Capítulo 10: Los Ángeles

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Un suspiro sale de mi al sentir el caliente aire de Los Ángeles, California golpearme como tanta fuerza que por un momento siento que me sofoco
 
Sin poder evitarlo, ajusto la gorra y los lentes que acabo de ponerme al ver el mar de gente que esta esperando afuera de las áreas públicas del Aeropuerto, detrás de mi siento a un gran mano empujarme con suavidad, al girar la mirada me encontró con unas gafas negras  mirándome
 
—  Hace mucho calor aquí —  Le dije por lo bajo mientras comenzábamos a bajar juntos
 
El me miro da través de sus gafas, una sonrisa burlona se asomó por su boca, negó suavemente
 
Mire hacia al frente, hasta que los dedos de Ares tocaron mi mejilla y lo siguiente que sentí fue que me coloco un cubre bocas negro igual que el suyo, supongo
 
Rodé los ojos mirándolo, el solo frunció el ceño mirándome con una mirada fulminante
 
—  No te lo malditamente quites, ¿Escuchaste?
 
—  Si, señor —  Hice un saludo militar antes de adelantarme
 
Mis guardaespaldas me rodearon y me hicieron avanzar hacia la camioneta que nos esperaba, Ares seria llevado con sus fans para firmar algunos autógrafos, tomarse fotos y después nos veríamos
 
—  Bunny!
 
El grito de Ares hizo que me detuviera y me girara para poder verlo trotando hacia mí, hacia dejado su bolso en algún lado junto a sus gafas
 
Me cruce de brazos al lado de la camioneta lista para sacarme de aquí, la puerta abierta me mantenía escondida de la ráfaga de flashes que nos rodeaba
 
—  ¿Qué pasa, boxeador?
 
—  Vamos a ir a otro lado, acabo de hacer unas jodidas llamadas y ya tiene todo listo para nosotros
 
—  ¿Nosotros? ¿De que hablas? Tenemos que hacer check— in a las 3 en el hotel
 
—  No, se que amas tus jodidos hoteles, pero vamos a quedarnos en otro lugar
 
—  ¿Otro lado? Nunca me he hospedado en otro hotel que no se...
 
—  No es un hotel, Bunny
 
Ares se giro hacia los hombres de negro que nos rodeaban y comenzó a hablar con ellos, decidí sentarme en los asientos fríos de la camioneta en donde podía disfrutar de AC
 
Pero aun hombre cargando unas maletas negras que identifique como las pertenencias del sexy gatito en la cajuela del vehículo en el que me encontraba
 
Sin querer darle más importancia me senté a disfrutar del aire fresco artificial mientras revisaba mi teléfono, redes sociales, correo electrónico, mensajes de texto, Snapchat
 
—  Escúchame sladkaya
 
La voz de Ares me hizo verlo de reojo, debía responder este correo antes que olvidara lo que tenia que decirle al receptor
 
—  ¿Qué pasa? ¿Adonde vamos? —  Pregunte sin despegar la vista de mi teléfono, pero eso no duro mucho ya que el teléfono se arrebatado de mis manos, fulmine con la mirada a Ares quien bloqueaba mi teléfono y me miraba con cara seria
 
—  Bunny, van a llevarte a mi casa, nos quedaremos allí hasta que tengamos que volar de nuevo, ¿Oíste? Tengo una rueda de prensa en unos minutos, pero prometo que en cuanto esta mierda termine iré contigo, ¿De acuerdo?
 
Fruncí el ceño
 
—  ¿Y el equipo? ¿A que hora llegara allá?
 
Ares suspiro mirándome
 
—  Solo vamos nosotros, espero no te moleste, pero se que haz estado tratando de mantenerte alejada de mí, tenemos algunas cosas de las que hablar, sladkaya —  Sus dedos toman un mechón de mi pelo y lo colocan detrás de mi oreja
 
—  Ares...—  Suspire mirándolo —  No podemos hacer eso, no quiero rumores o mal entendido, debemos mantenerlo profesional, se que soy la menos indicada para decirte esto, pero si yo no puedo tu debes hacerlo
 
Su risa me hizo mirarlo con mala cara, era obvio que se estaba burlando de mí, quería golpearlo
 
Hagámoslo
 
—  ¡No te ríos, tonto!
 
