Capítulo 76: Bob. {Fin de maratón 3/3}

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|Narra _____|

Cuando ya era totalmente de día y había terminado de darme ese “baño” para ponerme como “nueva”.  Fui en búsqueda de Bob, necesitaba saber cómo se encontraba. Porque por más que intentará pensar en otra cosa. Me venía a la mete cuando salió corriendo hacia dentro, no entendía bien que había pasado pero no creo que sea nada bueno.

— ¿Rosita? —Pregunte a una mujer que estaba de espaldas. Cuando se dio la vuelta, sonreí. ¡Bingo!—.

— ¿Qué pasa, ___? —Me pregunto, terminando de secarse las manos—.

— ¿Has visto a Bob? —Pregunté, entrecerrando los ojos—.

— No, ¿paso algo? —Su voz tenía un tono de preocupación.

Negué con la cabeza, no iba a preocuparla con algo que ni yo sabía. Ella asintió con la cabeza, y luego siguió con lo que estaba haciendo. Que era darle un baño a los pequeños bebes de Maggie. Cuando la veo a ella, con sus bebés. Mi corazón se parte en dos, porque ella perdió a demasiadas personas, en su granja había perdido a su familia. Luego, perdió a Hershel, su padre. En Terminus, falleció  su hermana Beth. Y ahora por el maldito de Negan —que por cierto, no sé donde se encuentra. Pero mi promesa sigue en pie— no tiene más a su esposo Glenn. Ella se quedo sola con los dos pequeños, y es una luchadora.

Mientras caminaba en búsqueda de Bob, comencé a pensar en Maggie nuevamente. Estoy orgullosa de ella, y pienso que es un gran ejemplo a seguir porque si a mí me hubiera pasado todo eso. No creo que siga donde estoy, es decir, me hubiera suicidado o por lo menos autolesionado. No es que este bien, si no que no soy una persona demasiado fuerte después de todo lo que pase, aunque intento disimularlo.

— ¿Bob? —Toqué la espalda de este y luego se sobresaltó, dándose la vuelta—.

— _____ —me miro sorprendido. Arque una ceja confundida y luego me cruce de brazos cuando note sus bolsas enormes bajo sus dos ojos—.

— ¿Qué te ocurre? ¿Tienes problemas? ¿Estas herido? —Él intento negarse, pero como soy algo terca. Puse la mano en su frente. Y pude notar que estaba quemando—. ¡Tienes fiebre! —Exclamé, mirándolo con el ceño fruncido—.

Volvió a negar con la cabeza repentinas veces, pero yo sabía muy bien qué es lo que ocurría. Tenía fiebre y creo que es desde que estaba metido dentro de todos los Walkers. ¿Le habrá pasado algo? Creo que sí, porque para que este de esta manera, supongo que algo ocurrió. Aunque no quiera admitirlo ni decirlo.

—Bob, puedes confiar en mí.

—Lo sé, eso no lo dudo —sonreí ante lo que acababa de decir, y levante la barbilla dándole a entender que prosiguiera—. Pero lo que pasa es que no quería que nadie se enterara…

— ¿Enterar de que cosa? —le corté algo brusca—.

Estaba por seguir hablando, pero escuchamos un rugido proveniente del lugar que se encontraba Ezekiel y Jesús, y nos miramos entre nosotros. Ambos nos encogimos de hombros y luego comenzamos a caminar hacia donde escuchamos ese ruido. La conversación iba a quedar pendiente, sin dudas.

Al ver que varios comenzaban a correr hacia donde se escucho el rugido. Vimos que Rick, y todos nuestros amigos se encontraban junto al tigre tirado en el suelo. Ezekiel estaba sobre este, acostado y esperando a que no le pasara nada. No entendía muy bien lo que pasaba, así que decidí escuchar sin hacer preguntas ni interrupciones. Mientras veía como todos tocaban al tigre.

—Él era mi mejor amigo… —susurro Ezekiel, y Jesús le apoyo una mano en su hombro—. Tiene una enfermedad, y espero que sea curable. No entiendo cual es, porque no hay buen equipo médico. Pero lo único que sé, es que no puede morirse siendo tan joven. Siempre estuvo conmigo, en las buenas y en las malas —Miraba al tigre blanco y luego a él—. Lo encontré cuando todo esto comenzó, o unos días antes…

La pequeña Dixon. ~Chandler Riggs.Where stories live. Discover now