi camiseta. Seguimos la lucha de besos hasta que de un momento a otro estábamos desnudos, rozando nuestras partes y excitándonos cada vez más. Sin pensarlo Hugo se introdujo en mi, gemíamos al unísono y estaba disfrutando de esto mucho. Estábamos en nuestra burbuja de pasión cuando de repente oigo como cierran la puerta de la casa, Hugo estaba tan concentrado en mi que no lo había oído
Eva: Hugo espera -el paró pero siguió dentro de mi- he escuchado un ruido, creo que ya han llegado
Hugo: tranquila, tardarán en encontrarnos, he puesto el pestillo -me estaba dejando besos por mi cuello y boca y yo estaba ahí, desnuda y con él dentro y mi hermano y mi amiga en casa- ahora relájate y gime flojito -volvió a entrar y salir de mi, primero suave haciendo que mi placer aumente, y después intensificó sus embestidas
Eva: Hugo ya llego -susurré en su oído acompañado de un gemido que me provocaba él
Hugo: me voy a correr ya Eva -dijo mirándome a los ojos y en susurro encima de mis labios, dios como me ponía este niño, a mi me quedaba un poco todavía pero él ya llegó y salió de mi, pero sabia perfectamente que yo no había llegado, así que sin más hundió su boca en mi, acompañado de dos dedos, paró un momento y me miró, yo estaba apunto y él solo sacó su cara de ahí, sus dedos seguían dentro- mírame, quiero ver tu cara mientras te corres -me miraba mientras jugueteaba en mi punto de placer, hasta que por fin, me corrí en sus dedos gimiendo su nombre en sus labios
Eva: que bien lo haces todo rubio -dije y él me besó, que bien sabia este niño. Mientras recuperábamos la respiración nos vestíamos y Hugo hizo un ruido de dolor- ey que te pasa -y vi como su mano sangraba
Hugo: nada que al subirme el pantalón me he pillado un poco la mano, no es nada, tranquila -sonrió y salimos de la habitación. Fuimos a la cocina y ahí estaban Sam y Fla disfrutando de sus hamburguesas
Eva: anda anda que nos esperáis
Sam: no iba a esperar a que terminaseis de echar un polvo queridos -reimos todos
Hugo: tu sin filtro -no nos daba ninguna vergüenza, lo estábamos haciendo, y que. Nos sentamos con ellos y comimos nuestras hamburguesas entre risas y charlas.
Terminamos de cenar y Hugo fue a ducharse, salió con una toalla y el pelo mojado, que atractivo me parecía eso. Fue al vestidor y se puso la ropa para dormir. Después salió y vino junto a mi, que estaba en el balcón tapada con la manta y disfrutando del simple sonido de la noche. Llegó y me abrazó por detrás
Hugo: en que piensas bonita -si te dijera que en ti y en que quiero estar contigo te quedas loco
Eva: la verdad que en nada, solo estaba aquí agusto
Hugo: bueno espera, voy a por un cigarro, me lo fumo y dormimos que mañana a las 5:30 tenemos que estar saliendo -asentí y me acurruqué en el sofá que había mientras él fumaba, que bien le quedaba todo
Eva: cuando me vas a tocar alguna canción en primicia
Hugo: pronto, estoy apunto de sacar una, así que serás la primera en escucharla en directo si quieres. -sonreí y él terminó su cigarro- venga vamos adentro -me cogió en brazos y me llevó a la cama, me gustaba cuando hacia eso
Eva: buenas noches rubio
Hugo: buenas noches Evita, no tengas sueños eróticos conmigo -era de lo que no hay
Eva: ajamm, no molestes que con un movimiento te levanto una tienda de campaña en tus pantalones
Hugo: cierto, pero no juegues con fuego morena
Eva: sisi, venga hasta mañana pesado -él se acercó y me dio un beso en los labios. Quería esto siempre
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Ay ay que ya se viene el amor en todo su esplendorrrr, espero que os esté gustando. Si es asi, dejadme comentarios, acepto críticas y consejos, soy algo nueva publicando sobre todo, o también podéis darme ideas de cómo os gustaría que siguiese la historia. Eso sí, tengo muy buenas ideas para seguir con esta historia. A los que leéis gracias!! Es un honor para mí que presteis atención a mi historia 💘