Le reproche con el ceño fruncido, el solo me rodo los ojos y me dio una risa santurrona, pero alguien lo llamo, giro sobre su hombro para ver a John haciéndole señas
 
—  No podre serte de ayuda en eso, Bunny
 
Se acerco a mí, pero yo solo me aleje mirándolo seriamente
 
—  No estoy bromeando, Ares. No podemos seguir con este tonto juego, tengo trabajo y tú también
 
Tono rastro de diversión salió de sus hermosas facciones, mis entrañas se revolvieron al verlo fulminarme con la mirada, el enfado era latente en el
 
—  Escúchame, vas a ir a mi jodida casa, dejaras tus cosas, harás lo que tengas que hacer y si tienes que trabajar usa mi oficina, nos veremos allá en unas pocas horas
 
Abrí lo boca para replicar, pero Ares, como siempre, hizo algo que no esperaba que el aria
 
Me beso
 
Ares jodido Voltov me esta besando
 
Jodeeeeeer
 
Fue un beso corto, pero muy íntimo, recargo su frente en la mía y al abrir los ojos me encontré con sus orbes azuladas mirándome tan intensamente como solo él puede hacerlo
 
Un suspiro salió de mi al ver que no podía negarme, me había besado
 
Cerré los ojos
 
¿Qué me estas haciendo, boxeador?
 
—  Te esperare solo si prometes llevar helado y chocolate —  Susurre para que solo nosotros pudiéramos escuchar
 
Su ronca risa me hizo vibrar
 
—  Trato hecho, sladkaya
 
Su amplia sonrisa me desconcertó por un momento, nunca lo había visto sonreír tan ampliamente
 
Unos lindos hoyuelos formándose en sus mejillas me hicieron morir de ternura, el era sexy pero también tierno, Wow
 
Él se acercó hasta que nuestros labios volvieron a tocarse, pero esta vez el beso duro mas tiempo, nuestros labios se entrelazaron en una lenta danza, sus labios eran suaves
 
—  Voltov!
 
Nos separamos al escuchar el grito agudo del entrenador, al ver sobre el hombro del boxeador me lo encuentro haciendo una cara de fastidio
 
—  Wow, él enserio me odio, ¿No? — No pude evitar preguntar mientras reír divertida al ver al entrenador
 
—  No lo creo, pateare su jodido trasero si lo hace
 
Reí al escucharlo, pero mas risa me dio el verlo recargar sus manos en el asiento e impulsarse hacia mi con un pico en los labios
 
La carcajada que salió de mi sin poder evitarlo
 
—  ¿Qué te pasa? —  Pregunte divertida mirándolo
 
—  Bésame —  Demando con el ceño fruncido
 
—  Eres un gruñón, ¿Lo sabias, gatito?
 
El solo gruño escondiendo su rostro en mi cuello, las cosquillas no se hicieron esperar
 
—  Ya te dije que no me llames así, van a pensar que soy un jodido blanco contigo
 
Reí, su voz había sonado lejana, pues ahora se encontraba enterrada en mi cabello
 
—  Yo creo que eres un lindo gatito, manipulador, pero lindo
 
Su rostro dejo mi cabello rápidamente y sus ojos me analizaron
 
—  ¿Entonces si vas a ir a casa?
 
—  A tu casa, querrás decir, y si, pero solo una noche
 
El rodo los ojos
 
—  Ya jodidamente veremos... —  Se acerco con una clara intensión de besarme
 
Mi corazón se acelero una vez mas al sentir su cercanía, nuestros labios estaban por rosar...
 
