Las travesuras del pequeño Jin Ling

Capitulo 10

Lamento la demora, he estado escribiedo mi otra historia y tratando de ordenar mis ideas, y creo que ya me he decidido en la mayoria de las cosas.

Mi idea original sobre esta historia fue simplemente tener a Jin Ling bebe conociendo a sus padres (y a su aterradora abuela jajaj) y lego se convirtio en "deberia traer a Jiang Cheng tambien", y eso se convirtio en un "trio JC/LXC/JC y ahora en un "deberia añadir Ruohan/Qiren".

Ahora tambien tendremos Mingjue/Wen Ning porque quiero y porque puedo. ¿Alguna otra shipque les gustaria ver? Tomare en cuenta sus opiniones, pero igualmetne velare por mis gustos por sobre todos los demás como debe ser jajaaj

Sin más, les dejo el capitulo!!! 

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CAPITULO DIEZ

Él era inteligente.

Él era observador.

Él sabía que aquel que se hacia llamar su hijo mayor envidiaba su poder, porque él no era un idiota, y claramente aún no nacía la persona que podría siquiera esconder algo de él. Y Wen Xu claramente no era esa persona.

Sus intentos de ganar poder tan visibles para sus ojos que era casi ridículo. Su actitud superior casi una copia de la suya propia, e incluso su tono de voz tratando de ser imitado. Él no pudo evitar reír cuando fijo su mirada en su hijo, alzado en toda su altura, su mirada intensa sobre los discípulos de Wen Ruohan, ordenándoles como si fueran suyos.

Y tal como sabía que muy seguramente en el futuro tendría que incapacitar a su hijo si se volvía muy orgulloso de si mismo, demasiado envalentonado, él sabía que el resto de las sectas de cultivo que estaban en esa conferencia le estaban escondiendo algo.

Y debía ser algo muy bueno, notó con interés, una sonrisa orgullosa permanente en su rostro, porque todos miraban a sus discípulos con sospecha, con enojo.

Oh, ¿se habrán enterado de que habían sido sus discípulos quienes habían enviado aquel Abismo de agua rio abajo hacia Gusu Lan?

No, no lo cree así.

Lan Qiren no lo habría delatado, aunque sea por aquellos años que habían compartido antes de que fuera obligado a un matrimonio que no deseaba. Antes de que fuera obligado a tener a unos hijos que no quería.

Que no amaba.

Dos estorbos que mantuvieron al otro escondido entre las nubes, fuera de su alcance.

Pero no importaba quien lo hubiera dicho, notó con ligera molestia, porque ellos podrían hablar lo que quisieran. Él siempre podría decir que los discípulos que habían tratado a aquel Abismo de agua habían sido tratados con el debido castigo, y no sería mentira.

Aunque sus cuerpos no podrían ser encontrados para confirmarlo.

Pero nuevamente, él no era idiota, y la única forma de comprobar aquella suposición sería mandando a un espía para descubrir la verdadera razón de aquellas miradas con sospecha.

¿Pero a quien mandar?

Su mirada recorrió el campo de tiro donde en segundos se llevaría a cabo una pequeña competencia, y no pudo evitar resoplar ante la opulencia de la secta Jin. Tan entusiasmados en mostrar la gran cantidad de oro que guardaban en sus bodegas porque poder real no tenía.

El menor de sus hijos se encontraba con algunos discípulos de la secta Jiang, incluido aquel sospechoso primo que el líder de secta había mantenido escondido. Su mirada aguda desviándose ligeramente hacia la mano del joven, ahí donde permanecía lo que pareciera ser una replica exacta de Zidian.