━━ i. la selección

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Septiembre 1971

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Septiembre 1971

La puerta se abrió de inmediato.

Una bruja alta, de cabello negro y túnica verde esmeralda, esperaba allí. Tenía un rostro muy severo, y el primer pensamiento de Marlene fue que se trataba de alguien con quien era mejor no tener problemas.

—Los de primer año, profesora McGonagall —dijo Hagrid.

—Muchas gracias, Hagrid. Yo los llevaré desde aquí. Bienvenidos a Hogwarts —dijo la profesora McGonagall—. El banquete de comienzo de año se celebrará dentro de poco, pero antes de que ocupen sus lugares en el Gran Comedor deberán ser seleccionados para sus casas. La Selección es una ceremonia muy importante porque, mientras esten aquí, sus casas serán como su familia en Hogwarts. Tendrán clases con el resto de la casa que les toque, dormirán en los dormitorios y pasarán el tiempo libre en la sala común de la casa.

»Las cuatro casas se llaman Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw y Slytherin. Cada casa tiene su propia noble historia y cada una ha producido notables brujas y magos. Mientras estén en Hogwarts, sus triunfos conseguirán que las casas ganen puntos, mientras que cualquier infracción de las reglas hará que los pierdan. Al finalizar el año, la casa que obtenga más puntos será premiada con la copa de la casa, un gran honor. Espero que todos ustedes sean un orgullo para la casa que les toque.

»La Ceremonia de Selección tendrá lugar dentro de pocos minutos, frente al resto del colegio. Les sugiero que, mientras esperan, se arreglen lo mejor posible.
















[...]














Marlene no se encontraba nada nerviosa, estaba feliz y emocionada, a comparación de todos los niños de su edad, que se encontraban junto a ella, estaban nerviosos por ver en qué casa se quedarían para pasar sus años en Hogwarts.

—Voy a ser un Gryffindor como mi padre — escuchó a un niño decirle a otro —Es la mejor casa.

Marlene en realidad no tenía una casa favorita, aunque ya se había hecho la idea de estar en Ravenclaw puesto que toda su familia había estado ahí.

—¡Black, Sirius! — exclamó la profesora McGonagall.

El chico de ojos grises se dirigió hacia la profesora con una sonrisa arrogante.

—¡GRYFFINDOR!

El Gran Comedor quedó en silencio y luego la sala se llenó de murmullos.
Todos sabían que los Black pertenecían a Slytherin.

—¡Evans, Lily!

Marlene le dedicó una sonrisa a la pelirroja que se encontraba a su lado, la había conocido en el tren.

—¡GRYFFINDOR!

La lista siguió hasta que la profesora McGonagall llamó a la rubia.

—¡McKinnon, Marlene!

Lo último que Marlene vio, antes de que el sombrero le tapara los ojos, fue el comedor lleno de gente que trataba de verlo bien. Al momento siguiente, miraba el oscuro interior del sombrero.

Esperó.

—Mm —dijo una vocecita en su oreja—. Difícil. Muy difícil. Llena de valor, lo veo. Tampoco la mente es mala. Hay talento, oh vaya, sí, y una buena disposición para probarse a sí misma, esto es muy interesante... Entonces, ¿dónde te pondré?

Marlene se aferró a los bordes del taburete.

—Bueno, mejor que seas ¡GRYFFINDOR!

Marlene oyó al sombrero gritar la última palabra a todo el comedor.

Se quitó el sombrero y anduvo, algo mareada, hacia la mesa de Gryffindor. Y ya quedaban solamente pocos alumnos para seleccionar.

La profesora McGonagall enrolló el pergamino y se llevó el Sombrero Seleccionador.

Marlene miró su plato de oro vacío. Acababa de darse cuenta de lo hambrienta que estaba.

Albus Dumbledore se había puesto de pie. Miraba con expresión radiante a los alumnos, con los brazos muy abiertos, como si nada pudiera gustarle más que verlos allí.

—¡Bienvenidos! —dijo—. ¡Bienvenidos a un año nuevo en Hogwarts! Antes de comenzar nuestro banquete, quiero deciros unas pocas palabras. Y aquí están, ¡Papanatas! ¡Llorones! ¡Baratijas! ¡Pellizco!... ¡Muchas gracias!

Se volvió a sentar. Todos aplaudieron y vitorearon. Marlene no sabía si reír o no.

—Está... un poquito loco, ¿no? —preguntó con aire inseguro a una chico con anteojos que estaba sentado a su lado.

—¿Loco? —dijo James Potter con frivolidad—. ¡Es un genio! ¡El mejor mago del mundo! Pero está un poco loco, sí. ¿Cuál es tu nombre?

—Marlene McKinnon, ¿el tuyo?

—James Potter, sabes Marls creo que seremos muy buenos amigos. — dijo volteando a ver a Remus Lupin, Peter Pettigrew y Sirius Black que se encontraban junto a él.

Este último guiñándole un ojo.

SEMPITERNAL ↠ SIRIUS BLACKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora