𝐬𝐞𝐜𝐡𝐬

1.6K 245 92
                                    

— Ah

Ops! Esta imagem não segue as nossas directrizes de conteúdo. Para continuares a publicar, por favor, remova-a ou carrega uma imagem diferente.

Ah. — Se quejó la coreana dejando escapar un gemido de dolor. — ¿Qué pasó? — Preguntó sentándose.

Prancer... te pateó accidentalmente de camino al taller. Has estado durmiendo desde el resto de ese día. Ahora es seis de diciembre. — Respondió Mina.

Chaeyoung miró a su alrededor — ¿Dónde estamos? — Preguntó confundida al ver a un elfo en bata.

— En el hospital. También tenemos uno al igual que los humanos. A veces los elfos se lastiman al construir juguetes, así que creamos un hospital.

— ¿Qué tan gravemente estoy herida? ¿Sobreviviré? — Sentía su cabeza doler. Mina tocó suavemente la frente de Chaeyoung haciendo que la pequeña se estremeciera ante el tacto.

No te dejaría morir, Chaeyoung. — Dijo suavemente. Cuando sus ojos se encontraron, las dos compartieron una mirada libre de palabras.

Ah, entonces es éste el humano que se metió en el camino de Prancer. — Una voz interrumpió. Ambas chicas se sobresaltaron en sus lugares. Chaeyoung le echó un vistazo al cuerpo del elfo. Desde sus piernas largas, cintura ajustada, pechos de un tamaño considerablemente grande hasta sus grandes ojos marrones. Chaeyoung tragó saliva.

— Deberíamos haberlo visto pero íbamos con prisa. De todos modos ¿Ella estará bien, Jihyo? — Preguntó preocupada la elfa menor. Jihyo sonrió.

Por supuesto. Tendrás que agradecerle a Sana por vendar tu herida. — Le dijo Jihyo a la joven.

— ¿Sana?

Sana es... una de nuestras amigas elfas. — Respondió la elfa de ojos grandes con una sonrisa. Chaeyoung miró a Mina que estaba mirando a Jihyo. Parecía estar dándole una mirada de "No le voy a presentar a Sana. Esa sexualmente amigable elfa".

Uhm, Mina ¿Podemos irnos ya? — Preguntó la más pequeña. Mina la miró y asintió.

— Bueno, te veré en los alrededores con Mina, Son Chaeyoung. — Dijo Jihyo con una gran sonrisa deslumbrante.

Mina. — Chaeyoung la llamó mientras se ponía de pie tambaleando.

¿Sí? — La tomó de brazo para estabilizarla.

— ¿Estás haciendo esto porque confías en mí? Quiero decir... mostrándome el Polo Norte. Confías en mí ¿Es por eso que no me has borrado los recuerdos ni nada? — Mina guardó silencio. Por supuesto que confiaba en Chaeyoung. Pero no quería una perder a una amiga porque Santa no confiaba en ella. Chaeyoung se había convertido en alguien importante para ella en tan poco tiempo. No podía perder a una chica como Chaeyoung. Linda, asombrosa y divertida. Mina tenía muchos amigos en el Polo Norte, pero ninguno como la coreana. Mina asintió y le dio a Chaeyoung una cálida sonrisa.

𝐃𝐞𝐚𝐫 𝐒𝐚𝐧𝐭𝐚 ➳ 𝐌𝐢𝐜𝐡𝐚𝐞𝐧𝐠Onde as histórias ganham vida. Descobre agora