Pt 6: Kacchan

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Buenos dias a los lectores matutinos, Buenas tardes a los lectores normales, Buenos dias al desmadre de los lectores nocturnos.

Me explayare en la nota de abajo asi que.

Enjoy!

Abrió los ojos cuando sintió una gran ráfaga de luz alcanzando a sus parpados, lo que lo hizo rebufar un poco por la molestia

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Abrió los ojos cuando sintió una gran ráfaga de luz alcanzando a sus parpados, lo que lo hizo rebufar un poco por la molestia.

Y es que estaba molesto, ¿Y por qué estaba molesto te preguntaras tu? Eso es muy fácil.

Primero, hace un par de minutos no dejaba de escuchar un golpeteo fuerte en el techo, que lo había sacado de la fase de sueño, colocándole en la incómoda fase de coma.

Esa en la que no te puedes ni mover por el cansancio extremo y que solo te hace querer morirte.

Así que, como venganza iba a hacer algo contra los malditos gatos que se les ocurre hacer cosas impuras en el techo de su casa. No tienen ningún respeto, hum.

Lo segundo, al parecer se había cortado la luz o algo así, porque entonces no se explicaba el por qué su scaldassonno (NDA: Artefacto que sirve para calentar una cama) se había apagado. Y es que maldita sea, estaba tan calientito, que le daban ganas de levantarse e intentar arreglar la luz para que vuelva el calor. Lamentablemente no podía por el estado vegetal en el que estaba.

De todas formas, le daba gracias a Uraraka o a quien sea por prendérselo durante la noche, y eso que no recordaba para nada haberlo puesto, aunque no le dio muchas vueltas a lo último.

Y lo tercero fue, que la almohada que tenía en sus hombros, esa que le daba tanto calorcito, había desaparecido — al mismo tiempo que el calor de la cama, por cierto — y eso lo enojo aún más.

Y eso que el es una persona de mañana, de esas que despiertan como si jamás hubieran dormido, con toda la energía del planeta.

Así que con lo emputado que estaba, decidió que sus músculos habían tenido suficiente, y que era hora de hacerlos mover. Con toda la concentración del mundo intentaba forzar a su adormilado cerebelo, para que empezara a mover su cuerpo, algo que le costó un par de segundos.

Cuando pudo abrir sus ojos, miró hacia el verdoso techo, y mientras sus pupilas se adaptaban lentamente al cambio de luz, su sentido auditivo había vuelto. Y juntó a eso, un montón de esas gotas de lluvia que chocaban contra el techo, haciéndolo sonar en una muy bella melodía, una que el adoraba.

Porque sí, se considera un amante de la lluvia, porque esta ha sido uno de sus mayores acompañantes en esas noches donde el lloraba en silencio en la soledad de su habitación, tragándose toda la frustración de gritar y despejarse la mente, y todo para no preocupar a Denki o a su padre.

Se incorporó levantando su cuerpo junto a sus sabanas, quedando sentado con las piernas por debajo de las mantas. Se removió las molestas lagañas con su dedo índice, mientras escuchaba a las gotas de lluvia aumentar la intensidad contra el techo.

Clinicamente Amoroso [Katsudeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora