🍃Cinco🍃

377 59 4
                                    

Jihoon no solía quedarse hasta el cierre del restaurante a la una de la mañana, pero Joshua le había pedido que se quedase porque uno de los meseros se había ido de impovisto. Pocos minutos después de que SeungCheol se fuera con sus padres y antes de que el restaurante cerrara, Jihoon retrocedió un par de pasos al ver a uno de los clientes que habían cruzado la puerta, lo observó esperando que se sentara en alguna mesa lejana de las que él no atendía, pero para su mala suerte, uno de los sujetos que lo acompañaban, pidió sentarse en una de las mesas de las que el pelirrojo se hacía cargo. Jihoon no dudó en esconderse en la cocina, se había mudado de casa para no tener que ver la cara a Youngwoo, y ahora debía atenderlo.

Vernon entró en ese instante a la cocina, viendo el semblante pálido de su amigo —hey, ¿todo bien?

Jihoon se limitó a negar.

—¿Qué ocurre? ¿No te sientes bien?

—¿Podemos cambiar de mesas? Llegaron unos clientes a la mesa 26 y no creo ser capaz de atenderlos.

—Claro— respondió dudoso —¿pero por qué?

—U-uno de ellos...— se mordió el labio antes de terminar su frase —no quiero... no quiero que sepa que trabajo aquí.

—Mmh, está bien— murmuró —sí, sí, está bien— dijo con más ánimo para darle un poco de ánimos también a su amigo.

Rápidamente se dijeron qué mesas aún estaban pendientes y qué es lo que necesitaban, no sería la primera vez que cambiaban de áreas por alguna razón, así que se adaptaron rápidamente a ese cambio, después de todo el restaurante ya estaba apunto de cerrar, por lo que los clientes eran menos y los pocos que habían ya estaban yéndose.

Al estar atendiendo al otro lado del restaurante, Jihoon pensó que Youngwoo no lo había visto, además de que en ningún momento, ni por la más mínima curiosidad, se atrevió a mirar hacia esa zona. Al terminar el turno, dejar limpias las mesas y acomodar todo para el día siguiente, pensó que Seungcheol podría regresar por él, así que decidió esperarlo en la puerta trasera del restaurante, lo que había sido una mala decisión.

—Jihoonie— aquella voz lo aterró y levantó la vista de su teléfono —así que aquí es donde trabajas, ¿tu madre ya lo sabe?

—¿Por qué no te has ido?

Youngwoo negó —esa no es forma de recibir a tu padrastro— comenzó a caminar hacia el menor, acortando la distancia entre ellos, mientras Jihoon lentamente retrocedía, impidiendo que esa distancia disminuyera —¿cómo has estado? No has ido a visitarnos.

Por el tono en su voz, y lo muy considerado que estaba siendo, Jihoon pensó que se había pasado un poco de copas durante la cena con sus amigos, o socios, o quienes sean que fuesen —no he tenido tiempo de ir— respondió lo más tranquilo que pudo, ya sabía tratarlo borracho, pero hasta el más mínimo error, llegaba a enfurecer a ese sujeto.

—Muy mal Jihoonie, tu madre está muy preocupada, deberías regresar a casa.

Jihoon sonrió incrédulo, ¿cómo se atrevía a sugerir eso?

Aquella sonrisa no le gustó para nada a Youngwoo, quien pasó de una sonrisa a un ceño fruncido inmediatamente —¿qué fue eso? ¿a caso luego de tanto tiempo no has aprendido a tratar a las personas?

—Youngwoo, ve a casa, mamá debe estar preocupada.

—¿Ahora vas a ordenarme?— empuñó su mano con furia, como si llevase tiempo con estrés y ahora tenía de regreso su juguete favorito para descargar toda esa ira y estrés que tenía.

—¿No fue claro? Jihoon dijo que te fueras a casa.

Tanto Jihoon como Youngwoo miraron a Seungcheol, quien parecía enfurecido y no dudó en terminar de caminar para ponerse al lado de Jihoon, pero ligeramente frente a él para protegerlo.

Don't leave me [Jicheol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora