''Cuando aún intentábamos que esto fuera mejor , quererlo era suficiente, para mí era suficiente. Vivir con la esperanza de todo, cancelé planes en caso de que llamaras y dijeras: ''ven a verme detrás del centro comercial''.
Demasiado para un amor d...
Perdón por el tiempo sin actualizar, les dejo este capítulo, espero más tarde subir otros. Gracias por leer.
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Narra Astrid:
Evan era el que estaba cocinando, ya habíamos ido al supermercado y comprado cosas para cocinar. Me generaba nerviosismo el hecho de estar con él, lo miraba de reojo mientras hacía las cosas, no sabía lo que preparaba pero él sonreía y me preguntaba si sabía lo que estaba haciendo, él a veces me regalaba miradas fugaces, mi corazón palpitaba fuerte cuando pasaba eso, cuando sentía su mirada sobre mí, era como un sentimiento extraño, pero nada desagradable.
Caminé hacia él y sonreí. Recordé que tenía un vino tenía un vino guardado, y pensé que sería buena idea sacarlo en ese momento, lo tenía reservado para algún momento especial, que nunca pudo concretarse con Christopher.
— ¿ Tomas vino? — pregunté nerviosa, como si de su respuesta dependiera mi existencia.
Evan me dedicó la más dulce de sus miradas, sus dientes y sus hoyuelos me dejaron casi hipnotizada.
— Pues eso no se pregunta— me sonrió aún más y supe que Evan si gustaba del vino.
Tomé dos copas que descansaban en un mueble, y serví el vino, caminé hacia él y dejé la copita descansando sobre la mesa donde él cocinaba. Sonaban de fondo canciones navideñas, la casa cambiaba de color por las luces navideñas y yo sólo observaba la situación, que era casi genial.
— Se ve bastante bueno lo que cocinas— miré sus preparaciones.
— La cocina no es mi fuerte, pero no podría dejarte cocinar después de lo que pasó con tu mano. Así que sólo hago un intento de risotto— Evan tomó un poco de vino.
— Oye... Eso es muy dulce de tu parte. Me la he pasado genial contigo — también tomé un poco de vino— Sabes que puedes venir cuando quieras— miré mis pies— Me gusta tu compañía.
— A mí también me gusta, Astrid, y me gustaría que no tuviéramos problemas con Chris.
— Evan, yo ya no estoy con Christopher...— miré incómoda a mi copa, no necesitaba hablar de mi ex, no que hacerlo, menos con Evan.
— Perdón Astrid, sé que no debería sacar el tema— él posó su mirada en la comida.
—No te preocupes — En un acto involuntario y sin saber por qué demonios lo hice, me acerqué a él y me apegué a su hombro izquierdo, Evan dejó de cocinar y se dio una media vuelta para abrazarme, descansé mi barbilla en su hombro y pude sentir su respiración en mi oreja.
— Eso fue algo lindo de tu parte— Evan soltó una leve risita.
— Gracias por llegar a este jodido pueblo—hablé triste, mientras me tragaba su aroma— Eres un buen amigo, Evan.
— Oye, sabes que estoy para ti— él habló despacio—Me gusta hacerte compañía. Y no quiero que pienses que esto lo hago porque Christopher me lo pide. Creo que no le hallo explicación a lo bien que me la paso contigo y que me gusta tener panoramas a tu lado. Espero que no dejemos de hacer esto.
