10

5.2K 686 113
                                    

Luego del show que se habían montado en el bar, emprendieron camino hacia su departamento. No sin antes hacer una parada técnica en un supermercado para comprar algunos víveres.

-Realmente no salió tan mal -confesó el pequeño demonio en voz baja mientras elegía algunos tomates de una estantería -o quizás solo funcionó porque el barman era un idiota -continuó.

-Puede ser un poco de ambas -dijo Katsuki sonriendo de lado -pero debemos admitir que Denki tiene buen gusto verd... ¡HAH! ¡Qué te pasa mosquito de mierda! -gritó luego de ser interrumpido por un tomatazo en la nuca.

El rubio se limitó a limpiarse los restos de fruta que quedaron en su cabello, mientras Kirishima lo observaba ofendido. Seguía sin perdonarle el haberse querido ligar a otra persona al mismo tiempo que a su lindo Izu-chan. Nadie era digno comparado con él.

Comenzaba a anochecer cuando llegaron a su hogar

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Comenzaba a anochecer cuando llegaron a su hogar. Kirishima bostezaba y se desperezaba a cada rato, pero no podía dormir hasta que el rubio lo hiciese. Sino, se perdería información de los pensamientos de vigilia que éste tuviese, y eso sería incumplir con su trabajo.

-Bro, ya duérmete de una vez -pidió el pequeño demonio con los ojos humedecidos de tanto bostezar -¡Muero de sueño! ¡Y no puedo dejarte solo!

Katsuki solo chasqueó la lengua. No quería dormirse aún, estaba más que cómodo mirando televisión mientras comía una bolsa grande de papas fritas.

-Púdrete -. Se limitó a decir mientras llevaba varias frituras a la vez hacia su boca.

Pasaron varios minutos en silencio, simplemente mirando la pantalla que iluminaba tenuemente sus rostros en contraste con la oscura habitación. Kirishima sentía sus párpados pesados, y sus irritados ojos estaban casi tan rojos como su cabello. Quería dormirse, pero sabía que su amigo no lo haría sino hasta luego de muchas horas, o por lo menos, sabía que eso era lo que rondaba en aquella rubia cabeza. Decidió cerrar un ojo, creyendo que así podría aunque sea descansar un poco la vista de éste.

Grave error.

El pequeño demonio cayó rendido a los pies del sueño, inclumpiendo con su trabajo de castigador, dejando a su víctima libre con su propia conciencia.

Katsuki tardó cierto tiempo en notar que se encontraba solo, que no había nadie hurgando en su mente. Sonrío incrédulo ante lo que veían sus ojos, y una única idea cruzó por su mente;

Huir.

Sí, huiría de Kirishima, ya lo tenía hasta la polla todo el tiempo flotando a su alrededor e invadiendo su ya inexistente privacidad. Podría pensar lo que quisiese sin vergüenza, sin ningún tipo de inhibición, era libre.

Se levantó del sofa atropeyadamente, cerciorándose de hacer el menor ruido posible. Tomó su gran abrigo y salió del departamento a la calle, donde ya no reinaba la oscuridad de la noche. Unos tímidos rayos de sol se asomaban por el horizonte.

•DEMON•Where stories live. Discover now