—  Stavropoulos! ¡Mueve tu trasero! —  El grito del Doc. Impidió nuestro posible beso
 
Tercera llamada
 
Ares gruño maldiciendo en algún idioma que no estoy segura si es griego o ruso, pues no son idiomas que domino
 
—  Bunny, bésame, a- ho- ra — Demando
 
Reí con gracia al escucharlo darme ordenes, negué poniendo mi mano en su cara y alejándolo de mi
 
—  No lo creo, boxeador — Cerré la puerta y me puse los lentes para parecer tota una diva —  Debes aprender a pedir las cosas, nos vemos
 
Le dije al chofer que arrancara dejando al boxeador parado mirando como le alejaba de el
 
¿Quién se creía para darme ordenes?
 
Las primeras veces fueron divertidas, pero no quiero se acostumbre a mandarme por más que a veces pueda parecerme divertido o sexy
 
Solté un suspiro dejándome caer en el sillón quitándome las gafas, Los ángeles pasaba rápidamente por mi ventana, la gente vestía con poca ropa y sandalias
 
Que raro
 
Los ángeles siempre me habían parecido como un afrodisiaco y divertido desierto, aun que es una cuidad playera, el calor en el sur de país es algo de lo que no me sentía a gusto
 
Mas tomando en cuenta que vivo en Seattle, donde las personas siempre usan trajes y se protegen del frio
 
Otro suspiro salió de mí, no tenía mucha ropa para este clima, considere ir a comprar, pero me encontraba cansada, sin mencionar que tenia trabajo
 
Pero podría trabajar una vez llegara a la casa del boxeador, ya que dijo el que tenía una oficina, podría aprovechar también para comprar algunas cosas que necesito, ya que no iría al hotel por hoy, tendría que comprar el Shampoo, acondicionador y gel de ducha que uso
 
—  ¿Podrías llevarme a algún centro comercial? Quiero comprar víveres, ropa y algunas cosas, por favor —  Le pregunte al chofer
 
El me miro por unos segundos y asintió, encendió su radio y notifico que quería cambiar el rumbo del lugar
 
—  La llevare a un centro comercial que esta a unos 20 minutos de aquí, allí podrá comprar todo lo que usted necesite
 
—  Perfecto, gracias —  Le dije
 
Continuamos en silencio hasta que llegamos a la gran plaza, pedí ir directo al supermercado
 
Mi guardaespaldas tomo un carrito, mientras yo exploraba los pasillos tomando todo lo necesario, escogí unas piezas de salmón, verduras, especias, un vino espumoso, y demás cosas para preparar la cena
 
Bendito boxeador, lo que me haces hacer
 
Creo que nunca había preparado una cena par alguien ajeno a mi circulo sanguíneo, me sentía algo extraña, como ¿Ansiosa? ¿Emocionada? ¿Excitada? ¿Enferma?
 
No saldría decirlo con certeza, al igual que todos los demás sentimientos que tengo y que giran alrededor del boxeador
 
(.........................................)
 
—  No puedo creerlo, bueno, si puedo
 
—  Tranquilízate, compañera de útero
 
—  Pero creo que ella va a cerrar el trato con nosotros
 
—  Tu siempre te acuestas con las mujeres del trabajo, eres un mujeriego
 
—  Eso es porque solo tú y mama están en mi corazón
 
Reí mientras terminaba de cortar los vegetales
 
—  Claro
 
—  Nadie nos notifico de tu llegada al hotel, ¿En dónde estas?
 
Deje de respirar en ese momento y el silencio reino en la cocina, había dejado de cortar las verduras y ahora solo quería salir corriendo
 
¿Qué le digo?
 
—  El boxeador nos ofreció su casa, se me hizo una falta de respeto decirle que no, ya que era la única que aún no le había confirmado, pero le dije que solo sería una noche, mañana a medio día voy a ingresar porque tengo algunas juntas en la mañana
 
—  ¿En su casa? ¿Estas en su maldita casa? ¡¿Qué rayos, Alana?!
 
