Capítulo 9

86.4K 5K 2.3K
                                    

—Hazlo, lléname, tómame. Hazme tuya hasta que te sacies de mi y que yo desborde de ti. Luego podremos hablar — susurro descaradamente, antes de subir mis manos a su cuello y tirar de él con firmeza, obligándole a bajar y darme acceso a su boca, la cual no dudo en devorar al tenerla a mi disposición.

Cuando sus labios tocan los míos, un pequeño gemido escapa de mi boca y un alto gruñido brota desde lo más profundo de su garganta, demostrando cuán necesitados estamos el uno del otro.

Pero poco duro aquel beso, porque, con brusquedad, Balthazar separa nuestras bocas y bajo una de sus manos hacia mi cuello, presionado sobre él y obligándome a pegar mi cabeza contra la pared para mantenerle la mirada.

—Ese es el puto problema, nena, nunca me será posible saciarme de ti — jadea contra mis labios, sacándome un pequeño gemido cuando pega su cuerpo -solo vestido por sus jeans- contra el mío.

Todo mi cuerpo se estremece de pies a cabeza al sentir su caliente y duro pecho pegado a mis desnudos y húmedos senos, logrando erizar mis pezones y obligándome a bajar mis manos de su cuello a sus hombros para sostenerme de él cuando siento que mis piernas se vuelven gelatina.

Definitivamente tampoco será posible para mi saciarme de ti, Balthazar.

Consciente del estado de mi cuerpo y de la humedad creciente en mi entrepierna, Balthazar no duda en bajar su mano en mi cuello hacia mi pecho en un lento camino en el que erizaba mi piel a medida que pasa con suavidad por ella y mantiene su intensa mirada sobre la mía, disfrutando de ver las reacciones que mi rostro y ojos expresan a causa de su tacto.

Cuando su palma abarca todo mi pecho izquierdo, no pude evitar soltar un suspiro que me desinfla contra la pared detrás de mi, chocando la coronilla de mi cabeza contra su antebrazo, el cual sigue sobre mi, evitando tocarme y enjaulandome entre sus brazos como si temiera que fuera a escapar.

Sus dedos pronto pasan a atender mi pezon, tirando suavemente de él y sacándome un gemido que resuena por todo el cuarto de baño y que oscurece aún más la mirada de Balthazar, quien parece enloquecer por aquel sonido y, en un rápido movimiento, baja su mano libre y enreda sus dedos en los vellos de mi nuca, tirando con suavidad de ellos para acercar mi rostro al suyo y unir nuestras bocas de nuevo en una intensa y lujuriosa danza.

Soltando otro pequeño gemido, correspondo su beso con el mismo fervor, enredando mis brazos en su cuello con fuerza y pegándonos aún más mientras sus dedos siguen dándole placer a mi pezon y sus caderas comienzan a moverse contra mi, haciéndome notar el enorme bulto en sus pantalones.

Tan duro.

Cuando el beso se torna mucho más agresivo y pasional, mis pulmones exigen aire y me obligan a separ nuestras bocas unos segundos para tomar aire, pero Balthazar no pierde el tiempo y comienza a bajar sus besos de mi barbilla hasta mi cuello, sacándome gemidos que ni me gasto en contener cuando le siento llegar al pecho que no se encuentra atendiendo con su mano y que comienza a lamer, tirando suavemente de mi pezon.

Desesperada por aferrarme a algo, llevo mis manos a sus oscuros cabellos y tiro de ellos con suavidad, acercando su rostro aún más a mis pechos y quintándole un gruñido ronco que ahoga contra mi piel y que hace vibrar todo mi cuerpo de manera excitante.

—Nunca será suficiente todo lo que tome de ti, mi pequeña — gime Balthazar contra mi pezon, obligándome a abrir mis ojos y bajar mi atención a él.

No puedo evitar morder mi labio inferior al verle observarme con un maravilloso brillo en sus ojos que logra desconcertarme, pero que no pude analizar al sentirle tirar suavemente de mi pequeño montículo con sus dientes, lo cual me quita un grito ahogado y me obliga a a apartar mi mirada de nuevo para tirar mi cabeza hacia atrás y cerrar los ojos con fuerza, presa del intenso placer que su mano y boca están dándole a mis pechos.

Balthazar [1]✔️Where stories live. Discover now