Parte 7

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El primero en enterarse de la noticia de que el oficial y el comisario estaban saliendo, fue Gustabo. Si bien no estaba muy de acuerdo en un principio con Horacio juntándose tanto con Volkov, él aceptaba y respetaba las decisiones que tomaba su amigo, además, la principal razón por la que no le gustaba, era que no confiaba en que el ruso sintiera lo mismo que su hermano, no quería tener que consolarlo por un corazón roto, no le gustaba ver a su hermano herido después de todo, mucho menos por un superior cuyo costado, en el caso de ser necesario, no podía apuñalar.

Tanto a Volkov como a Horacio, les gustaba mantener la relación fuera del ambiente de trabajo. Pero dentro del cuerpo, hace un tiempo se habían comenzado a escuchar rumores de que el comisario y el oficial estaban juntos, otros decían que eran "amigos con beneficios" y otros no podían ver a estos dos personajes juntos ni en sus más extravagantes alucinaciones. Solo una persona se atrevió a preguntarle al comisario sobre la situación, pero después de recibir un intimidante "Y a usted que coño le importa, está trabajando, no viendo un reality", nadie fue lo suficiente osado como para traer el tema a colación otra vez.

El ruso no era una persona que se dejara intimidar, pero al crecer en un país donde la homosexualidad es condenada, no podía evitar temer muy en su interior que alguien atacara su relación, pero sobre todo, que atacaran a Horacio. Por otro lado, el de la cresta, que creció sin ningún tipo de crianza o estereotipo heteronormado, tan solo le faltaba gritar su amor a los cuatro vientos.

Después de semanas de especulación en secreto, una valiente policía decidió tomar cartas en el asunto, y se acercó a Horacio con la famosa pregunta que se murmuraba de vez en cuando en los vestidores, ¿Estaban el comisario y el oficial saliendo?

- ¡Si! - contestó emocionado el entrevistado - No hace mucho, pero si, estamos juntos -

La policía tomó las manos del oficial entre las suyas y con una amplia sonrisa les deseó lo mejor.

Y así se aclararon los rumores de la pareja del CNP, confirmado de primera fuente. Volkov no entendía por qué de repente empezaba a recibir felicitaciones de sus subordinados sin ningún contexto, o por que se quedaban callados cada vez que Horacio entraba a la habitación. Su confusión no se aclaró hasta que el comisario Greco se le acercó por detrás palmeando su espalda fuertemente.

- ¿Por qué no me contaste que por fin encontraste alguien que te aguantara? - le preguntó riendo.

- ¿Disculpe? -

- ¡Horacio! - dijo como si fuera evidente - La verdad lo compadezco, tiene que lidiar con un ruso cabeza dura como tú... Eso me recuerda que tengo que ir a darle el pésame - bromeó Greco.

- ¿Y usted cómo se enteró? - le cuestionó

- Pero si toda la comisaría lo sabe ya - Volkov suspiró - Bueno, debo ir a patrullar, si veo a Horacio le felicitaré tambien, solo queria darles mi bendición de comisario - sonrió y se retiró.

El superintendente se encontraba en el lugar, y notó que Volkov no estaba muy contento con que la malla supiera sobre su relación.

- No te preocupes, - lo tranquilizó caminando hacia él - si alguien se atreve a hacer o decir algo, está fuera del cuerpo. No toleraré actitudes discriminatorias en mi comisaría - hizo una pausa para ver como disminuía la tensión en la expresión de Volkov - Que somos una puta familia, coño -

Conway apretó su hombro en forma de promesa confortadora.

***

En el siguiente par de días, la pareja no tuvo mucho tiempo para estar juntos fuera de servicio, los horarios no calzaban, tampoco querían llamar mucho la atención viéndose en los descansos.

Volkacio Soft AUWhere stories live. Discover now