—  ¿Qué? Eres un exagerado, todo el mundo está aquí
 
—  ¿Y que estas haciendo justo ahora?
 
¡Mierda!
 
¿Por qué hace tantas preguntas?
 
—  Estoy respondiendo algunos correos, con el trabajo del boxeador y mis deberes en la empresa, estoy algo ocupada
 
—  Pero se contrato a un equipo para ayudarte con el boxeador
 
—  Lo sé, pero me conoces, tengo que supervisar todo y eso me lleva tiempo, pero no te preocupes, duermo mis 9 horas y doy mis 5 comidas
 
—  Claro, hasta no ver no creer
 
—  Me importa un bledo que no me creas
 
—  Este fin de semana voy a verte, ¿Seguirán en L.A? me enviaron el cronograma, pero no lo recuerdo
 
—  Si, creo que seguiremos aquí hasta el próximo jueves
 
—  Bien, podre gozar un poco de calor californiano, y tal vez a unas cuantas californianas también
 
—  Argg, eres un asqueroso portador de alguna ETS
 
—  ¡Oye! Yo no tengo ninguna ETS
 
—  ¿Alana?
 
—  ¿Adam? ¡Hermanito!
 
—  ¿Esa es Alana?
 
—  ¡Alana!
 
Mis ojos estaban a punto de llorar al escuchar a todos mis hermanos unidos, sin mi
 
—  Hola, chicos
 
—  Chicos, Alana acaba de decirme que se esta quedando en casa del boxeador
 
—  ¿Qué mierda, Alana?
 
—  ¿Por qué te estas quedando en su casa?
 
—  Tenemos como 700 mil cuartos de hotel disponibles como para que estés en su casa
 
—  ¡Son unos dramáticos! El invito a todo el mundo y me dio pena decirle que no, él es...amable
 
—  ¡Claro! Y yo soy un maldito santo
 
—  Ten cuidado Alana
 
La voz de todos hablando me saco de quicio por un momento, pero después de un rato de hablar
 
1 hora
 
Me despedí de ellos prometiendo hacer una video llamada mañana con todos, terminé la cena y me fui a poner mi pijama
 
Al entrar por primera vez al departamento del boxeador me sorprendió mucho, era un departamento promedio en un edificio promedio, no era muy grande ni muy pequeño, lo que si puede destacar es que la decoración oscura era muy masculina
 
Me había gustado, aun que le falta de objetos personales lo hacía parecer como un hogar bastante frio, no sé, pero tiene algo
 
Recuerdo que me sorprendió mucho el haber entrado y que el departamento se encontrara vacío, me hizo sentir como una intrusa, pero después de haber tomado una ducha y haber trabajado un poco decidí bajar hacia la cocina para cocinar una
 
Una vez todo listo, lo metí al horno a una temperatura baja para que solo se mantuviera caliente mientras el boxeador llegaba, coloque la laptop en mis piernas comenzando a trabajar de nuevo
 
(..........)
 
Ya habían pasado unas 3 horas desde que había llegado y el boxeador no llegaba, me sentí un poco fuera de lugar al estar en su casa sin el aquí
 
Suspire mirando el reloj, hace rato hacia apagado el horno y había comido un poco pues tenia hambre
 
El ruido de unas llaves me hizo mirar hacia la puerta a la espera de conocer quien era la persona que se encontraba del otro lado de la puerta, espero sea el boxeador
 
Pero me sorprendí al encontrar a una señora, una adolescente y dos niños gemelos que entraron corriendo
 
Palidecí al instante, que horror, estaba toda desarreglada
 
—  ¡Hola! —  Saludo energéticamente unos de los gemelos antes de salir corriendo hacia no sé dónde, calculo que deben tener no más de unos 5 años
 
—  Holi! —  Saludo el otro echándole un vistazo a mi laptop con una sonrisa angelical
 
—  Hola —  Dije mirándolo divertida
 
—  ¿Qué estás haciendo aquí? ¿Y Ares?
 
