Sᴛᴀʀs Fᴏʀ Tʜᴇ Mᴏᴏɴ ﹙Iᴅᴇɴᴛɪᴛʏ V﹚

I. Good morning, Clark

• || Prospector x Vidente ||•

Los rayos del sol no lograban colarse por su ventana y el cantar de las aves parecía estar muy lejos de sus oídos esa mañana.

Eli estaba feliz de dormir plácidamente en su cama sin ninguna interrupción después de una noche un tanto agitada, a eso tenía que sumarle la última partida que tuvo contra Hastur, la deidad no había parado de seguirlo sin perder la oportunidad de golpearlo con sus tentáculos, estaba agotado pero eso no le impidió querer divertirse un rato entre los brazos del prospector.

Pero la vida odiaba a Eli, o más bien Norton parecía hacerlo.

Con un ligero gemido de molestia ocultó su rostro en la almohada evitando que el minero continuara picoteandole la mejilla con el dedo.

—Ya es tarde, Clark—como odiaba que lo llamara por su apellido, no es que no le gustase en sí, pero de vez en cuando su nombre no estaba mal—. Emily preparó hotcakes, levántate.

Con un débil susurro de “no quiero” se acomodó mejor para seguir durmiendo. Norton que había observado todo desde las espaldas del vidente se rascó la mejilla impaciente, necesitaba a Eli despierto y ya.

Se deslizó ágilmente entre las mantas rodeando con sus gruesos brazos la pequeña cintura del castaño, este se quejó pero se dejó hacer sintiendo reconfortante el tener el calor del minero sobre su cuerpo aún desnudo.

—Clark...

El susurro caliente en su oído le hizo contraerse, una reacción satisfactoria para el de cabellos azabaches que sonrió pícaro depositando besos por toda la nuca del vidente hasta su hombro.

—Ah...Norton, es muy temprano.

Eli quería seguirse quejando pero el más grande lo silencio con un beso en la mejilla, y pensar que hace dos años el mismo hombre que lo besaba con tanto cariño era una máscara de mentiras que solo veía a Eli de soslayo totalmente indiferente a su presencia.

El de la cicatriz hundió la nariz en la mota esponjosa aspirando el olor del chico que reía por lo bajo lo suficientemente despierto como para dar media vuelta y acurrucarse en el pecho contrario.

—¿Mr. Mole?—preguntó sorprendido, si bien antes notó que Norton ya se había cambiado no se le pasó por la mente que estaría usando uno de los trajes más llamativos que le regaló el anfitrión.

Tarareó dulcemente recorriendo con su dedo índice el traje sofisticado que llevaba desde el ombligo hasta el cuello— ¿Alguna ocasión especial o me perdí de algo?

Norton no pasó por desapercibida la mirada azulada cargada de una lujuria que nadie pensaría ver en el vidente, se sentía privilegiado por despertar tal deseo pecaminoso en un alma tan pura como Eli, aumentaba su ego en cierta forma. Lastimosamente no era el momento de complacer los pequeños deseos de su amado.

—¿No puedo verme bien para mi novio?

Las comisuras de sus labios se curvaron en esa sonrisa que tanto amaba Norton, totalmente cautivado por la belleza del vidente junto sus labios en un apasionado beso que solo se rompió cuando el castaño pensó que se quedaría sin oxígeno, un pequeño hilo de saliva unía sus bocas evidenciando la reciente lucha que libraron sus lenguas teniendo a Norton como vencedor.