Capítulo 14

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En qué momento pasamos de risas por ver a Ethan cubierto de basura a correr por escuchar disparos en medio de la noche en un cementerio. No lo sé, pero estamos corriendo y lo único que escucho son las respiraciones agitadas de todos mientras intentamos llegar a los autos y también los gritos de chica que hace Ethan.

Sentí un enorme alivio al ver la salida, aunque el sonido ya había quedado atrás, no se volvió a escuchar cuando iniciamos a correr. George desactivo los seguros de las puertas mientras todo subíamos con prisa, pero el auto no arranco.

— ¿Qué estas esperando, idiota? — Ethan ya estaba histérico.

— Vas a dejar tu moto en el cementerio, estúpido. — Replico George.

Parece que el cerebro de Ethan entro en trabajo y lo vi bajar con prisa, subir a su moto y encenderla para empezar a conducir. George hizo lo mismo con el auto y el trayecto estuvo en completo silencio. Al principio solo se escuchaban las respiraciones de Sam y mías intentando recuperar el aliento, pero nadie tenía la valentía para preguntar sobre lo que acababa de suceder.

Yo tampoco quería hablar al respecto, pero en mi mente estaba imaginando quien podría haber sido. Yo no tengo enemigos, tampoco tengo amigos, pero eso es otro tema de conversación.

Lo más razonable era pensar que fue el guardia de seguridad, aunque no estoy segura que hacer disparos en medio de la noche sea algo normal en un cementerio solitario. Acaso la gente entraría a robar cuerpos y huesos. No teníamos mucha información del propietario del arma.

Yo no vi nada y creo que los demás tampoco ya que estábamos concentrados en burlarnos del pobre Ethan y la oscuridad estaba en nuestra contra.

George aparco en frente de su casa y ayudo a Sam con la puerta, por otro lado, Ethan también se encontraba junto a la acera con un cigarro en su mano. Verlo así me hace pensar que solo lo hace cuando quiere despejar sus ideas.

Todos seguíamos en silencio y creo que Ethan entendió mi mirada cuando llegue a su lado porque se incorporó de golpe mientras con sus converse apagaba el cigarro en el suelo.

— ¿Tienes alguna idea de quien pudo ser? — Me pregunto.

— No crees que si lo sabría iría directamente a romperle la cara.  — Respondí de mal humor, debe ser tan estúpido en esta situación.

— Yo creo que tal vez fue el guardia de seguridad. — Es la primera vez en todo el viaje que escucho la voz de mi amiga.

— Yo pensé lo mismo.

— No creo que haya sido él. — contradijo George—. Podría habernos corrido y ya, pero este hombre o mujer disparo sin advertencias.

— Pero no contra nosotros. — Aporto Ethan.

— Tampoco creo que haya muchas personas vivas en un cementerio a esas horas de la noche. —Insistí—. Chicos, de verdad esto no es normal. Podría habernos disparado.

Ethan se acercó a mi mientras tomaba mi cara entre sus manos.

— Pero estamos bien, solecito.

Lo aleje con brusquedad, estaba irritada y no necesitaba que alguien se hiciera pasar por mi caballero con armadura.

— ¡Ethan! Mierda, esto es serio.

— Yo estoy serio, pero no por eso me enojare con el mundo para encontrar la respuesta que estamos buscando.

Pelea, pela, pelea.

Sabes conciencia, muchas veces no eres buena consejera.

Nunca dije que lo fuera.

Lejos de míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora