-Esta es mi habitación- Abrió la puerta, dejando ver una habitación llena de juguetes, sentí tanta ternura
-¿Jugamos?- Mire mas detalladamente los colores, los muebles, el acomodo de estos, todo
-¡Claro! Toma- Corrió agarrando un peluche de perrito- Tu serás la princesa perrito- Agarro otro peluche, un dinosaurio y se lo dió a Samuel
-Yo seré... ¿Un dinosaurio?- Samuel me miró confundido, reí
-Tu serás el dinosaurio malvado que vigila a la hermosa princesa perrito- Rei nuevamente al ver la reacción de Samuel, mire tan entusiasmado a Dani agarrando una espada de plástico que tenía en algún lugar escondida
-¡Eres el valiente guerrero!- dijo Samuel con el dinosaurio en mano- ¡Me niego a entregarte a la hermosa princesa!- El acercó el dinosaurio a mi perrito
-¡Oh gran y piadoso guerrero! ¡Por favor! ¡Ayúdame!- Sonreí mientras movía al peluche
-No temas, hermosa princesa, derrotaré al horrible dinosaurio- Samuel interrumpió a Dani gritando un "hey" haciendo que tanto Dani como yo rieramos- como decía, derrotare al horrible dinosaurio que te priva de tu libertad- lo mire atenta ya que apuntaba con su espada a su hermano
- No podrás conmigo, el hermoso dinosaurio, por qué yo sé algo que tú no- Samuel se acercó a Dani, lentamente
-¿Que sabes tú de mi? Horrible dinosaurio- Dijo en forma de burla, aún manteniendo su postura, en cambio yo, me senté en el suelo y en frente de mi senté al perrito, ambas apreciando el momento
-¡Yo se tu punto débil!- justo termino esto, atrapó al guerrero haciéndole cosquillas
-¡Piedad! ¡Ruego piedad!- Gritaba Daniel, ya con lágrimas en los ojos por tanta risa
-¡Solo si dejas a mi hermosa princesa!- Reí y me levanté, golpeando a Samuel con el peluche
-¡Deja a mi precioso salvador!- Samuel dejo a Daniel y me miró
-Gracias hermosa princesa, ¡me has salvado!- Daniel aprovecho la distracción de Samuel y salto encima de él
-Rindete, Horrible ser- Samuel me miró molesto pero finalmente, cayó al suelo
-¡Has ganado! Guerrero- Abrace a Daniel- Estoy Agradecida- Con el perrito, simule que le daba un beso en la mejilla
-De nada, hermosa princesa- Hizo una reverencia para después bostezar
-¿Tienes sueño?¿Quieres dormir ya?- Samuel se levantó mirando a su hermanito el cual asintió, mientras el arropaba a su hermanito, yo recogía los juguetes, acomodando los
-Descansa, gracias por jugar conmigo- Le di una caricia en la mejilla y este sonrió, se empezó a poner rojito
DU LÄSER
La carretera
NovellerSuelo ir de un lugar a otro, de carretera en carretera, de avión en avión. Conozco nuevos lugares pero nunca estoy en un lugar estable. Quizá esta vez sea diferente.