12.- El Aplauso Del Público.

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La muñeca de porcelana estaba de pie frente al espejo, observando su delicada figura marcada por el espejo, el maquillaje que le habían escogido no era muy cargado pero seguía sintiéndose como una máscara, su cabello estaba recogido de forma elegante para la ocasión.

Detrás de ella estaban sus amigas y su hermana pequeña queriendo contener las lágrimas por lo hermosa que se veía, en unas horas llegaría el momento de verla caminar hacia una nueva vida.

“Diría que no puedo creerlo pero dentro de mi sabia que serias la primera en casarse, aunque no me imaginaba que fuera con Sasuke.” — Mencionaba Ino intentando captar la atención de Hinata, ella solo estaba quieta repasando todos los detalles de si misma.

“Sasuke de menos le dará el ejemplo a  los chicos, si realmente amas a una mujer solo dale el maldito anillo.” — Decía Tenten cruzandose de brazos, una indirecta bastante fuerte para su novio aunque él no estuviera presente.

“Lo sé, algunos hombres parecen tan inteligentes pero son tan estúpidos para algo romántico.” — Recalcaba Temari dándole la razón a su amiga castaña y pensando directamente en Shikamaru.

“Hina ¿Te sientes bien?” — Preguntó Sakura sin apartar la vista de la chica  que seguía embobada con su imagen.
De alguna forma se veía demasiado triste para ser el día mas espectacular de su vida, aún si antes pudo sentir algo por el nuevo esposo de Hinata, por alguna razón creía que lo que sea que le estuviese pasando era mas profundo que un lapso de duda antes de casarse ¿o acaso Sakura estaba siendo egoísta?

“Me pregunto que fue lo que hice para merecer ésto.” — Mencionó en voz baja, Sakura pudo escucharla y percibía un tono extraño para la alegría timida de su amiga. Cualquier novia estaría rebosante de felicidad pero ella parecía hundirse en la miseria. — “Sasuke-kun es una gran persona ¿no es así? Debería sentirme afortunada de que un hombre coml él se fijó en alguien como yo ¿verdad?”

La pregunta la dejó pensando unos momentos, no miraba el rostro de la pobre chica que aguantaba con todas sus fuerzas el llanto que encerró dentro durante tanto tiempo, había fingido la sonrisa durante mucho y ahora le pesaban los labios, le dolía verse de esa forma: Era el aperitivo mas exquisito para un hombre tan perverso como su prometido y ese sería su destino cada mañana después de ese día.

“Sasuke es un sujeto tan difícil como lo es de atractivo, Hina. Quizá aún no encuentras la forma de disfrutar todo sobre él pero el matrimonio lo hará mas fácil; él se ve bastante feliz desde que te tiene y espero que su amor los lleve hasta donde les alcance.” — Le dejo la pelirrosa mientras le cubría el rostro con el velo a su amiga, quizá simplemente estaban pensando demasiado toda esta situación.

“Sakura ¿Está bien que me case con él aún cuando...?” —Se frenó enseguida casi mordiéndose la lengua, no sabía de lo que era capaz Sasuke si alguien se enteraba de su secreto, probablemente la atormentaria aún mas de lo que lo hacía y eso atraía los pensamientos mas oscuros que cualquiera podría tener a la pobre ojiperla.

De la nada Sakura la tomó de la mano acercandose al velo, había unas cuantas lágrimas en sus ojos que Hinata pudo percibir con claridad a pesar de la tela que las apartaba.

“N-naruto querría que siguieras con tu vida. Yo..” — Sakura tomó analizando sus palabras ¿cómo pudo ser tan ciega? Naruto siempre fue el verdadero amor de su amiga, ya había pasado bastante desde el día en el que desapareció en el aire pero, debido a los que se plantearon que Hinata había encontrado amor en el Uchiha, nadie se molestó en consolarla apropiadamente. — “Yo en verdad lamento lo que le pasó pero no podemos eso ahora. Hina, de verdad creo que Naruto hubiera preferido que siguieras luchando por vivir aún si él no está.”

Las palabras de aliento de su amiga por fin lograron romperla, las demas chicas que habian estado demasiado sumidas en su platica se sorprendieron al ver al par llorar mientras se estrechaban con fuerza.
Hinata estaba consiente de que su amiga no tenía ni idea del destino que le había esperado a Naruto, sabía que sus verdaderos sentimientos se habían alejado junto con el rubio, estaba al tanto de que el llanto de todos siempre fue distinto al de ella pero no tenía otra oportunidad coml esta, así que solo siguió la corriente para poder drenar un poco de su pesar.

