No Tiene La Culpa | Lisoo

¿Quién es él?

Pov Lisa

Estar embarazada es algo más difícil de lo que creí, hasta el momento he tenido pesadez para hacer algunas cosas y antojos.

¡¡ANTOJOS!!

Tengo una suerte de tener amigas que me apoyan en todo momento.

_Quiero un helado de menta con nueces por favor

_¿Otro? -preguntó Rosé confundida

_Sí

_Estás demente, con este ya serían cuatro -me dijo mientras pagaba- y un capuchino más porfavor -le decía al cajero

_Tienes que consentir a tu mejor amiga Rosie -hice un puchero

_Okey -se rió-

Recibimos nuestro pedido y nos fuimos para el hospital.

Recientemente habíamos terminado nuestras clases y nos íbamos al seguimiento del tratamiento.

Habían transcurrido cinco semanas desde que me dieron la noticia.

Siempre exageraba y ponía la excusa de que estaba embarazada para conseguir cosas a mí favor, solo funcionaba con mis amigas.

El ginecólogo dijo que teníamos que ir donde una obstetra para ver lo de mí embarazo.

Al llegar me subí a la camilla, la doctora empezó a colocarme un gel y empezamos a ver a mí bebé en esa pantallita.

_Todo está bien -dijo la obstetra- tu bebé está sano y va desarrollando muy rápido

Sonreí tranquila.

_Qué bueno doctora, ¿Y cuándo sabremos su sexo?

Ella río.

_Es muy pronto para saberlo, pero a los cinco meses quizá lo sepan

_Okey

_¿Ustedes son las dos madres? -dijo señalando hacía nosotras

_No -dijo Rosé sonriendo- yo solo soy su amiga

_Oh -dijo la doctora- me he informado de tu caso -me dijo- es muy delicado tener un hijo de esa forma, pero sin duda vale la pena si lo deseas

Rosé agarró mí mano y la apretó.

Ella me estaba apoyando como una buena amiga, siempre lo agradeceré.

La obstetra se despidió de nosotras, tenía que volver la siguiente semana nuevamente.

Para ya haber pasado un mes no se notaba mi barriga, hacía ejercicio muy seguido, desde el embarazo la doctora recomendó no hacerlo porque hacer mucho esfuerzo podría afectar al bebé.

Trataba de cuidarme para así cuidar a mí hijo.

Al día siguiente me levanté pesadamente para ir a la escuela, era mi último año tenía que terminarlo de una vez por todas.

Al llegar al colegio, vi a Jisoo en los casilleros, me acerque para saludarla.

_Jisoo! -le dije tocándole los hombros

_Ah! -volteó y cuándo supo que era yo me dijo- hola

_¿Cómo dormiste ayer? -le pregunté haciéndole conversación

_Muy bien y ¿tú?

_Igual -sonreí

_¿Has visto a Jennie? -me preguntó de repente

_No, acabo de llegar

_Oh -cerró su casillero- me iré a buscarla -empezó a caminar en sentido contrario