15

1K 107 15
                                    

Abrió sus ojos de forma perezosa al escuchar los ladridos de sus perros, trato de levantarse pero la ciudad no quería dejarle ir.

— Chamaca, sueltame necesito hacer el desayuno —. Le acomodo su cabello mientras la sentaba en su regazo.

— No, déjame dormir mamá —. Apretó el agarré en su blusa, al mismo tiempo que CDMX se asomó al cuarto.

Se rió ligeramente pero le preguntó — Hago el desayuno para todos? —.

— Porfavor —. Después de que respondió el se retiró a la planta baja, ella seguía intentando que la chiquilla se despertará correctamente por qué la verdad seguía muy adormilada como siempre. Tardo un rato pero lo logro.

Le dió su ropa para que se cambiara, mientras tanto se dedicó a ponerse sus vendas acomodando las con cuidado para no hacerse daño a si misma con las mismas para el día con Argentina. Tomo una blusa de botones, se la colocó con cuidado complemento la prenda con unos pantalones negros algo ajustados y unas botas relativamente femeninas que siempre le han gustado, pero tomo su broche de serpiente poniéndolo en su blusa.

Al poco tiempo Laguna salió del baño cambiada, seguía con su cabello despeinado.
Al verla una cara de enojada se postró en su rostro al ver que su pecho estaba vendado — Mamá nooooo —. Era un pequeño puchero.

— Solo será por hoy te lo prometo, vente para que te peine —. De mala gana la infante obedeció parándose frente al espejo para que México le empezará a pasar el cepillo.

— Me lo prometes —. Dijo mientras que le empezaban a agarrar mechones de cabello con cuidado.

— Te lo prometo —. Le dió un beso en su frente. Con poco tiempo unas hermosas trenzas se encontraban en la cabeza de Laguna.

Ya listas fueron a desayunar unos chilaquiles verdes preparados entre el Chilango y Venezuela, pero ellas pusieron la mesa. Atraves del desayuno comentaron sobre lo que se haría cuando llegara Argentina, la venezolana no estaba muy emocionada por la visita del argento realmente quería que la mexicana solo se la pasara con ella. Han conectado mucho en estos días con la sinceridad de Méx además del precioso cuerpo que tiene, que el Sudamericano venga hace sentir rara pero con la presencia de la niña no se sentía así, se siente celosa... Y no lo quiere admitir.

Si Argentina es de los mejores amigos de la mexicana, pero él no sabe su secreto, no sabe de los demás entonces es un poquito más cercana a ella.

Esos eran los pensamientos que fueron interrumpidos por el sonar del teléfono de la casa, Mexico fue a responder escuchando ciertas frases sueltas de afirmación.

— Es Arge, dice que ya vienen para la casa —. Dijo después de colgar, por lo que todos los demás se pusieron a recoger la casa, ver que los perros no hayan tirado comida fuera del plato al comer, en fin preparándose para la visita.

En los momentos que eso pasaba el argentino estaba en un auto con sus hijas, Soledad se veía muy decaída solo observaba su cabello junto con el Malvinas que estaba totalmente suelto con unos moños. En una de las visitas con Argentina le dijeron que ya no les gustaba su cabello así de largo, por lo que Argentina a buscado diferentes cortes para ellas durante un tiempo y ahora que tiene custodia podrá cortar el cabello como quieran, es más tal vez le pida unas tijeras en la casa de mex.

— ¿Cómo es México? —. Preguntó Malvinas mientras observaba los alrededores atravez de la ventana.

— Es un tipo agradable, relajado en ocasiones algo tonto, dentro de lo que cabe es muy buena persona —. Es una descripción que no dice mucho pero le servirá. — ¿Por qué preguntas? —.

Águila Azteca  [México]Where stories live. Discover now