realeza » [woosan]

Capítulo 03

Sin saber bien qué significaba aquello de la manada realmente, aceptó. Su omega se rió de su decisión por alguna razón, ¿Era acaso que no le creía capaz de escapar? ¿O percibía algo que él era incapaz de captar?

—Pacto sellado —dijo Hongjoong a su lado, mirándolo a los ojos desafiante y con una sonrisa sabelotodo—. Sabes que si incumples los pactos de una manada, eso puede significar hasta la muerte, ¿no?

Wooyoung tragó seco. Rayos, debió decir eso antes de que aceptara. Un escalofrío lo conquistó.

—No lo asustes, nosotros no somos así —dijo una voz femenina que se acercó un tanto hacia ellos y puso una mano en el hombro al pequeño peliazul—. Como parte de la manada solo tienes que participar en nuestros almuerzos y cenas, eso es todo.

La chica pellizcó las mejillas del beta mientras intentaba aguantar su risa.

—Hongjoong no ha sido parte de una manada desde que es pequeño, así que no se acuerda mucho de cómo funciona, y por eso se toma tan enserio esto. Lo de manada es solo porque nos quiere al final del día y quiere que nos sintamos parte de algo —ella sonrió como niña pequeña.

Hongjoong bufó, pero no lo negó.

La chica se acercó más a Wooyoung y le pasó un brazo por los hombros.

—Te los presentaré. El de rojo con cara asesina es Mingi, aunque que su apariencia no te engañe, no es capaz ni de subir la voz sin llorar—le dijo esto último en un susurro—. Al lado, está Jongho, es el más joven de nosotros, pero a diferencia de Mingi, es más aterrador de lo que parece —Jongho reclamó un tanto, pero la chica lo ignoró—. Después está San, creo que ya lo conociste.

Cuando Wooyoung levantó la mirada, se encontró a el nombrado mirándolo de vuelta. Entrecerró sus ojos, hablaría más tarde con él.

—Yeosang, nuestro pequeño —el nombrado se sonrojó un poco con aquella descripción—. Por último, está Hongjoong, y yo. Soy Ryujin, un gusto —sonrió encantadoramente.

No podía negarlo, se sentía bastante cálido el ambiente una vez les fue presentado. No le gustaba como eso le hacía sentir. Hace unos pocos días ellos le habían sacado del castillo y raptado, no se supone que le hicieran sentir cómodo.

Sonrió forzadamente como saludo. Escaparía de allí y se vengaría de alguna forma luego.

Un carraspeo se escuchó.

—Oh, lo olvidaba.

Una sombra se manifestó, acercándose al grupo como alma en pena.

Era un chico increíblemente pálido y de mirada penetrante, su caminar era ligero. Su forma de pararse era elegante, tanto, que contrastaba con los otros lobos.

Pero lo que hizo que todo su cuerpo se crispaba eran aquellos ojos rojos sangre que lo escrutaba como si fuese simple basura.

—El emo de mal humor es Seonghwa —dijo ella en tono aburrido.

—Creo que hay mejores formas de presentarme —dijo este tirando fuego por sus ojos y mirándola amenazadoramente. Su voz era profunda, pero aterciopelada al mismo tiempo, lo que hacía que alimentara su presencia elegante.

—Pero no te preocupes, no es totalmente parte de la manada —siguió ignorándolo—. Es un vampiro intruso —dijo ella con una sonrisa malvada que generó una pelea entre los dos que, aunque ambos discutían serios, sabía que no lo era.

Mientras las voces se alzaban y otros se unían a la conversación, Woyoung seguía consternado con aquella nueva información.

A Wooyoung se le erizó el pelo, ¿Un vampiro? ¿Entre lobos? ¿Había escuchado mal? ¿Estaría tal vez imaginando cosas?