Candy

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-Hola hola dormilona!- Grita Anthony cuando llego a la cocina para "desayunar-comer" Dios, son casi las dos de la tarde. Me apresuro a acercarme besando su mejilla, ambos estamos en pijama, apenas puedo creer que estuve fuera toda la noche, odio restarle mérito al hecho de que me la pasé bomba con Anthony y nuestros amigos, siendo totalmente honestos, ah....Terry Grandchester puso mi mundo de cabeza.

-Es tu culpa, no estaba entre mis planes desvelarme con un grupo de pre Universitarios- Tomo asiento mientras Dorothy sirve té y jugo de naranja para mí.

-Tampoco estaba entre tus planes hipnotizar a mi mejor amigo y lo lograste con honores- De inmediato le hago señas para que calle, si Annie o tía Elroy lo escuchan pensarán lo peor, no me preocupa tío William, el siempre se presta al diálogo y es mucho más racional, en cambio mi hermana y mi tía siempre están esperando lo peor de mí.

-Callate Tony por favor-

En voz baja me responde -Ah y no lo niegas pillina- Oh es imposible!

-Tú mejor que nadie sabes que nunca....- Toma mi mano  y sonríe, por fin tendrá piedad de mí.

-Lo sé, Candy, no te estreses, amí me parece increíble que Terry  ponga sus ojos en alguien como tú, lo conoces poco pero ...ese Terry que viste anoche es el verdadero, el otro es su disfraz de rebelde sin causa, es la primera vez que salimos y que el no bebe ni fuma y se la pasa verdaderamente bien, yo quedé contento porque tanto él como tu la pasaron muy bien, y te soy honesto, nunca creí que... bueno, el se comportaría-

Annie aparece en el comedor, cosa que a Anthony le parece muy extraña, pues estamos en,  la cocina, como nos gusta, a mí para nada me parece extraño, ella quiere enterarse de todos los pormenores de la fiesta.

-Uyyy que caritas tienen, bebieron demasiado eh?- llega Annie besando  a Anthony en la mejilla y abrazándolo con cariño, a mí me mira esperando una respuesta.

-Candy no tiene edad para beber, yo sí que bebí mucho pero, lo suficiente para controlarme y pasarla muy bien, canté por horas-

Annie no se quedó tranquila e insistió -Por favor en esas fiestas clandestinas todo se puede hacer y todo puede suceder- Mi hermana no deja de mirarme y cuando estoy a punto de decir algo, Anthony interviene, finalmente es mucho más maduro que nosotras.

-Ves muchas comedias de adolescentes Annie, no todo es igual, deberías de acompañarnos la próxima vez para vivas la experiencia y sepas de lo que estamos hablando linda, además te hará bien salir de tu caparazón.- Estoy segura que odió lo que escuchó  pero por tratarse de Anthony disimula.

-Oh no, no podría, esas cosas simplemente no son mi estilo-

-Annie, Annie...tienes que vivir la vida, las experiencias buenas y malas  y solo las conocerás si sales a conocer al mundo y convivir con otras personas...de otro modo la vida sería muy aburrida, tienes que sonreir, llorar, pelear, conciliar, caerte y levantarte, enamorarte y decepcionarte....todas esas cosas, prométeme que vas a intentarlo, no puedes vivir bajo la falda de mamá toda la vida-

-A tí te gustan las chicas...que hacen todas esas cosas que dices?- Mi hermana es increíble, a veces puede hacer los comentarios mas tristes e inadecuados en su afán de acercarse a Anthony, claro, con la guía de tía Elroy encima de todo.

-Amí lo que me gusta es que vivas tu vida como cualquier chica de tu edad, sabes por que? porque forma parte del ciclo y quiero que seas muy felíz y disfrutes, así que te dejo tarea ahora que estaré lejos de acuerdo?- Anthony es un sol, lo voy a extrañar tanto. Sin duda ha crecido y siempre tiene las palabras correctas, pues Annie por fin sonrió con gusto.

-Y tu? cuantos corazones rompiste esta vez?-  mi hermana tiene este inexplicable interés de hacerme quedar mal a toda costa, no entiendo por que, le tengo paciencia, soy buena con ella, pero simplemente no quiere convivir conmigo como lo harían cualquier par de hermanas, al contrario me quiere lejos, ya iba a contestar cuando Anthony empezó a reir.

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