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Hay un chico que siempre toma mi bus. Hoy se veía bastante contento, justo como antes. Eso me alegro de sobremanera. No sé, me agrada que sonría, ya que su sonrísa es mi todo. Hoy, cuando pase por mi vaso de café, noté –ya a medio camino- que este estaba vacío. Obviamente no pude quejarme, ya que mi café siempre está pagado. Pero, al abrir la tapa del café, me encontré con algo realmente hermoso: del vaso salieron dos bellísimas mariposas monarca. Sonreí como tonta a media calle y noté una nota al final del vaso «Mi estómago se llenaba con miles de mariposas que giraban revoltosas mientras tus labios observaba... E.» Sentí un vuelco en el corazón y me sonroje. Pero ese sentimiento duró poco cuando recordé que se me hacia tarde para tomar el autobús. Hoy, Harry no se sentó con nadie, incluso, alejo a Liam. Éste me dijo que Harry estaba apurado y tenía un cuaderno en las piernas, y unos cuantos libros a un lado. Eso se me hizo extraño, ya que no estamos en exámenes o algo por el estilo... Yo me siento dos puestos detrás de él y creo que tiene una muy encantadora sonrisa.







El chico del bus. || h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora