Voltacioway

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Conway leyó con suma molestia aquel aviso. Cuando terminó, sin poder creérselo, volvió a releer hasta que entendió que sí, era real, y soltando un suspiro exasperado se encaminó a la salida de la comisaría seguido de Volkov.

-¿Vanilla?- Cuestionó el peligris guardando su móvil. El super no contestó ante la cuestión, ni demostró un atisbo de si estaba estaba en lo correcto o no el comisario. Y este, sin necesitar una respuesta, más que nada entendiendo su silencio, lo siguió hasta el parking de comisaría donde su superior sacaría un patrulla. Ambos se montaron en el auto cuando estuvo fuera y en silencio emprendieron el camino hasta el lugar.

Aprovechando este momento, el ruso sacó su móvil y releyó aquel breve pero peculiar aviso de nuevo.

"Varios hombres golpeándose de manera espectacular fuera del Vanilla. Terrible, tengo miedo."

Si era sincero, era un aviso de mierda. Incluso podía ser hasta falso, de algún vago que quería molestar. Sin embargo, sabía que el superintendente se daba una idea de lo que podía ser realmente, o si no, no se hubiera esmerado en siquiera prestarle atención al mensaje.

Se demoraron alrededor de diez minutos hasta que llegaron al lugar, y cuando se adentraron en la peatonal donde se ubicaba aquel bar, pudieron percibir la música que emanaba desde dentro del local. Había música, parejas besándose fuera, otras incluso metiéndose mano, borrachos y dormidos en el suelo, de todo un poco, de todo, menos una pelea. Justo como lo intuyó Volkov, efectivamente había sido un anuncio falso, probablemente de alguien sin nada que hacer, por lo que lo más razonable que cruzó por su mente es que regresarían a comisaría de inmediato.

Sin embargo, aquella idea fue descartada cuando Conway, con bastante mal humor, bajó del patrulla dando un portazo. Sin más remedio Volkov hizo lo mismo.

A unos cuantos metros, dentro del Vanilla el ambiente era pesado, había bastante gente y la mayoría con la adrenalina a tope por la cantidad de alcohol ingerido. Bartenders iban y venían con chupitos, vasos de cerveza y otras bebidas extrañas repartiéndolas en todo el lugar a cambio de propina.

Y entre todo este caos, Gustabo y Horacio se divertían de una manera... poco convencional a lo que solían demostrar. Gustabo estaba sobre el regazo de Horacio, con sus piernas a cada lado del cuerpo del de cresta y con una botella de vodka en la mano. El rubio incitaba al moreno a abrir la boca, vertía un chorrito de la bebida en esta, y sellaba la acción con un beso algo húmedo. Ambos se estaban divirtiendo, entre risas y tomándose aquello como un comportamiento normal, eso estaba claro, se tenían la suficiente confianza para hacerlo sin que haya incomodidad de por medio, pero aquella escena no era ni más ni menos para esperar paciente a la llegada de Conway y Volkov.

Gustabo había enviado aquel aviso porque sabía que el super al verlo vendría de inmediato, reconocería su manera de expresarse y no dudaba en que ya estarían cerca.

El rubio no se equivocó.

Conway se adentró al lugar seguido de Volkov esquivando y empujando gente. Estaba molesto, muy molesto. Había dejado a Gustabo y Horacio irse más temprano porque les habían dicho que tenían que hacer cosas importantes, al principio dudó de aquello, pero se obligó a creerlo porque podía ser posible, pero ahora... En ese momento solo quería caerles a porrazo limpio.

El Superintendente giró a la izquierda, y de lleno se encontró aquella escena que le removió el interior. Volkov a su lado, no pudo evitar reaccionar de otra manera que no sea de sorpresa.

Ambos vieron a Gustabo sobre Horacio, vertiendo el vodka en su boca y plantándole besos en los labios mientras se restregaba en su regazo. Una escena bastante peculiar, y que sin duda no esperaban ver, mucho menos que aquello les produzca sensaciones que hace tiempo habían dejado de sentir.

GTA V ROLEPLAY - Oneshots [Completo]Where stories live. Discover now