Extra

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— Estoy cansado.... — Mencionó Yoongi jadeando de cansancio, apoyándose en un árbol.

— ¿Quieres que te lleve en mi espalda?.— Preguntó Taehyung agachándose para cargar al peli blanco.

— Bueno... — El menor se subió en la ancha espalda de Taehyung recargando su cara en ella. Se sentía tan cómodo ahí, oliendo el perfume de su novio mientras lo abraza por la espalda.

Cinco minutos después Taehyung se detuvo.— Llegamos.— Dijo, para bajar al menor de su regazo.— ¿No es hermoso este lugar?.

El cielo estaba nublado y las olas eran muy agresivas, tanto así que debido a la intensidad del aire podían sentir la brisa del mar impactarse en sus impermeables amarillos.

— Es hermoso....— Declaró Yoongi hipnotizado por la belleza del lugar.

— Ven aquí.— Dijo Tae para estirar su mano hacia Yoongi quien no dudó en tomarla, el rubio envolvió al menor en un cálido abrazo y junto sus rostros hasta que sus narices quedaron rozando.— Te amo tanto.

Y dicho eso, selló sus labios en un largo y profundo beso, suspirando cuando sus lenguas se encontraron con intensidad, el mayor bajó sus grandes manos hasta la espalda baja de Yoongi y acariciarla con lentitud. Mientras, el peli blanco deslizaba sus manos por la nuca del contrario y acariciaba sus ondulados mechones.Y así, entre besos y toques indecentes pasaron su celebración de 6 meses de noviazgo, los mejores meses de sus vidas, ambos se complementaban perfectamente.




Pov Taehyung.

Mi vida no ha sido nada especial, mi padre murió en el ejército dejándonos a mi madre y a mí solos. Mi madre había tenido algunos noviazgos después de la muerte de mi padre pero ninguno funcionó así que decidió ocuparse sólo de mí. Fui un niño y adolescente muy feliz, jamás se me planteó la idea de ser gay o bisexual, había tenido montones de relaciones, pero en todas era lo mismo.

Comenzaba por un deseo sexual y al cumplirlo me sentía vacío, pocas veces fueron en las que continúe la relación pero nunca entendí porqué me sentía tan hueco.

Hasta que un día me dí cuenta que me había enamorado de una hermosa mujer, a pesar de que nunca fuimos novios, para mí ella significó todo. Pero entendí que los fracasos nos hacen crecer.

Ella iba en mi salón, por lo que tener que verla todos los días con su novio no ayudaba mucho, decidí renovarme.

Mi abuelo paterno me había enseñado a tocar el saxofón desde muy joven pero no me interesaba mucho, cuando me rompieron el corazón me refugié en él. Fue entonces cuando ingresé al club de música, un año después entré a quinto semestre y me convertí en el presidente del club. Por lo que era el encargado de hacer las audiciones a todas aquellas personas que quisieran pertenecer al club de música.

Llevaba cinco horas y todo resultaba muy soso, no había conseguido muchos talentos; miré la hora en mi celular y me di cuenta que solo quedaban cinco minutos para terminar las audiciones, me levanté de mi asiento dispuesto a irme pero una voz me detuvo.

— ¿Aún puedo adicionar?.— Me preguntó una tímida voz, con un suspiro acepté y volví a mi lugar, mientras observaba al pálido chico caminar hacia el piano, se sentó y comenzó a tocar empezando con una melodía sumamente triste que reconocí en un instante Clair de Lune de Claude Debussy. Lo miré atentamente, la forma en la que movía sus manos y la confianza que se le notaba la tocar el piano me impresionaron, una canción difícil para audicionar pero aquél hombre no le tenía miedo a equivocarse, sus pálidas manos se movían en una hermosa sincronía, de repente cerró los ojos dejándose llevar.

Only You  | KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora