「𝐎𝐧𝐞-𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬 - 𝐌𝐲 𝐂𝐡𝐞𝐦𝐢𝐜𝐚𝐥 𝐑𝐨𝐦𝐚𝐧𝐜𝐞」

✶𝓛𝓸𝓿𝓮 𝔂𝓸𝓾✶

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Un chico alto, con cabello castaño y rizado espera a su cita en el cine con un ramo de rosas y dinero que ahorró de distintos trabajos que hizo en los jardines de su vecindario. Mira ansiosamente a ambos lados de las calles, solo para encontrar a su cita; una chica delgada, lindas curvas, cabello castaño oscuro y una bonita sonrisa, saliendo del local con la capitana de porristas.

La sonrisa en su rostro desapareció y su agarre de las rosas se afloja lentamente hasta que estas caen al suelo, se cierra la cremallera de su hoodie mientras se aleja lentamente, y justo en ese momento su cita mira en su dirección, pero solo para ver un lugar vacío con rosas tiradas. En el piso.

Mientras el rizado camina por una calle vacía de un vecindario suburbano, comienza a llover, se detiene en seco y mira hacia el cielo, pequeñas lágrimas caen por su rostro.

Vaga un buen rato por las calles, sin rumbo, y sin importarle que la lluvia pueda arruinar su cabello. Aunque inconscientemente se dirige a su casa por un camino distinto al que tomó cuando salió de ella. Era bastante tarde ya. Probablemente a su madre no le importase del todo que pasara un par de horas extras fuera de casa, ya que el casi nunca salía. A penas tenía amigos.

Mientas tanto. Un chico castaño y delgado, que usaba un enorme sweater negro se dio cuenta del chico rizado y casi completamente empapado.

-¿Ray? - le gritó desde el segundo piso del departamento en el que vivía junto a su hermano mayor.

El más alto se detuvo, buscando la voz de quien le hablaba. Mirando hacia todos lados hasta que vio al chico de lentes saludándolo con entusiasmo desde la ventana.

-¿Mikey? - sonrió leve, era el hermano menor de uno de sus mejores amigos. Llevaba tiempo sin verlo. - ¿Vives aquí? Creí que aún te quedabas en casa de tus padres.

Rio simpático mientras se sonrojaba un poco, se apoyó en el marco de madera de la ventana y habló tímido. -Me mudé con Gerard hace un mes. No quería estar lejos de él ni de ustedes.

Ray sonrió más amplio, realmente le caía bien el chico de lentes y su compañía era muy agradable. Y es que todos tenían una debilidad por los Way. Frank, el menor de sus amigos, llevaba muy buen tiempo gustando del guapo pelinegro hermano de Mikey.

-¡Eso es genial! Podremos salir juntos más seguido.

Mikey se sonrojó violentamente, esbozando una sonrisa tonta - S-si... esta lloviendo más fuerte ¿Quie- quieres entrar? - riendo muy nerviosamente, desplegó la escalera metálica pegada a la pared para que Ray pudiera entrar.

-¡Gracias! ¿Tienen teléfono? Tengo que avisarle a mi madre que voy a quedarme. Estará furiosa conmigo si no lo hago. - rió de una forma bastante adorable que solo hacía suspirar a Mikey tontamente.

-C-claro que si, ve por el pasillo hasta la cocina. - Cubrió un poco su rostro con el cuello de su sweater e hizo un gesto indicando la dirección a la que debía ir.

-Está bien, vuelvo en un momento.

Soltó un largo suspiro en cuanto el rizado salió de la habitación. Se arrojó a la cama y se permitió ahogar un grito en la almohada. Tenía al chico que le gustaba en su casa. En su cuarto. Mudarse con Gerard no fue en vano después de todo.