Un encierro a tu lado

Capítulo 20 - Día #13

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Joaquín

Un día más pasaba, cada vez faltaba menos para irnos y honestamente no me quería ir. El tema de volver y que todo se complicará era algo que en verdad me preocupaba, más no lo mostraba frente a Emilio, no quiero que mi inseguridad se mezcle con la suya y sea algo tan grande que no podamos siquiera hacer el intento de seguir.

Nos hemos entendido tan bien que aún no me creo que antes no nos podíamos ni ver. Pensar en todos los momentos que hemos vivido me arrancan una sonrisa tan sincera que me sorprende, Emilio me ha hecho tan feliz en tan pocos días, ni las personas que me rodeaban diario lo han logrado; no digo que no era feliz, porque si lo era, solo que no al 100, Emilio completo lo faltaba.

Justo ahora le observo mientras cocina, es hora de almuerzo y yo no he hecho más que verle ir de un lado a otro buscando ingredientes. Me ofrecí a ayudarlo tantas veces que me aburrí, siempre recibía la misma respuesta "No. Te quiero consentir, déjame hacerlo bonito" me rendí y le deje.

Ver a Emilio tan atento y tan cariñoso me causa gracia, ya que en la universidad se muestra como el fuckboy, camina ignorando a todos y sus ropas combinan con la personalidad que trae siempre. Pero dentro de todo eso está el verdadero Emilio, ese que te pide mimos a cada momento, que es súper atento y cariñoso.

----¿En qué tanto piensas?---- mis pensamientos fueron interrumpidos por Emilio quien me miraba divertido, seguro mi cara lo era.

----En nada---- respondí colocandome en una mejor posición---- Creo que pensaba en todo y en nada a la vez---- tome mi teléfono el cual estaba a mi lado.

----Si tu lo dices, te voy a creer---- le sonreí y él me devolvió la sonrisa antes de seguir con su labor de hacer sushi----No entiendo tu amor por esto----hizo una cara de asco al ver los ingredientes.

----Porque es delicioso, yo no entiendo como no te gusta---- Por esa misma razón yo me había ofrecido a hacer la comida, pues sabía que él no era muy fan del sushi y no le agradaría mucho prepararlo---- Te dije que me dejaras preparar la comida a mí---regañe.

----No te iba a dejar, te quiero consentir y eso implica preparar sushi aunque no me guste---- sonreí como el tonto enamorado que era, en tan poco tiempo mi corazón le pertenecía.

----Eres un amor---- dije antes de seguir en mi arduo trabajo de seguirle sacando fotos distraído.

----Si sabes que me doy cuenta de que me tomas fotos ¿no? ---- deje de tomar fotos en cuanto dijo eso.

----Pufd, ni que estuvieras tan guapo---- tome otra foto a la cara que me hizo, se veía adorable y chistoso.

----Como digas---- Río antes de seguir---- Te tengo una sorpresa por la tarde---- me emocione cual niño chiquito cuando dijo eso.

----¿Qué? ¿Qué es? ---- pregunte impaciente, no soy muy tranquilo cuando de alguna sorpresa se trata.

----Si te digo que es, no sería sorpresa. Pero no es mucho----rasco su nuca como señal de nerviosismo, el siempre hacía eso.

----No importa que solo sea un chocolate o unas palabras. Será perfecto---- dije. Era la verdad, a estas alturas todo me parecía bien.

----Bien, porque me costó aprenderla---- frunci el ceño pues no entendía, pero no le preste atención supuse sabría de que hablaba por la tarde.

[...]

La tarde había llegado y con Emilio nos encontrábamos en la sala, estábamos sentados viendo hacia la chimenea la cual aún permanecía apagada, no decíamos palabra alguna y no era nada incómodo. De un momento a otro se levantó y tardó unos minutos en regresar y cuando lo hizo, lo hizo junto a esa guitarra que tanto le ha gustado, planeo regalársela.