—  Ehhh...
 
No supe que decir, mas cuando tenia a la mujer y a la adolescente esperando por mi respuesta
 
—  ¿Quién eres? —  Pregunto malhumorada la adolescente
 
Se que deben estar sorprendidos de haberme encontrado aquí, también yo estaba algo sorprendida
 
—  Hola, mi nombre es Alana —  Le dije dejando mi laptop en el sofá y acercándome a ambas —  Estoy trabajando con Ares
 
—  ¡Oh! Hola, soy Calliope, la madre de Ares —  Saludo la mujer estrechando mi mano con una amable sonrisa, tenia una voz muy suave y angelical —  Ella es mi hija Artemisa, y esos dos son los gemelos Eros y Perseo
 
—  ¡Hola! —  Volvieron a saludar con una amplia sonrisa los gemelos parados al lado de su madre
 
Por otro lado, la adolescente, de nombre Artemisa, me miraba con unos ojos sospechosos, se que no se fía de mi y parece que tampoco le caigo bien, pero solo he dicho no mas de 3 palabras así que no la culpo por ahora
 
—  Es un gusto conocerlos —  Les regale una sonrisa de labios cerrados
 
—  Huele a comida, маме, ¿Vamos a comer aquí?
 
La mama de los gemelos parecía indecisa, realmente no sabia como tratar con la madre del boxeador
 
—  Por favor, cocine salmón y verduras hace un rato, seguro podemos comer todos
 
—  ¡Si! Маме! Por fa —  Suplicaron ambos gemelos a su madre con caras graciosas
 
No pude evitar reír por lo bajo al verme reflejada con Ankel en ese dúo dinámico
 
—  Insisto, prometo no intoxicarlos
 
La mirada verdosa de la mujer miro mi cara y después de unos segundos suspiró sonriéndome con labios pegados, después miro a los gemelos y los hizo calmarse
 
—  Nos quedaremos solo si prometen comportarse, ¿Entendido?
 
—  ¡Si mame! ¡Yuppy! —  Celebraron corriendo hacia el sillón
 
Espero no rompan la laptop
 
—  ¿Ya tienes todo listo? ¿O te puedo ayudar en algo? —  Pregunto la mujer dejando las cosas que tenia en un pequeño armario al lado de la puerta
 
—  No, todo está listo, pondré la mesa y... —  Me interrumpió
 
—  Yo te ayudare
 
Asentí siguiéndola hacia la cocina, comenzamos a sacar todo en silencio
 
—  Olvide mencionarlo, trajimos un poco de Bougatsa —  La mire con extrañeza
 
—  ¿Qué es eso? —  Pregunte curiosa
 
La mujer dejo la cuchara que estaba usando para revolver la ensalada y me miro con sorpresa evidente en sus ojos
 
Lo siento, americana aquí
 
—  ¿De donde eres, muchacha? —  Pregunto con el ceño fruncido
 
—  Heeee...—  Dude, no quería tener que explicar todo —  He vivido en Seattle muchos años
 
—  Ya veo, pero ¿Dónde naciste?
 
—  Múnich
 
Sus ojos se abrieron con sorpresa
 
—  No te escuchas como un alemán
 
—  Lo sé, como ya le había dicho, tengo muchos años viviendo aquí, de hecho, mis padres se conocieron aquí pero cuando mi madre se embarazo decidió pasar un tiempo con su familia y, como tenia un parto complicado por ser mellizos ella...
 
—  ¿Mellizos? La entiendo completamente, traer un bebe al mundo es difícil, pero traer a dios es cosa de otro mundo
 
—  Si, algo así dice ella también
 
—  ¿Así que naciste allá por unas vacaciones que quiso tomar tu mama?
 
