Capituló 9

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Narra Rubius:

En cuanto los guardias entraron a la habitación, dos me tomaron de los brazos con fuerza y me sacaron de aquella habitación sin dejarme si quiera despedirme de Luzu y Mangel, durante todo el trayecto estuve quejándome, llamándolos calvos y capullos, claro ni uno se inmutó.

Al llegar a mi habitación, ambos guardias me aventaron con fuerza y una vez alejado de la puerta ellos la azotaron y claro se quedaron a fuera, como si en realidad quisiera escaparme luego luego.

Mire hacia la puerta con odio y por instinto pase las yemas de los dedos sobre mis brazos — Mierda — esos guardias me apretaron tan fuerte los brazos que dejaron marca, dolía con tan solo rozar la "herida" ¿Por qué tenía que ser tan delicado?

Suspire y me dirigí a la entrada del pequeño balcón que tenía en mi habitación... claro, la puerta estaba cerrada, no podría abrirla por más que empujase, miré atraves de la puerta de vidrio, tal vez alcanzaría a ver algo y ... ¿A quién engañó? Aún si hubiera una forma de escapar no podría hacerlo, soy un inútil en todo sentido, yo hice que mis amigos tuvieran curiosidad por lo que había en la superficie y gracias a eso ahora estaban en un puto calabazo encerrados y peor aún jamás volverían a ver a sus "amados", si tan solo el Rubén de hace unos años se hubiera mantenido a raya y no hubiera hablando sobre lo grandioso que sería el mundo fuera del agua, tal vez hoy .. todo hubiera sido diferente.

Sin darme cuenta yo ya estaba llorando, demasiadas lágrimas corrían por mi rostro, no paraban de salir y yo solo podía limpiarlas o dejar que se fusionaran con el agua a mi alrededor.

Me acerqué hasta el lugar donde dormía, que en realidad era una mitad de una almeja gigante, la cual por increíble que pareciera tenía una pequeña almohada, me tiré sobre la "cama" dispuesto a llorar hasta perder la razón, sin embargo algo llamo mi atención, el colgante que Vegetta me había regalado ese mismo día, el cual aún colgaba sobre mi cuello, lo tomé con cuidado e involuntariamente solté una sonrisa.

Si no mal recordaba Vege había dicho que aquella piedra de color azul era un diamante, no sabía como esa pequeña piedra podía brillar tanto aún estando bajo el agua.

FLASH BACK:

Rubius se encontraba en la orilla del mar platicando con Fargan quien al parecer se encontraba pescado, "¿Qué le puedo regalar a alguien especial?" Fue lo único que Rubius le pregunto al chico sentado en la arena, el de antiantifaz se quedó callado en un momento y contestó — Algo que sea especial para ti — Rubius lo miró con confusión ¿A que se refería con eso? Fargan explicó a lo que se refería tras ver la mirada llena de confusión y curiosidad del tritón — Me refiero a que a una persona especial para ti, puedes regalarle algo que tenga significado para ti .. digo así pueden compartir más cosas en común— Fargan se rasco la nuca mientras seguía hablando — Esto sonaba mejor en mi cabeza —

— Creo que.. puede funcionar— dijo el de ojos de jade con una sonrisa de lado.

El castaño oscuro lo miró sin creerlo — ¿Enserio? Pff... jamás en la vida me habían dicho que mis ideas eran buenas — desvió la mirada a un lado y susurró — Al menos de que esa idea sea para hacer alguna maldad —

— ¿Dijiste algo? — preguntó él mitad pez a lo que Fargan negó con la cabeza, ambos se quedaron hablando un rato, mejor dicho, el de antifaz hablaba mientras Rubius pensaba si realmente él tenía algo tan especial como para regalárselo al de ojos morados y entonces le vino a la mente — ¡Lo tengo! — dijo casi gritando, interrumpiendo lo que sea que Fargan le estaba contando — ¿Tienes qué? ¿Si quiera me estas prestando atención? —

Rubius soltó una risa por lo bajo y lo negó — Ni puta idea, pero lo tengo, sé que regalarle a ese alguien—

— ¿Enserio? ¿Y qué es? Si se puede saber —

— Es un secreto — Ambos chicos se despidieron ya que Rubén tenía que apresurarse ya que Vegetta no tardaría en llegar.