“Intento vivir por él, sé que lo hubiera querido así. Mi vida con Sasuke me aterra ¿y si no soy capaz de amarlo debidamente?” — Le confesó a Sakura  mientras las demás se acercaban para ver la conmoción.

“Entonces te divorcias y le pateamos el trasero por no ser tan encantador cómo para enamorar ese corazón tan lindo que tienes.” — Las demás comenzaron a darle palabras de aliento una vez que pudieron explocarse entre llanto, el pecho de Hinata sintió el calor de aquellas amigas que la estarían apoyando aún sin saber exactamente en qué.
La esperanza la abrazó de nuevo, el mundo giró una vez más, el alivio qie sintió al darse cuenta de que aún con todo lo que había pasado seguía en una pieza la recompuso.

En una habitación lejana a la conmovedora escena un par de hermanos charlaban sobre el futuro de la union entre los clanes.

“Ya casi es hora ¿No te sientes nervioso?” —Preguntó el mayor mientras miraba el jardín adornado de blanco y a la gente ansiosa por ver a la pareja.

“Para nada, ella debería estar nerviosa por casarse con alguien de mi talla.” — Contestó el menor recibiendo un golpe cuidadoso de el otro, Itachi vino para presenciar todo el evento.

“Esa no es forma de hablar de tu prometida. Recuerdo haberte enseñado otra clase de valores.” — Le regaño con una sonrisa para volver su vista al jardín. Sasuke estaba embriagado de poder para ese momento, su confianza era mucho más grande de lo que era el sol y admiraba su reflejo en el cristal con aires de ganador. — “¿Con qué la chantajeaste?”

El corazón se le detuvo, su sonrisa se borró enseguida y pasó a mirar a Itachi quien parecía serio con su pregunta, se sintió acorralado durante unos instantes pero estaba seguro de que nadie sabía lo que hizo.

“Estoy jugando ¿por qué pones esa cara?” — Dijo sacandole la lengua, a Sasuke le volvió el alma al cuerpo, aún seguía siendo menos que su hermano en algunos aspectos, le hizo enojarse consigo mismo. — “Aunque debo de admitir que me asombra lo rápido con lo que sucedió todo entre ustedes, es casi irreal.”

“Supongo que tuve suerte.” — Habló Sasuke para evitar seguir con la conversación, las campanas sonaron al fondo para atender a la ceremonia y todos empezaron a acomodarse.

“La suerte se hace, Sasuke.” —Le mencionó su hermano dándole unas palmadas en la espalda, sintió los escalofríos recorrer su espalda mientras terminaba de escuchar lo qué Itachi tenía que decir. — “Supongo que tu esposa no es la única nerviosa ahora.”

La ceremonia empezó, los ojos estaban puestos sobre Sasuke incluidos los orbes de su hermano quien parecía verlo con una malicia increíble, las manos le estaban sudando, éste era el momento de gloria de Sasuke pero no podía evitar sentir que algo malo iba a suceder.
Cuando todos se levantaron para ver a la novia a él se le cortó la respiración, Hinata caminó hacia el altar con un rostro renovado, parecía felicidad real y esta misma logró conmover el corazón de Sasuke, pudo darse una cachetada en ese momento para recordarse que nada de eso era verdad, todo era una farsa que él orquesto.

Los votos se dijeron en voz alta como lo planeado pero los nervios no lo abandonaron jamás, había llegado el gran cierre de la ceremonia en la que aceptarían compartir el destino como uno solo.

“Acepto” — Dijo él sosteniendo la mano de Hinata, solo faltaba que ella dijera lo mismo para acabar con este infierno, para volver a ver esa expresión de odio que le era familiar en Hyuga pero su corazón dio un brinco al escuchar su dulce voz diciendo su línea.

“Acepto” — Declaró ella con ternura mirando los ojos oscuros de el otro.
Fue ahí donde Sasuke comprendió lo que era el terror auténtico; Hinata podía fingir todo lo que quisiera pero Sasuke estaba enamorado de ella de una forma tan real que dolía.
Se condenó a él mismo desde el instante en el que quiso tenerla y mientras la besaba en el altar, mientras las voces de todos los presentes sonaban a la par de sus aplausos la máscara se deslizó por su rostro para romperse en el piso mientras que Hinata aún la tenía puesta comprobandole que entre los dos Sasuke siempre fue el débil.

ObsesoWhere stories live. Discover now