—  Por decirlo así, estuvimos viviendo por 5 años allá y luego volvimos a Estados Unidos
 
—  Estados unidos me parece un país muy bonito, he disfrutado mi estancia aquí
 
—  Me alegra escuchar eso Señora
 
—  ¡Oh! Por favor, solo llámame Calliope, no quiero sentirme mas vieja
 
Ambas reímos un poco y seguimos hablando
 
Bueno, no es tan malo como lo imagine
 
—  ¿Bunny? —  Sonó la voz de Ares desde la puerta
 
Ambos giramos nuestras cabezas hacia donde el boxeador se encontraba con el ceño fruncido mirándonos extrañado
 
—  ¿Quién es Bunny? —  Calliope pregunto con curiosidad, quise golpear a su hijo
 
—  Ella —  Me señalo sin el más mínimo tacto Ares
 
—  Pero me dijiste que te llamas Alana —  El rostro de Calliope se tornó confuso mirándome
 
—  Ese es mi nombre, su hijo se empeña en ponerme apodos tontos
 
Dice fulminando con la mirada al boxeador, este solo sonrió mirándome de arriba abajo
 
—  ¿Qué son esos modales, jovencito? —  Chillo Calliope al ver la mirada que su hijo me había dedicado
 
Me sorprendió mucho cuando usando la pala de madera que tenia en la mano le dio un golpe en la cabeza
 
—  ¿Qué hice? —  Pregunto el boxeador sobándose el golpe
 
Reí
 
—  No mires así a tu invitada, ¿En donde estabas? — Le pregunto su madre siguiendo con su trabajo en la ensalada
 
—  Tenía una rueda de prensa y le pedí a Bunny que viniera aquí, tengo que hablar de...—  Me miro—  Algunas cosas importantes con ella
 
Calliope nos miro a los dos, su cabeza pasaba de Ares hacia mi hasta que parece que su cerebro hizo clic, lo que me daba miedo, era lo que ella había supuesto de nosotros
 
—  ¿ustedes están...— Nos señalo con la cuchara —  saliendo?
 
—  No — Dije
 
—  Si — Respondió por su lado el boxeador al mismo tiempo que yo
 
—  No —  Repetí mirando mal al boxeador
 
—  ¡Oh! —  Dijo Calliope mirando a su hijo
 
Seguro piensa que me estoy acostando con el
 
Qué vergüenza
 
—  — Ellos solo se están revolcando, Μαμά —  Dijo Artemisa entrando a la cocina junto a los gemelos, pero me sorprendió la mirada de odio que me dedico
 
—  ¿Revolcando? — Pregunto Eros sentándose en una silla de la isla
 
—  ¿En dónde se están revolcando? — Le siguió Perseo
 
—  ¡Yo también me quiero revolcar con Alana! —  El chillido de Eros hizo que si madre soltara otro chillido de horror
 
—  ¿Qué es revolcar? —  Intervino Perseo nuevamente
 
—  ¡Silencio! Nadie se esta revolcando con nadie, ni se revolcará —  Gruño Ares mirando a los gemelos —  Y Artemisa, será mejor que no me faltes el respeto así ni tampoco a Alana
 
—  Como sea —  Dijo la adolescente poniéndose unos audífonos que colgaban de su cuello y saliendo de la cocina con una mueca de fastidio
 
—  ¿Entonces? ¿Qué esta pasando con ustedes? —  Pregunto Calliope con el ceño fruncido
 
—  Estamos trabajando juntos, Alana me está haciendo unas exámenes y pruebas para que su compañía me patrocine — Me miro —  Pero justo ahora voy a convencerla de ser mía
 
Mierda
 
—  Yo también quiero que sea mía, Alana ¿Quieres ser mía y no de Ares? — Pregunto con ojitos de cachorrito Perseo delante de mi
 
—  ¡No! Mia, de mí, mía mía — Demando Eros empujando a su hermano para quedar enfrente de mi
 
—  Ustedes par de mocosos, váyanse de aquí antes de que les patee el trasero y dejen a mi chica en paz
 
Sonreí mirando a los gemelos bajar la cabeza y obedecer a su hermano mayor, Calliope continuaba con la ensalada, pero parecía pensativa
 
