Señorita Kim | Jenlisa

CAPÍTULO 19

- ¡Kim Jisoo! - gritó Jennie apenas llegó a su casa, Lisa aún aguantaba los sollozos pero Jennie apretaba su mano mientras conducía y cuando llegaron jamás imaginó que su hermana llegaría hasta este punto, talvez su grito se oyó por todo el lujoso lugar

- ¡Nini! ¡no grite! - Lisa la reprendió

- Voy a matar a Jisoo, lo juro - dijo entre dientes mientras golpeaba su cabeza contra el volante

suspiró y avanzó hasta dentro aparcado el auto en uno de los lugares, al parecer tenían que cruzar por una especie de puente sobre una gran piscina para llegar hasta su aún más grande mansión

- Nini, ¿Así era su casa? recuerdo que se veía enorme pero no tanto - Lisa se quedó boquiabierta observando con gran asombro el lugar, nunca imaginó un lugar así, la primera vez que vino se quedó asombrada, pero el lugar se veía más tipo de los años sesenta

- A mi hermana se le metió la idea de remodelar el lugar al parecer - Jennie estaba demasiado furiosa, tantas cosas le ocurrió con sólo pisar Francia un segundo, una vez que llegaron y entraron quedaron aún más boquiabierta, el lugar estaba diseñado con cosas de esta época, nada de modelos antiguos como su antigua casa solía tener, Jisoo hizo presencia escondida detrás de la espalda de Roseanne - Se puede saber porque...

- ¡Joder, Jennie! - se separó de la espalda de su esposa para ir preocupada hasta su hermana - ¿Qué fué lo que ocurrió? - dijo preocupada al ver sangre en la ropa de ambas - ¿A quién mataron?

- N-no.... no m-atamos a nadie - Lisa se puso nerviosa

- Que cosas dices, Jisoo - le dió una mirada fulminante a su hermana para que cuide sus palabras, esta entendió - ¿Se puede saber que mierda pasó aquí? - nuevamente Jisoo corrió tras Roseanne quién veía la escena como si fuera normal y en realidad lo era, las hermanas Kim discutían por cualquier cosa pero se querían infinitamente

- Pues... remodelamos un poquito - sonrió

- Queríamos agrandar el lugar, pero no tocamos la habitación de tus padres Jen, ni la tuya - explicó Roseanne tratando de salvar a su esposa, pues en sí también había apoyado la idea de Jisoo

- El lugar estaba muy viejo Jen, fue la casa de nuestros abuelos, necesitábamos cambiarlo - Jisoo suspiró y fué hasta el sillón más cercano a sentarse junto a su esposa, seguidas por Jennie, Lisa seguía parada en un lugar alejado aún nerviosa y con el cuerpo alodorido y un labio roto jugando con sus manos