|Capitulo 11|

670 63 18
                                    

23 de Abril del 2020

[Karol Sevilla]

Suena el teléfono, una, dos, tres, timbradas a la mierda no me importa si no es mi casa atendí, sin pesar.

—Bueno.
—Karol eres tú, qué haces en la casa de los ronda.
—Ruggero, vine a conversar con Valentina sobre el lavado de dinero qué pasa para Los Ángeles, al parecer nos descubrieron la empresa fantasma.
—Bueno eso lo solucionamos luego, Karol tienes que salir de ahí ahora, viene por ti.
—La policía?
—Es Hugo, tuvimos una pelea ayer, Karol él está obsesionado contigo.
—Conmigo?
—Si, ayer vino a pedirme, cuanto dinero quería para que te vallas con él.
—Que?
—Como lo escuchas, no te dije nada porque no te quiero procurar, pero alguien me pasó el dato que te va a secuestrar, Karol ten cuidado.
—Ruggero ya mismo voy para la finca.—empezaron los disparos.—llegaron, no te preocupes, saldré viva, y si no recuerda que te quiero.

Colgué, para tomar mi arma, la cargué, genial solo 5 balas, donde mierda deje los cargadores, llegue a la sala, para encontrarme en medio de una balacera, me recargue detrás de la pared, disparando y ocultándome al mismo ritmo.

—Toma—Valentina me lanza un cargador.
—Gracias, cual es el plan.
—No son muchos, tenemos más gente—dispara Valentina dos veces.
—Es Hugo, me quiere secuestrar.
—Ya decía que esa gente, se me hacía conocida—Valentina trato de disparar pero se quedó sin balas.—mierda, cuantas te quedan?
—Dos—digo recostada en la pared.
—Son 3, amenos que hagas un milagro, podemos salir vivas de esto.
—Déjame pensar.
—Si no salimos vivas, déjame decirte, que eres la única mujer chingona que conocí en esta mierda de negocio.
—También te aprecio, y no preocupes, saldremos vivas, y bailaremos en sus tumbas, te lo juro.
—Que fe la que tienes.
Los hombres de Hugo dejaron de disparar, ya que nosotras dejamos de hacerlo hace unos minutos, se empezaron a acercar.

—Salgan las dos, y vivirán, o iremos por ustedes y morirán, decidan.—gritó un hombre de Hugo

—Tengo un plan, los distraeré, si eres tan amiga de Ruggero, debes tener pistolas recargadas debajo de la mesa, vete por atrás para que no te vean.

—Yo te cubro.

—Es a mi a quien quieren—salgo de mi escondite con las manos arriba.—ella no tiene nada que ver en esto.
—Eres inteligente por lo que veo.—Me saco el arma que tenía en la parte de atrás de mi pantalón.
—No me toques, imbécil.
—Que me harás he?

En un microsegundo Valentina, le disparó a los dos hombres que estaban atrás de nosotros, mientras que el otro relacionaba, me tiré encima desarmándolo empezamos a pelear, me tiro un puñetazo en la nariz, esta empezó a sangrar, mi pie golpeó sus testículos, me colgué de su hombre y se lo saque de lugar.

—Maldita perra—Sacó un cuchillo.
—Para que aprendas a tratar a las mujeres imbécil.—lo tumbó al suelo quitándole la navaja, clavándosela en la garganta.

—Vámonos antes de que vengan más.—Valentina me lanzo mi arma.

(...)

Llegue a la finca, sana y salva, Valentina se está quedando con nosotros mientras busca otra casa donde quedarse, lo de hoy estuvo cerca, escucho dos golpes en la puerta de la habitación.
—Pase.—entra Ruggero.
—Como estas, recién acabo de llegar de recoger la mercancía.
—Bien, por suerte, Valentina, tenía unas armas de más debajo de la mesa.
—Me dijeron que degollaste, al idiota que te trato de tocar.
—Sabes que conmigo nadie se mete.
—Esa es mi chica.
—No, Ruggero ya te dije que yo no soy tu nada.
—Segura.—Se empieza a acercar.
—Si, vos sabes que entre nosotros no puede haber nada.—retrocedo poco a poco, hasta chocar con la pared.
—Porque te sigues resistiendo muñeca—me acorrala en la pared.
—No—nerviosa—se acerca más—Podemos, no me hagas esto.
—Que cosa muñeca—me mira.
—Sabes que tengo autocontrol—volteo mi cara y él toma del mentón para que lo mire a los ojos.
—Porque no mandas a la mierda a tu autocontrol.
Estaba por contestarle, pero ya tenía sus labios puestos sobre los míos, su boca tocándose con la mía, al instante le correspondí , dejando entrar a nuestras lenguas, él besos se puso más intenso, Ruggero me cargo haciendo que enrollé mis piernas en su caderas, apegándome más a su cuerpo, mis manos subieron a sus cabellos masajeándolos al compás de nuestro labios, cuando ya no pudimos más nos separamos por falta de aire.
Pero Ruggero empezó a besar mi cuello, no por favor no me hagas esto, mi autocontrol no es tan fuerte, cerré los ojos disfrutando cada contacto de su labios con mis cuello, esto se siente tan bien.
—Ahh, Ruggero, debemos parar.
—De verdad quieres que pare—me beso en el cuello con más fuerzas.
—A la mierda mi autocontrol—Empecé a besarlo con toda la lujuria que llevo acumulada, desde que lo ví,—hazme tuya Pasquarelli.
—Prepárate muñeca para gritar toda la noche, muñeca.

(...)

Lectores hermosos, tuvimos una pequeña balacera, en casa de los Ronda gracias a nuestro querido Hugo Razpon, este chico traerá, problemas, por otro lado, alparecer a Karol le funciona mal el autocontrol, veremos qué pasa después, y eso fue todo por hoy, no olviden mañana se estrena ESPÉRAME, novela que dirá cosas reales de lo que está pasando actualmente con nuestro Ruggerito, igual no olvidaré este novela no se me preocupen, los amo y nos leemos pronto ❤️

Te Encontrare Pasquarelli ©Where stories live. Discover now