Cap. 14

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Despierta. Ivy. ¡DESPIERTA!

--Eh... ¿Qué?

Abrió los ojos, pero no podía ver nada; al principio se asusto.

¿Acaso estaba ciega?

¿Qué fue lo que ocurrió?

Rápidamente el sobresalto se fue, pero vino uno lleno de confusión al poder notar que entre la oscuridad podía distinguir la tela en sus ojos. Intento moverse, pero no pudo hacerlo, no estaba acostada tampoco, estaba como recargada en una silla

Estaba atada en una silla

--Oh, ya despertaste -era una voz masculina y que ella conocía muy bien

--¿Richard? Richard Trager

--Oh~ -canturreó con aparente felicidad- ¡Me reconociste! Que felicidad es la que siento ahora

--¿Estás bien? -Ivy preguntó con tranquilidad, como si estar atada y ciega (temporalmente) no la asustara- Sé que experimentaron contigo

--Ya sabes como son los de aquí -su voz se torno seria- Cuando te sienten una amenaza no escuchan explicaciones y te atacan cual animales salvajes -su voz mostraba mucho odio- Pero me alegra que te preocupes por mi -pudo oír como se le acercaba- Eh de admitir que esos desgraciados hicieron un muy buen trabajo conmigo, me siento más fuerte, más libre, más... poderoso -pronunció la palabra con lentitud, como saboreándolo- Así que para contestar tu pregunta. Si. Estoy muy bien. Pero... ¿Y tu?

--Blaire intentando despedirme, ya sabes. Lo de siempre e intentando consolar a mis pacientes

--Oh~ -canturreó juguetón de nuevo- Por un momento habia olvidado a tus pacientes -oyó como la silla en la que estaba rechinaba un poco y pudo sentir su presencia cerca- Eh de admitir que siempre les tuve envidia a pesar de ser ellos lo que eran -hizo una pausa- Los mirabas con tanto amor y cariño. Jamás te comportaste mal con ellos, ellos te querían tanto y tu a ellos

--Trata a los demás como quieres que te traten

--La regla de oro, ¿eh? -rió levemente y su presencia se alejó de ella- Entonces ¿Qué debo suponer de todos los hombres del personal con dolor en sus entrepiernas o con la mandíbula casi rota que llegaban a mi?

Ivy río, sabía que se refería a todos los hombres que querían propasarse con ella

--Se le llama respeto hacia la mujer, Doctor Trager

Trager volvió a reír, pero esta vez más fuerte y con diversión

--Eres toda una personaje Ivy, ¿Lo sabias? -dijo- Te extrañe mucho, ¿sabes? En el motor Morfogenico

--Me alegra ser importante

--Es interesante

--¿Qué cosa? -el hizo otra pausa

--Que tu por muchos años fuiste el blanco de Murkoff, un blanco muy, pero muy difícil de dar. A pesar de que querían despedirte y destruirte jamás pudieron siquiera tocarte. En cambio a mi me agarraron cuando uno de los peones no hizo lo que tenia que hacer, todo en menos de un día, que irónico, ¿no?

--Solo hay que saber como jugar con ellos

Trager volvió a reír e hizo una pausa por un momento, Ivy sentía la mirada del doctor en su persona.

--¿Cómo dormiste Ivy?

--Lo necesitaba la verdad, ah sido una noche muy exhausta y todavía no termina

--No, claro que no. La noche es joven

--Richard, sé que debí preguntar esto desde el principio, pero ¿Por qué tengo una venda en los ojos y estoy atada a una silla?

--Por un momento pensé que en verdad no te habías dado cuenta -comentó- Bueno, es solo para que no sufras mucho

--¿Sufrir?

Extrañamente en ese momento pudo captar los gritos de los pacientes a la lejanía, muy a la lejanía. La enfermera se sobresaltó y sus sentidos se activaron, ahora podía oler la sangre

--Ellos... -su voz se cortó por toda la preocupación que se le vino de golpe - ¡Mis pacientes! -intento levantarse, pero las ataduras no la dejaron

--No lo lograras Ivy -le dijo el doctor, su voz ahora ya no era la amigable de hace unos minutos- No te puedes ir ahora

--¿Qué le hiciste a mis pacientes, Trager? -estaba molesta y intentaba desatarse para ir con ellos- ¡¿Qué les hiciste?!

--Wow, tranquila. Solo les estoy haciendo un chequeo de rutina. Ya sabes como somos

--Richard -amenazó- Si te atreviste a tocarlos te voy a...

--HA HA HA HA HA -rió de forma traviesa y divertida- Te vez tan linda amenazándome cuando estas atada y a mi merced. Solo son pacientes Ivy -dijo- Y ratas de laboratorio ¿Qué tienen de especial?

--¡Son seres humanos! -exclamó alterada- ¿Por qué les haces esto?- hubo un momento de silencio antes de que él se atreviera hablar

--Por venganza

--¿Qué? -estaba perpleja- ¿Qué te hice para que te vengaras de mi de esta forma?

--Oh no, no, no, no. No es por ti. ¡Son ellos! ¡Ellos son los culpables! Ellos sufren mi venganza

--Pero... ¿Por qué? -rogó. Quería llorar, podía escuchar los gritos de ayuda y de dolor, incluso podía escuchar como algunos gritaban su nombre por ayuda, eso solo la alteraba más y se sentía imponente

No podía ver, no podía moverse

--¿Por qué? ¡¿Por que?! -exclamó, pareciera estar molesto- ¡Es tu culpa! Tu... tu forma de cuidarlos, la forma en que los veías, la forma en que les hablabas y los acariciabas; pasabas mucho tiempo con ellos, ellos podían tocarte y oler tu perfume sin terminar con una mejilla roja y una mandíbula casi rota de una cachetada, ellos podían acercarte a ti y abrazarte sin que los sacudieras de ti, ellos podían recibir un beso tuyo en la mejilla o algún mimo o amor. ¡Amor! -exclamó enloquecido- ¡AMOR! ¡Ellos tenían tu amor! Lo siguen teniendo todavía. Tu... Tu lo causaste todo

--Richard, tienes qu--

--NO -la interrumpió- No me calmaré. ¿Sabes cuanto tiempo deseé tenerte en este estado? ¿Cuánto tiempo deseé tenerte a mi merced? -de un movimiento rápido Ivy sintió su presencia y respiración muy cerca. La silla rechinó y pudo sentir como Trager se inclinaba hacia ella- ¿Cuántas veces soñé con poder tocarte...? -las manos frías del hombre se posaron sobre las mejillas de la mujer- ¿Cuántas veces soñé con poder acercarme a ti y no por trabajo...? -Ivy se estremecía, pero no hacía movimientos, sentía que algo malo pasaría si se moviera en ese estado tan inestable del doctor- ¿Cuántas veces soñé con ser uno de ellos para poder oler tu perfume y esencia femenina...? -cada vez que hablaba parecía caer en un tipo de hipnotismo y se acercó a olerla

Las manos temblorosas por la emoción de Richard acariciaban las mejillas de la enfermera de una manera tan tierna, pero a la vez tan obsesionada en su enfermiza mente

--Richard... -quiso hablar, pero nuevamente se vio interrumpida

-- Quiero ser uno de tus pacientes

--¿Qué?

--Hazme uno de ellos

Continuara...

La Enfermera Misteriosa- OutlastDonde viven las historias. Descúbrelo ahora