—  Prepare comida, podemos comer todos, si están de acuerdo —  Le dije a Ares mirando de reojo a su madre, el entendió mi mensaje
 
Se acerco a su madre
 
—  Μαμά, se que esto te toma por sorpresa, a mi también me tomo por sorpresa, pero estoy a punto de cumplir 28 años, ella realmente me gusta, no quiero desaprovechar tiempo que podríamos estar juntos, odiándome por mi cobardía, se que es nuevo para ti, también para mi, pero, por favor, apóyame —  Le dijo a su madre mirándola fijamente a los ojos
 
Yo me encontraba aun lado de ellos, sacando la comida del horno pero estaba terriblemente incomoda, no creo que yo debería estar escuchando esta conversación entre madre e hijo
 
—  Υιός, No se que decir, estoy... — Calliope se encogió en su lugar, después sus ojos se encontraron conmigo — Dime que tu también quieres a mi bebe, no podría soportar que la primer persona en mucho tiempo que mueve su corazón no sienta lo mismo
 
Me sorprendí bastante de su petición, los ojos azulados de Ares volaron hacia los míos y ambos, tanto el como Calliope quedaron a la expectativa
 
No sabia que responderles, ¿Estaba lista para una relación?
 
—  Su hijo y yo estamos conociéndonos, en lo que a mi concierta siento una conexión con el que... — Mis ojos pasaron de Calliope a Ares, quien me miraba con tantos sentimientos —  Que a veces me sorprende lo fácil que es convivir con el, es como si lo conociera de muchos años
 
Pero el sollozo de Calliope rompió nuestro contacto visual, ambos miramos con preocupación a la madre del boxeador
 
¿Por que llora?
 
¿Se unió al #TedioAlana junto con su hija?
 
—  Se que parezco una anciana loca y sentimental, pero...— Su llanto incremento, mire a Ares con preocupación pero el solo me miraba con un brillo especial en sus ojos y una sonrisa divertida en sus labios — Tu apareces y me haces tener esperanza, gracias, Alana.
 
Me sonrojo son poder evitarlo, creo que ella ya nos hace casados y con hijos en su mente
 
— Solo te advierto que si estas detrás del dinero de mi hijo, vas a vértelas conmigo — Me dijo después de secar sus lagrimas con cara seria
 
Tanto Ares como yo reímos por lo bajo
 
—  Μαμά, la familia de Alana tienes varios hoteles a lo largo del mundo, la misma Alana tienes propiedades, restaurantes y una agencia de viaje, créeme, ella esta detrás de muchas cosas, pero no de mi dinero — Le explico Ares
 
—  Bueno, en todo caso entonces espero que tu no vayas detrás de el de ella — Lo reprendió Calliope
 
Reí mirando la cara de enfado que le dio Ares a su madre
 
—  Eres mi madre, debes estar de mi lado
 
—  Siempre lo estaré, pero nunca estaré de tu lado si haces las cosas mal
 
—  Lo se mama, lo se — Dijo el boxeador mirando a su madre con adoración — Espero te lleves bien con Alana
 
—  Ella es encantadora y muy bonita
 
Murmuro como si yo no estuviera escuchándolos a 1 metro de ellos en la misma habitación, sonreí
 
—  También espero que se vayan rápido para poder hablar con ella, ¿Oíste? — Señalo el boxeador a su madre con el dedo
 
Ella sonrió mirando a su hijo con un brillo especial en los ojos
 
— Ares! — Lo reprendí sintiéndome avergonzada de su actitud
 
—  ¿Qué? Es mi madre, sabe de lo que hablo
 
—  Si, no se preocupen, nos iremos tan pronto terminemos de cenar
 
(.....................................................)

