My Perfect Chaos 💭 Sookai

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—¿Cómo te sientes? —Le pregunto él con el rostro preocupado y con la boca reseca, le daba un punzor de dolor en su pecho verlo de esa manera, débil y lastimado.

—Te dije que no vinieras, odio que ignores mis peticiones a qué, para ser honesto, no me veas de está manera —se quejó. Esta molesto y aunque le de vergüenza verlo a la cara, sabe que Kai lo estaría viendo como si él fuera algo importante— dejá de verme de esa manera, también la odio.

Kai se carcajeo, tapándose su boca y tímido achicó sus ojitos y se acercó a lado de la camilla.

—¿Me odias a mí, también? —Busco los ojos de Soobin, esté lo esquivaba— quizás... Es porqué no quieres verme a la cara.

—No —Soobin casi grita, pero se calmó, suspiro y se volteó— no sé porque viniste —insistió.

Kai quería saber como empezó todo. Cuando recibió la llamada, su mundo se desconecto por un instante y agarró su pecho, su corazón martillaba y el miedo lo hundió pensado en todas las peores cosas que podía pasarle a Soobin.

—Me preocupe —corto las demás preguntas, mordió sus labios nervioso y colocó una mano encima del dorso de Soobin— ¿cómo empezó todo?

—Umh no creo que deba importar —dijo simple, escogiendose de hombro y desvío la mirada.

—Soobin...

Soobin apretó sus dientes, estaba un poco molesto pero al igual Kai no tenía la culpa que le cayera mal Yeonjun. Tal vez si la tuvo, tal vez Yeonjun solo lo usaría y eso él temía. Kai es tan puro y perfecto para que alguien lo arruiné, él solo quiere verlo feliz.

—Yeonjun me golpeó —Soobin soltó con una mueca en la boca, antes de continuar la mano de Kai que descansaba en su dorso lo agarró entre las suyas y la colocó en su rostro, besó una de ellas y las dejó en sus labios, fijando su iris a los de Kai, esté estaba sorprendido pero le dió una sonrisa de tranquilidad—. Solo quiero que supieras a él no le gusta y solo te usaría...

—Y solo porqué temes a qué me arruinen ¿no?

Él asintió

—¡Ya no lo soy, Soobin! Si tanto temes ¿por qué no lo haces tú?

Kai cabizbajo le murmuró, suave y aunque él tuviera ambos dorsos en su rostro Kai no las quitó por más molesto que estuviera.

—No eres para mí.

Y con eso Kai se levantó, iba a dar la vuelva pero incluso si el dolor le ganaba a su corazón, también le gustaba sentirlo. Regresó al costado de la camilla y Soobin con el ceño fruncido de confusión se queda entré la prepejidad de su rostro cuando Kai con cuidado se ve encima de él, agarra su rostro y lo besa.