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Hubiera llegado más tarde, no los hubiera encontrado así de la manera más vulgar para él. Estaban en la biblioteca, el ruido de ambas bocas daban chasquidos fuertes, apretó la quijada con las ganas de ir trás Choi. Lo detestaba. Detestaba a Kai por no decirle que se iba a encontrar con él. Lo citó y ¿para qué? Oh, para verlo casi cogiendo en la esquina donde podían verlos y mandarlo a la dirección por cochinos. No hizo nada, nunca debía hacer nada porque no debe hacerlo porque Kai es su mejor amigo. Porque Kai podía meterse entre piernas pero no entre las suyas, Kai podía llegar con su sonrisa hacer que Soobin olvide el enojó y se sonroje como tómate. Soobin no podía alejarse de Kai porque le haría falta su calor, sus brazos rodear su cuello y su mirada juguetona al mantenerse solos. Soobin es un completo idiota para poder decir un no y irse donde vino. Claro es tan idiota por Kai que el enojó se sentía en el aire y sus puños apretados cuando visualizo las manos de Choi en los pantalones de Kai. De acuerdo, estaba a punto de volverse a pelear pero suspiró profundamente antes de patear la silla de su costado que tocó el suelo con un ruido estruendoso.

Ambos chicos dejaron de besarse y ver hacía Soobin.

—Hola, cómo que el calor se enfrió —dijo con una sonrisa triunfadora al ver que Choi murmuró algo en el oído de Kai y lo vió por última vez ganándose una mirada fulminante. Como si le tuviera miedo pero Soobin dejó de temerle a los idiotas como Choi, ya no importaba que le hiceran tantas mierdas— me dijiste que estabas sólo.

La pregunta fue dirigida a Kai, parecía que le preguntaba a la nada porque no lo estaba viendo. También detestaba no poder enojarse y desviar la mirada porque no podía controlar su corazón estúpidamente.

—Sí —respondió tranquilo sin temer a que Soobin se enojara con él. No era mentira, si no le era honesto en esa parte pero pareciera que no porque Soobin no lo veía— estaba, porque llegó y me agarró.

Aquello para Soobin era punzador en su corazón, Kai no era una cosa sexual y tampoco usable, lo odiaba.

—Volvere a destrozarle el rostro —amenazó casi dándole miedo a Kai pero al solo escucharlo, Kai asomó unas risitas eternecido.

—No puedes, romperas la promesa y yo me enojare —declaró compungido. Llevó su silla a lado de Soobin quien seguía ignorando su presencia, era bueno, Kai lo admitía pero no duraría nada porque sabía las debilidades de Soobin—. Soobinnie~ no me ignores~

Soobin suspiró, no lo estaba ignorando solo quería poder respirar bien, su respiración se volvió acelerada por tener a Kai tan cerca. Las manos de Kai no se quedaron quietas, comenzaron a dar suaves caricias en la nunca de Soobin. Kai pegó su nariz a su cuello y la subió para su oreja, repitiendo aquello varias veces hasta que mordió su lóbulo. Soobin no retuvo su quejido.

La primera vez que Kai acostumbro a subirse en su regazo fue un día en la fiesta que llevo a cabo en su casa por su cumpleaños. Estaban en su cuarto solos, la excusa que Kai le dio fue que comió tanto y que tenía ganas de vomitar. No encontraba el baño y Soobin como un buen chico educado, lo llevó a su baño. Soobin no lo conocía, porque nadie le entregó una invitación a un tal Kai, sabía que se colo a su fiesta.

La intenciones de Kai, cambiaron. Tan rápido cuando ya lo tenía bajó a él. Soobin era inexperto, perdió la virginidad sí; vió porno a una edad temprana, sí. Aún no era alguien que sabía bien en donde tocar porque era aún tan inexperto como algún niño jugando juego de mesa y que se frustra cada vez que le ganan.

Le atraía los niños no de manera para tener una relación y darse cariño, Kai tampoco ¿por qué no intentarlo? En ese preciso momento todo se quedó en el olvidó.

—Ese gestó me recuerda a la primera vez que nos hicimos uno.

No supo porque lo dijo. Kai detuvo las caricias almendrando un gestó confuso.

My Perfect Chaos 💭 SookaiWhere stories live. Discover now