Luego que el Príncipe volvió de su lugar secreto, fue hacia su oficina ya que debía atender muchas cosas, unas de las principales era volver a enviar espías a Astríon para recopilar información nueva sobre que estaban haciendo y de que cuando estaría cerca.
-- Quiero que vayas tu y tus hombres a Astríon para traer información útil soldado Pereira.-- ordenó el Príncipe
-- Si su Majestad, como usted ordene estaré yendo con un pequeño grupo de seis hombre, para no llamar tanto la atención, le parece ?.--
-- Si, esta bien, puedes irte.--
-- Con permiso su majestad!!. Me retiró.-- Pereira salió de la oficina, y el Príncipe siguió con más pendientes que tenía.
-- Permiso Príncipe aquí le traigo una taza de té, para usted.-- dije entrando con una bandeja en mis manos y con unos papeles que me ordenó el Emperador que le dee al Príncipe.
-- Déjalo allí.-- contestó sin despegar la pluma de la hoja.
Deje la bandeja sobre el escritorio y me fui, no mire atrás. Volví al sector de la servidumbre, en el camino iba ensimismada con respecto a lo que hable con Eva, talvez fue por eso que Sir José logró asustarme.
-- Buuu!!-- José salió de detrás de unos arbustos justo por la derecha a mi costado, yo salté del susto mientras que el sólo se reía a carcajadas.
-- Ay Dios!!. Me asustastes mucho Sir José.-- le dije llevando mis manos a mi corazón, y José seguía con su risa.
-- Deberías haber visto tu cara Emily (risita).--
-- No es gracioso, me pudiste a ver matado de un susto!!.--
-- ay no exageres (risitas), además eso te pasa por no prestar atención a tu camino.--
-- Estaba pensando en algo y tu me distraes.-- dije poniéndome sería.
José si bien era un buen amigo, aveces era un poco pesado con respecto a sus bromas. Al ver que no me pareció gracioso lo que me iso dijo lo siguiente.
-- disculpame, sólo quería alegrarte el día con mi broma, pero veo que me equivoqué.-- expresó con seriedad, y con arrepentimiento.
Fue un momento incómodo para los dos, nos pusimos a caminar nuevamente en silencio. Decidí dejar de pensar en todo por un momento y enfocarme en mi día a día.
-- Si que me asustastes José.-- dije dejando salir de mi una risita que rompió con el silencio.
Al llegar a mi destino, que era mi habitación, Sir José y yo estábamos como dos niños riéndonos y apenas sabíamos de que!. Sin duda me hizo muy bien su compañía.
-- Bueno llegué a mi destino ( rosita), y.. tu a donde ibas?.-- nos estuvimos a pocos metros de mi habitación.
-- Yo iba a él sector de los hombres, más especificamente a mi habitación también tengo que ir a buscar algunos papeles para la reclutacion del Ejército, por algún motivo están apurados para hacer más grandes su Ejército. Un poco raro ¿no?.-- explico aun con un poco de risa en sus labios.
-- Pero..entonces tu tenías que tomar el segundo pasillo del lado oeste de la otra área José!!. Por que no lo hiciste ?.-- le pregunté ya que el tendría que haberse separado hace rato de mi.
-- Lo que paso es que te quería acompañar asta tu destino. Y además se puso agradable la plática, aunque fue más risa jaja.--
-- !! Me hizo bien tu compañía!!.--
-- Enserio?.-- comenzó a ponerse rojo sus cachetes.
- Si!.-- le dije, notando que quedaba tierno con la cara roja.
-- Yo....yo..tengo que irme ya. N..nos..vemos Emily.-- se despidio apurado. Sus pasos eran más rápidos que lo habitual.
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-- ¿Cuando estará todo listo para marchar?.-- el Emperador Cameron estaba ansioso por satisfacer a su emperatriz, ella quería que todos los pueblos de la tierra esteen a sus pies.
-- Ya pronto su Alteza, aún estamos mejorando los armamentos, y todavía falta que lleguen los dos espías que enviamos.-- expuso el General Gabriel.
-- ¿que no pueden ser más rápido?.-- agregó Zafirho, la emperatriz.
La mirada de la emperatriz puso nervioso a Gabriel, ella con tan sólo chasquear los dedos podría convertirlo en sapo si lo deseara. Tenia un afán, deseo por ver a todos bajo sus pies.
-- Estamos haciendo todo lo posible por estar listos lo antes posible sus Majestades.--
-- Puedes irte!-- dijo Zafirho.
El General salió de la sala con una reverencia. El emperador estaba bajo el encanto de la emperatriz y todo lo que ella decía se hacía.
-- Ya pronto no habrá nada, ni nadie que nos pare en nuestro alelo por ser el Super Imperio Mi reina.-- Susurro el Emperador Cameron a su esposa.
( continuará, como siempre si te gusta la historia deja tu voto si quieres y comenta. Gracias )
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Una oportunidad a la Emperatriz !!!
Roman pour Adolescentsnací para ser Emperatriz ,como tan bien para no ser feliz . tengo todo , pero a la ves no tengo nada . Por que el amor que tengo no me es correspondido . ¿ Podré conocer la alegría ?o la vida me dará una oportunidad ?