El placer de tus labios.

Capítulo 19

Alex camino hacía la puerta, agobiado por el insistente sonido del timbre.

-¿Qué carajos?- Pregunto apenas observo a sus amigos frente a él.

-Alex, ¿Cómo estás?- Sonrió Daniel -¿No tienes deseo de ir a la playa?

-¿Playa, a esta hora?- Frunció las cejas -¿Han bebido otra vez?

-Lo qué Daniel intenta decir es que es una linda noche para un paseo nocturno- Hablo Benjamín -Vamos, será entretenido, y ayudará para distraerte.

-En realidad estaba muy ocupado escribiendo.

-Mucho mejor, tendrás más material- Acotó Matt.

Asintió levemente, observando de soslayo como sus amigos no vestían ropa que se usará en la playa, ni algún artículo que llamará su atención.

-¿Por qué sospecho qué me ocultan algo?- Pregunto finalmente.

-Estás paranoico- Carcajeó el hombre de cabello caramelo -¿Vendrás o nos fallarás otra vez?

Tenía muchos años sin ir a la playa, no era capaz de recordar la última vez que sintió la arena bajo sus pies, pero a pesar de creer que los hombres frente a él traían un asunto aparte entre manos, no sé le ocurrió algún otro motivo para negar aquella invitación. Se limitó a asentir, invitándolos a entrar mientras caminaba a su habitación para cambiar la ropa que vestía en ese momento.

-¿Mariana ha contestado los mensajes?- Pregunto Daniel en voz baja.

-No me preocuparía por eso, debe tener un plan- Contesto Matt con el mismo tono de voz.

-Si nos equivocamos en algo, por más mínimo que sea, esto puede terminar muy mal- Advirtió el hombre de ojos miel.

-Vaya, siento algo de tensión acá- Murmuro Benjamín, divertido con la situación -¿Acaso Mariana alboroto a más de un par de hormonas?

Matt y Daniel apartaron la mirada, negándose a ver al otro, y Benjamín reconoció que no debía seguir tocando ese tema.

-¿A qué playa iremos?- Pregunto Alex, entrando al salón principal.

-La qué esté más cerca- Mintió Benjamín, caminando a la salida -Debemos aprovechar lo cálida que luce está noche.

...

-¿A dónde vamos?- Pregunto Lucia en el auto, con la mirada fija en la ventana que da a las iluminadas calles de la noche.

-Recuerdo qué había un buen restaurante en la costa- Comento Jean Paul, manejando.

-Tenías mucho tiempo sin volver a Filadelfia, quizás fue cerrado- Dijo Mariana sin interés, observando a Lucia desde el retrovisor, intercambiando miradas furtivas con el hombre a su lado -¿Has visto la playa Lucia?

Alzo la mirada, buscando los ojos de su mejor amiga, observando por fin la costa que abarcaba enteramente el final de la calle, llevando toda su atención al complejo de arena y agua salada.

-¿Quieres ir?- Pregunto Jean Paul, buscando su mirada desde el retrovisor -Podemos parar un rato.

-¿De verdad?

-Claro- Sonrió -Pero te dejaré en la entrada mientras Mariana y yo buscamos donde estacionar, ¿Bien?- Pregunto, observando de soslayo a Mariana.

-Siempre y cuando no me abandonen- Bromeó.

-¿Puedes prestarme tú celular un momento? Necesito verificar un par de datos sobre la residencia de Madrid- Pidió después girar sobre su asiento, extendiendo su mano-