CAPÍTULO 2

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Toni se definía a si misma como una chica rara, solitaria y llena de problemas. Lo sabia porque mientras los demás estaban en la sala de diálisis veían televisión, hablaban, leían un libro o se perdían en Twitter. Ella terminaba el crucigrama que había estado haciendo antes de que la chica de la ventana la interrumpiera.

Toni tenia una rutina simple, y le gustaba seguirla al pie de la letra. Se levantaba a las cinco, siempre sorprendida de que su corazón rechazado hubiese sobrevivido una noche mas. Tomaba sus medicinas para intentar que su estúpido cuerpo dejara de atacar el órgano que la mantenía con vida, comía un desayuno ligero, hacia un crucigrama y luego volvía a dormir hasta que su madre la despertaba para almorzar. Luego de esto subía a su habitación y miraba a través de la ventana a la chica que lloraba queriendo consolarla, pero su Asperger no se lo permitía. Luego de mirar suficiente tiempo su madre iba a buscarla a su habitación e iba a sus citas diarias. Cuando no eran las diálisis era el psicólogo, cuando no era el psicólogo era el cardiologo, cuando no era el cardiologo era clases de piano con la señora Cabello a las cuales asistía junto con Josie, su única amiga.

Lo único que le gustaba de todas sus actividades era la ultima: la música...

Tiempo atrás al psicólogo les había dicho a sus padres que estaba deprimida. Primero intentaron con grupos de apoyo, pero solo la deprimieron mas. Luego intentaron otras cosas, pero no funcionaron. Las clases de piano eran las únicas que parecían hacerla sentir un poco menos deprimida. Finalmente llegaba a la casa y, luego de cenar, recibir su dosis diaria de insulina y tomar medicinas -entre ellas una pastilla para dormir- Toni se quedaba profundamente dormida hasta el día siguiente. A veces, cuando Toni no podía dormir ni con ayuda de las medicinas, pintaba durante toda la noche, pero eso se salia de su rutina, lo cual lo hacia abandonarlo casi de inmediato. Pero ese día, por primera vez, Toni no se sintió mal al dejar su rutina.

Se supone que Toni debía ver a la chica, no hablar con ella - "En realidad, nos hemos escrito" se interrumpió - pero cuando lo hizo se sintió tan bien que podría haberse salido de la rutina durante todo el día todos los días.

Una voz interrumpió los pensamientos de Toni.

X: ¡Buenas tardes, Topaz! -la saludo la voz que conocía bastante bien.

Toni: Josephin McCoy, acabas de interrumpir mi crucigrama.

Josie: Lo siento. Solo quería hacerte compañía. Puedo irme si quieres...

Toni sacudió su cabeza casi de inmediato. Le encantaban los crucigramas, pero su madre sobreprotectora solo permitía ver a Josie durante las diálisis y cuando asistía a las clases de piano, y en esta ultima se les era imposible con la estricta señora Cabello como profesora.

Toni: Quédate... Por favor.

Josie: Sabia que me necesitarías, Topaz.

Toni sonrió y luego hizo espacio para que Toni se sentara a su lado. En cuando hizo, ambas se quedaron en silencio, escuchando el sonido de la maquina de diálisis. Entonces Toni rodeo a Josie por la cintura con su brazo libre y apoyo su cabeza en su hombro.

Era un abrazo.

Algo torpe, pero lo era.

Josie respondió el abrazo de inmediato. Eran pocas las veces en las que Toni le daba un abrazo espontaneo. Su psicóloga decía que era a causa del Asperger, pero Josie creía que en realidad la personalidad de Toni era así. ¿Por que echarle la culpa de todo a su padecimiento? ¿Por que no puedes ser tu misma a pesar de todo?

Toni: Mi vida es asquerosa.

Josie: No, no lo es Toni.

Toni: ¡Por favor! ¡Lee mi historial! Trasplantes, rechazos, enfermedades, diálisis... No hay nada bueno en el.

La Chica De La Ventana |CHONI|Where stories live. Discover now