Capítulo 36

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Thomas:

Estaba en clase y no podía parar de pensar en _______, me sentía absurdo por no poder sacarla de mi mente, aquella chica de sonrisa burlona me estaba volviendo loco, más de lo que ya estaba desde que la vi por primera vez.

-¿Señor Sangster? -Me interrumpieron de pronto mis pensamientos.

-¿Sí? -Mire al profesor Jones

-¿Podría usted explicar lo que acabo de decir hace un momento? -Alzaba las cejas

<<Mierda>>

-Ahmm...Yo.. No lo sé, no estaba poniendo atención, lo siento -Conteste apenado

-Evidentemente, señor Sangster, ahora ¿Tendré que pedirle que ponga atención a clase de ahora en adelante? ¿Ó es que necesita algún tipo de aprendizaje especial? -Preguntó mientras esbozaba una sonrisa de lado y todos en la clase murmuraban ante tal situación.

-Le dije que lo sentía -Apreté los puños por debajo.

-Sentirlo no es suficiente, es a usted al que debería de importarle la clase, le recuerdo que sus notas están por debajo del promedio. -Me contestó como si nada, mientras metía sus manos a los bolsillos del pantalón y me daba la espalda para continuar la clase.

Mis puños seguían apretados y mi mandíbula estaba tensa.

La clase había terminado pero mi enojo aún seguía intacto.

El profesor Jones era un tipo arrogante hasta la médula, de carácter fuerte y orgulloso. No parecía ser un tipo débil ante ninguna situación ni mucho menos temerle a algo.

Eso era lo que me molestaba de tipos como él, no tener el control de sus vidas y el no poder manipularlos fácilmente.

Mi historial en la escuela no era tan bueno, suelo meterme en problemas continuamente, aunque mis padres nunca se enteran por chantajes y sobornos a los profesores incluido el rector.

Siempre he sido autoritario, me gusta tener el control de todo y que todo se haga a mi modo.

Espere a que todos salieran del salón para así poder hablar con el profesor Jones, me levanté de mi asiento y fui directamente a donde estaba, parándome justo delante de su escritorio donde él estaba sentado.

-Profesor Jones, ¿Puedo hablar con usted? -Con las palmas me recargue en el escritorio para que notara mi seguridad y seriedad.

Revisaba papeles, pero pude ver que miraba disimuladamente la acción con la que coloque las manos.

-Lo está haciendo, señor Sangster -Dijo sin mirarme.

-Me gusta que me miren a los ojos cuándo hablo -dije con voz levemente más alta.

Interrumpió su papeleo.

-Ya le conozco la cara, señor Thomas.-Embozo una sonrisa de lado, me miro y alzo las cejas. -Pero bueno, ya que insiste, no seré yo el que rompa sus sentimientos -Contestó con todo el veneno posible.

Mi paciencia se había agotado.

-¿Le gusta su trabajo, Jones? -Pregunté sin rodeos, tenía que acorralarlo.

-Me gusta, claro. ¿Va a hablarme usted de ofertas de trabajo? -Pregunto con el ceño fruncido

-No, pero si sigue así tal vez esté buscando una próximamente -Ahora yo alcé mis cejas y sonreí.

-Tal vez, no estaría mal dar clases particulares -Se llevó la mano al rostro como pensando. -¿Sabes? A tu hermana le caerían bien, seguro tus padres estarían muy contentos, con el curriculum que tengo sin duda me contratan.

Mi sonrisa desapareció, apreté los dientes con rabia. Golpeé el escritorio con fuerza.

-No se meta con ella, o le juro que me las va a pagar. -Lo fulmine con la mirada.

-No jures nada que pueda estar fuera de tus manos- Contestó. -Ahora, Thomas, te recomiendo que te vayas y jamás vuelvas a tratar de amenazarme.

No dije nada y simplemente salí del salón, no sin antes golpear de nuevo el escritorio, esta vez con más fuerza que la de antes. 

Dulce Dolor (Thomas Sangster & Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora