Días de Juventud | hyunin

Capítulo 11

Los sueños en algunas ocasiones pueden permanecer como simples utopías.

Así como en la vida, algunas veces se gana y otras se pierde.

Aunque Choi Jisoo se esforzó desde su infancia para atrapar la cima del mundo del ballet, su meta se alejaba cada vez más de ella. A veces los sueños no se pueden alcanzar aunque los anheles con tu ser entero, y Lia a sus dieciocho años bien cumplidos pudo confirmarlo.

Porque ese día, justo antes de salir de su hogar para dirigirse a su club, una carta de admisión para una de las universidades de contaduría más prestigiadas de toda Corea estaba en su mesa junto a una nota de su madre, la cual le repetía una vez más que debía aceptar su destino.

Y en esos momentos deseaba ser Yang Jeongin.

Ese chico desde que lo conoció había defendido, o más bien, había luchado por todo lo que siempre había soñado, e incluso podía jurar que aquel castaño estaba a un solo salto de conseguir todo lo que alguna vez se había propuesto, pero conociéndolo como la palma de su mano, estaba casi segura que él, lo único que quería era bailar. Sin ser consciente de que en realidad cada vez que daba un paso transmitía cientos de emociones.

Emociones las cuales habían abrumado a Lia desde la primera vez que lo vió.

Pero sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando un suave y familiar tono de voz la llamó desde lo que pareció la lejanía.

—Lia, ¿está todo bien? —preguntó el castaño con el ceño levemente fruncido, totalmente preocupado por su amiga.

—Innie, la presentación de fin de año... será mi última vez en el escenario.

Silencio era lo único que abarcaba entre ellos dos.

Al estar descansando en el patio lograron tener un momento a solas, incitando a la chica a sacarse aquel peso de encima.

—P-Pero... —tartamudeó Jeongin, impactado por la semejante noticia.

—Sé qué planeas decirme, que no debería rendirme y seguir bailando —dijo Choi sonriendo levemente y recibiendo el fugaz asentimiento del castaño —. ¿Sabes? Desde pequeña soñé con ser una famosa bailarina de ballet para bailar alrededor del mundo, justo como en las películas animadas, en donde el protagonista comenzaba desde cero para luego alcanzar la cima de todo. Pero, con el tiempo, me di cuenta qué tal vez ese mundo que me imaginé tal vez no sería el indicado para mí...

—¡Pero, Lia! ¡Tienes demasiado talento! Has practicado muchísimo tiempo, aún más que yo. Si no pudieras continuar, yo-

—No.

Jisoo decidió interrumpir a Yang antes de que dijese lo que menos quería escuchar.

Ella sabía mejor que nadie que no era lo suficientemente fuerte para enfrentar a sus padres. Ella sabía que jamás alcanzaría un nivel muy alto en el mundo del ballet. Ella sabía que no era igual de valiente y fuerte que Yang Jeongin.

—Sé que puede sonar egoísta... Pero quiero que tú sigas bailando —comenzó a hablar Lia, quien tenía la voz cortada y un doloroso nudo en la garganta —. Jamás he conocido a alguien que tenga la gracia necesaria para demostrar pasos tan finos y limpios como los tuyos. Básicamente naciste para esto, Yang Jeongin. Así que mi único deseo sería que lograras tu sueño... P-Porque yo s-sé que tú sí p-puedes lograrlo...

Para ese momento, Choi no pudo aguantar más sus lágrimas, y comenzó a desahogar toda su tristeza y furia que había guardado en su pecho todo ese tiempo.

Tal vez ella no podría continuar en aquel camino, pero haría lo que fuese necesario para que nadie más tuviese que pasar por su misma situación, tratando de convencer a su mejor amigo de no rendirse.

Sintió como Jeongin la envolvía en un cálido abrazo mientras acariciaba cuidadosamente su espalda, dejando que empapara por completo su hombro.

Y entonces, Jisoo sintió que su corazón latió pesadamente en cuanto escuchó al castaño hablar levemente cerca de su oreja en un intento de tranquilizarla.

—Te juro que alcanzaré la cima a la que siempre soñaste llegar. Seguiré bailando hasta que pueda devolverte todo el esfuerzo que has dedicado todos estos años. Porque no solo me has brindado apoyo desde que nos conocimos, sino porque también tú baile ha marcado mi ser completo. Gracias por confiarme tu sueño, Lia.

Los sueños son muy difíciles de alcanzar en esta vida, y Choi Jisoo lo sabía.

Pero, lo que también sabía y de lo que estaba segura era que con un poco de esfuerzo y por supuesto valentía, todo era posible.

Y Yang Jeongin estaba dispuesto a demostrárselo.

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¡Las lindas y queridas vacaciones han llegado a mi!

Por fin puedo darme un respiro del estrés escolar y descansar. Así que cuéntenme, ¿ustedes también ya tienen vacaciones?

Espero que se encuentren muy bien y espero actualizarles pronto, ¡cuídense!

- Ren 💛