Día 28 ⭐ 🔞 Drarry

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Relato con lenguaje sexual explícito.

Pareja: Drarry (Draco y Harry). Draco!top y Harry!bottom.

Continuación del día 27 (piel).

Por un momento, Harry no reaccionó. Su mente estaba demasiado ocupada recreando escenas que sólo habían ocurrido en sus sueños más húmedos. Ellos teniendo sexo de incontables formas diferentes, lamiéndose, besando cada centímetro de piel, desafiando al silencio con el sonido de sus cuerpos chocando y sus gemidos haciendo eco en las paredes. Escenas que poco a poco descubría que no eran nada comparadas con la realidad, porque en ninguno de esos sueños pudo imaginar a Draco Malfoy de esa forma, con la respiración entrecortada, tumbado semidesnudo bajo su cuerpo, ordenando que le quitara la ropa interior con los dientes.

Sus miradas se encontraron por un instante antes de que Harry bajara la cabeza a su vientre, hasta hundir la nariz en los cortos vellos rubios que lo cubrían. Muy despacio, mordió el borde de la prenda y la deslizó hasta la mitad de los muslos. Un profundo quejido por parte de Draco le hizo abrir los ojos, que ni siquiera recordaba haber cerrado, encontrándose con el pene de Malfoy a escasos centímetros de su cara. Lo miró con curiosidad y después alzó la mirada, buscando la de Draco, quien le observaba expectante.

Volvió a cerrar los ojos y aproximó más su rostro al miembro completamente erecto, provocando un escalofrío que sacudió el cuerpo de Draco cuando su aliento chocó con esa zona tan sensible. Sus labios rozaron toda la extensión, desde la base a la punta, donde depositó un suave beso que hizo gemir a Draco, haciéndole reír a él.

–¿Excitado, Malfoy?

Aquella pregunta junto al sonido de su risa y lo nervioso que estaba, acabó por hacer reír a Draco también, que se incorporó para besarle la mejilla y estrechar a Harry entre sus brazos. Rieron abrazados y acariciándose con cariño, disfrutando el momento y nada más. Besándose cada vez con más fiereza, más profunda e intensamente.

Draco se deshizo de los calzoncillos lanzándolos a algún lugar de la habitación sin despegarse de Harry, que no paraba de jadear entre sus bocas. Ambos se hallaban igual de excitados, y como prueba de ello estaba el tamaño de sus miembros, que rogaban por recibir más atención.

–Mmm... –murmuró Draco en su oído, volviendo a envolver el pene de Harry con una de sus manos mientras la otra seguía acariciándolo–. Veo que no soy el único que está duro.

Pero como única repuesta recibió un suave mordisco en el cuello. Tras dejar unas cuantas caricias con los labios y algunos besos en la zona, Harry pasó a ahuecar la palma de su mano para masturbar a Draco, imitando el ritmo y los movimientos del Slytherin. Así permanecieron varios minutos, tocándose el uno al otro, deleitándose con las reacciones del contrario y compitiendo por cuál de los dos se abandonaba antes. Pero no duraron lo suficiente para descubrirlo, porque Draco tuvo una idea mejor. Cubrió con la misma mano ambas erecciones, pegando la una a la otra y consiguió llevarles a un nuevo mundo de sensaciones gracias al delicioso roce y el calor que desprendían sus cuerpos.

Draco acariciaba la espalda de Harry de arriba abajo, cada vez más cerca de sus glúteos, y Harry se descubrió pensando, entre asustado y extasiado, que ojalá esas caricias llegaran más allá, a su entrada. Cuando finalmente Draco se atrevió a investigar esa parte del cuerpo contrario, un escalofrío que no supo identificar le recorrió la columna vertebral. Los ojos grises de Draco, nublados por el placer y la excitación, buscaron los suyos.

–¿Quieres...? –Pero a pesar de estar desnudos, la vergüenza le impidió terminar de formular la pregunta.

–No sé –respondió Harry, perdido en sus pensamientos. Quería hacerlo. Quería hacerlo con Draco. Sin embargo, se sentía aterrado ante lo desconocido–. Bueno, sí –aclaró, viendo la duda y un atisbo de desilusión en el rostro de Draco–, pero me asusta un poco. Creo que duele bastante.

Cuentos de octubreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora