Subía los escalones hacia el tercer piso del edificio donde Keisy vivía. Me había pedido algunos panes así que debía hacer mi trabajo como delivery.
Toco la puerta y como era de esperarse ella me recibe. No pude evitar mirar hacia los interiores de su apartamento, se veía más vacío y algunas cajas de gran tamaño se encontraban en el suelo.
— 7 panes para ti — Le extiendo la bolsa.
— Gracias Gabriel — Su voz no era la misma, era más pasiva, más calmada.
— ¿Qué son esas cajas? — Pregunto para aclarar mi duda.
— Me mudaré.
Un mudo se hizo en mi garganta impidiendome sacar alguna otra palabra de mi boca.
— Q.. ¿Que? ¿Por qué? ¿Acaso no te gusta el vecindario? No hace poco que te mudaste.
— Lo se, pero no es muy económico vivir por estos lugares que digamos — Dirige su mirada al suelo. — Solia compartir los gastos del apartamento con Frank, pero ahora que vivo sola se me hace más difícil.
No quería que se fuera. A pesar de que nunca llegamos a tener una relación, Keisy se ha convertido en una amiga para mi aún así cuando mi corazón la suele ver de otra forma.
— ¿Y dónde vivirás ahora? — Cuestiono con la esperanza de que se mude cerca y así al menos poder volver a verla.
— Me mudaré con una amiga a 3 horas de aquí.
Eso dolió
— Supongo que si estás empacando significa que no te quedarás por mucho tiempo.
— En 2 días debería estar en camino a mi nuevo hogar.
No soporté ver su mirada caída, se veía en sus ojos la falta de ganas por mudarse. Con profunda nostalgia me acerqué hacia ella y la abracé tan fuerte demostrando todo el cariño que había adquirido hacia ella en tan poco tiempo.
— Te voy a extrañar mucho — Agrega Keisy mientras me corresponde el abrazo.
— Yo también... ¿Quien comprará ahora aquellos panes de trigo?
Le logré sacar una sonrisa
— Me debo de ir — Me despido —Espero que en 2 días pueda despedirme de ti por última vez.
Tomé devuelta mis cosas y accedí a regresar hacia mi lugar de trabajo pero la voz de Keisy me detuvo.
— ¡Espera! — Exclama desde atrás
Me giré rápidamente esperando que Keisy me diga que ya no se mudará y que se quedara conmigo. Lamentablemente esas cosas solo pasan en películas y libros.
— Has olvidado el dinero — Me recuerda.
Un poco decepcionado me devuelvo hacia la puerta donde ella se encontraba y tomé el dinero pero no solo me había entregado algunas monedas. Sino que un papel doblado se encontraba en mis manos.
— Ahm... — Llamo su atención — Creo que me diste esto por accidente— Le devuelvo el papel pero ella no lo toma.
— No fue un accidente. — Aclara
Observe a sus ojos con confusión y vi en ellos cierta señal que me decía que aquello seria una nota para mi y que no seria buen momento leerla ahora así que le di una última mirada y seguí mi camino.
Tenia ansias por abrir y leer lo que aquel papel tendría escrito pues no tenía idea de lo que se trataría.
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El chico del pan
RomanceYo hago los panes, ella solo los compra. ¿Como es que el amor puede surgir entre todo esto? Los días trabajando en la panaderia siempre son los mismos. Las mismas personas y las mismas ordenes. Pero todo cambió cuando vi a aquella hermosa chica que...