 
—  ...Y cuando nació era un bebe gordo y grande, midió mas o menos 1 metro de largo y 3 kilos con 230 gr —  Dijo Calliope mirando a Ares
 
—  ¿Qué? ¿3 kilos? ¡Que locura! — Le dije a Calliope con la boca abierta, ella rio
 
—  Si, quería morirme o quedar estéril para siempre — Miro a sus otro hijos — Pero gracias a Θεός que fue bendecida con 3 hijos mas, ¿Tu tienes hermanos aparte de tu mellizo?
 
—  Si, de hecho soy la menor de 5 hijos
 
—  ¿5 Hijos? — Pregunto Ares con la boca llena de pasta
 
Reí y asentí antes de pasarle una servilleta para que limpiara la comisura de su boca
 
—  Sip
 
—  No puedo imaginar a tu madre, 5 hijos, vaya
 
—  Si, supongo que tuve suerte de tener una familia numerosa, aun que un día mi padre me confeso que nosotros fuimos un accidente y vaya que se sorprendió al ver que venían 2 bebes en lugar de 1
 
—  Que gracioso! Eso mismo me paso con los gemelos, supongo que los mas pequeños siempre nos agarran desprevenidos
 
—  Que asco — Murmuro Artemisa mirándola con desagrado
 
—  Si, que asco —  Le siguió Eros imitando la misma cara de su hermana
 
—  Cállense ustedes — Los regaño —  Alana, cuéntame de tus hermanos
 
—  Bueno Alaric es el mayor, estudio negocios en Massachusetts, después esta Adam el estudio Derecho en Yale, Axel estudio medicina en Stanford, Ankel estudio Comercio internacional en Massachusetts y yo estudie Dirección Internacional de empresas y también Turismo en la misma universidad
 
—  ¿Qué universidad de Massachusetts? —  Inquirió con una mueca burlona Artemisa
 
—  Harvard —  Dije intentando no darle importancia ese...pequeño detalle
 
La mesa se quedo en silencio, Artemisa tenia la boca abierta, Calliope parecía sorprendida y Ares, oh Ares, el tenia unos ojos oscuros mirándome fijamente
 
— ¿Estudiaste en Harvard? —  La voz de Artemisa reflejaba clara sorpresa, como si le fuera difícil creerlo
 
—  Si —  Me encogí de hombros incomoda, intenté concentrarme el la comida
 
—  No te creo, dame una prueba —  Reprocho Artemisa
 
—  Te estas pasando mocosa —  Gruñó Ares a mi lado
 
—  No, está bien, todo el mundo tiene la misma reacción —  Le dije a Ares —  Mira
 
Saqué el teléfono celular que tenia en mi bolsillo y desbloqueé la pantalla, busque la carpeta dónde tenia las fotos de mi graduación y cuando lo encontré se lo pase a Artemisa
 
—  Esas son las fotos de mi graduación
 
Le dije mirando como miraba atónita las fotos, seguí comiendo mirando como todos se pasaban mi teléfono
 
Incluso los gemelos quisieron ver, aun que no entiendan de que hablamos
 
—  Mierda, luces caliente en ese vestido —  murmuro Ares una vez sus ojos comenzaron a mirar las fotos
 
—  Jovencito! —  Lo reprendió su madre
 
Pero parece cómo si no, pues el seguía con la vista clavada en mi teléfono
 
—  Joder, eres una caja de sorpresas, Bunny —  Me dijo regresándome el teléfono
 
Agradecí a todos los dioses cuando Calliope cambio de tema minutos después, comenzó hablar de como había sido su estadía en el país desde que habían llegado de Rusia
 
Al parecer le gustaba mucho Malibu y no tenia planes de irse pronto, nos dijo que los gemelos y Artemisa se habían adaptado bien a la escuela
 
El tiempo paso sin darnos cuanta, comimos el postre griego que descubrí es el favorito del boxeador
 
40 minutos después ya los estábamos despidiendo desde la puerta del apartamento, suspiré mirando a los gemelos pelear antes de que el elevador se cerrará
 
—  Tenemos que hablar
 
Dijo Ares una vez cerro la puerta tras su espalda
 
Mierda

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