Rubius bajó hasta el fondo del mar, cerca de una pequeña cueva, enterrado en la arena yacía un cofre de color verde, aquel cofre lo consiguió de un barco hundido, que se llegó a encontrar cuando exploraba las profundidades del mar y valla que dio con un gran tesoro o por lo menos lo era para él, cuando llegó, desenterró aquella pequeña caja y la abrió.

Nada más abrirla se podían ver algunas piedras preciosas, un mechero, un dije un tanto extraño y una que otra flor, Rubius ya tenía en mente lo que quería sacar exactamente, metió la mano en la caja y sacó de su interior una piedra de color morado, era brillosa y cristalina, el de orbes verdes sonrió nada más tenerlo entre sus manos, el color de esa extraña piedra era exactamente igual al color de ojos del azabache, era por esa razón que se la regalaría.

Una vez con la gema entre manos, volvió a enterrar la caja de color verde y se dispuso a subir nuevamente al muelle para esperar a Vegetta, sin embargo, recordó que aquel chico le había comentado que cuando regalabas algo normalmente le ponían un moño al presente, así que Rubius pensó que sería buena idea ponerle un moño a su regalo ¿De donde sacaba él un moño? Miró a su alrededor y encontró la respuesta Justo al frente de sus ojos ¡Algas! Pensó el tritón.

Tomó un par de algas largas y las amarró al rededor de la gema como pudo, formó un gran moño y sonrió, ahora estaba satisfecho con su presente, estaba segurísimo que Vegetta no se lo esperaría.

Volvió a subir en dirección al muelle y para su sorpresa Vegetta ya estaba ahí, sentado esperándolo — Vegetta hombre— el mencionado volteó con una sonrisa.

— A que no te esperas lo que te daré— dijo el de ojos verdes.

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Mientras Tanto Con Auron & Lolito:

Ambos chicos estaban en casa del pelinegro, ambos se encontraban tomando un par de cervezas mientras platicaban de la vida, para sorpresa de muchos, últimamente ese para ya no se juntaba como antes para hablar de sus cosas.

Se la estaban pasando tan bien hasta que el de pecas sintió un extraño escalofrío recorrer todo su cuerpo, de pies a cabeza — Mierda, tengo un mal presentimiento— dijo mientras sostenía una lata de cerveza.

Auron lo miró con confusión ¿A qué diablos se refería Lolito? Bueh.. fuera lo que fuera no le dio tanta importancia, seguramente, el escalofrío fue por la baja temperatura — Vamos hombre, no te sugestiones, seguro es por que la temperatura bajo de repente— se alzó de hombros y le dio un trago a su cerveza.

Lolito solo asintió, tal vez Auron tenía razón, así que no le dio mucha importancia.

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N.T:

Pff.. otro capituló de el maratón .. este si me costo escribirlo .. a veces venía la inspiración y a veces se iba .. pero bueno, lo termine y eso es lo importante, ahora puedo ir a dormir a gusto.

Aunque tengo una pregunta para ustedes ¿Qué prefieren ver en el siguiente capituló?

1 Ver la infancia de nuestros queridos tritones

2 Seguir con el Flash back de Rubius

Por cierto para las personitas que esperan a que actualice para leerlo y después ir a dormir (cosa que no creo que pase) déjenme decirles que por ahora este maratón lo estaré publicando tarde ya saben entre las 11:30 y la 1:30 (hora de México) ahora si, nos vemos mañana amix :3

3/5

Lo Que El Mar EscondeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora