13.Sueños

539 59 57
                                    

Fictober 2020

13. Sueños

Como todas las noches desde que Syaoran tenía memoria, debía levantarse de su lecho de ébano rodeado de amapolas, situado en la tierra de la oscuridad eterna, localizada en los confines del inframundo.

Syaoran era un Dios menor, uno más de los cien hijos del dios Hien conocido como el gran señor de los sueños, físicamente era idéntico a su padre, también era nieto de la personificación de la noche, sus habilidades no eran de gran valor para los demás dioses, sus poderes se limitaban a crear hermosos paisajes para los humanos que visitaban el mundo onírico, nada comparado con su hermano mayor Eriol quien era mensajero para los grandes reyes, los hombres virtuosos y los héroes, aquel que tenía comunicación con el oráculo.

Las labores de Syaoran eran en extremo humildes, él debía brindar a los humanos, un poco de paz y alegría en sus sueños, aquel dios castaño de profundos ojos color ámbar, debía cruzar la puerta hecha de marfil, aquella que traía a los mortales sueños falsos o sueños sin sentido, no se le permitía cruzar por la puerta creada de ónix, esa entrada estaba reservada para su hermano mayor, debido a que ahí residían los sueños proféticos.

La hora pactada llegó como todas las noches, el dios de ojos ámbar emergió de su residencia, al igual que sus demás hermanos, iba ataviado con una túnica de lino negro como la más oscura de las noches, extendió sus alas imponentes y sombrías, emprendió el vuelo hacía el mundo humano, desde lejos la bandada de dioses semejaba un gran grupo de murciélagos temibles.

La noche parecía estar en calma, el castaño dios decidió apartarse de las concurridas ciudades donde sus hermanos solían llevar a los humanos al mundo de los sueños, voló por largo tiempo hasta llegar a un pequeño pueblo, cuando una plegaria llamó su atención, a lo lejos pudo escuchar una dulce voz que se notaba un poco triste.

Protégeme mientras duermo Dios de los sueños, mantén mi cuerpo a salvo, dame sueños que curen, dame sueños de paz, una paz que solo un Dios como tú me puede dar

Al escuchar la suave voz que imploraba sueños tranquilos, Syaoran no dudó en acercarse, descendió despacio y con sigilo en medio del jardín de una casa amarilla, sabía que los humanos no podían notarlo, pero siempre le gustaba ser precavido.

Entró hasta la habitación de una jovencita castaña que se encontraba acostada en su cama comenzando su viaje hacía los sueños, un ruido llamó la atención del ambarino, una máquina estaba a un lado de la cama de la chica y ella tenía una cánula en su nariz que justo llegaba al mismo artilugio ruidoso, Syaoran sabía que los cuerpos de los humanos necesitaban respirar para vivir, por lo que podía deducir que ella tenía ciertas dificultades para realizar aquello, de pronto escuchó que la chica se quejaba, cuando el dios volteó en su dirección la expresión de la bella joven era de profundo miedo y una lágrima emergía de sus ojos cerrados, entonces decidió brindarle un sueño de paz como lo había solicitado en su plegaria.

Syaoran tenía la opción de brindarle un lindo sueño y marcharse de esa casa amarilla, sin embargo, algo que no sabía explicar le decía que entrara al mundo onírico con ella, así que sin más reparo el castaño se manifestó dentro de las fantasías de la jovencita.

El panorama cambió completamente, un lugar demasiado blanco apareció a la vista, el olor a limpio inundó el ambiente, la chica se encontraba sentada en una cama muy diferente a la de su habitación, su pequeño y menudo cuerpo estaba unido a un sin fin de cables, cánulas y aparatos que hacían ruidos rítmicos, el ambiente no fue del gusto de aquel señor de los sueños, pero lo que más le desagradó fue la expresión triste de la mujer ante sus ojos, entonces detalló las joyas esmeralda que se escondían atrás de sus párpados, fijó mas su vista en la joven y se dio cuenta lo hermosa que era, sus rasgos delicados, no la podía mirar muy bien porque su cabeza estaba inclinada hacia abajo pero por lo que lograba observar, esa chica podía pasar por una diosa de la belleza.

FICTOBER 2020Where stories live. Discover now