CAPITULO 7

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Toni se sintió realmente valiente luego de haber dicho esas palabras a la chica de la ventana.

Su constante estrés, luego de pelear con su madre y finalmente su ataque en la casa de la señora Cabello -lo cual vino después del vomito-, lo que ha hecho de su día terrible, y es por esto que el hecho de estar hablando con una completa desconocida sin tartamudear, aunque parecía algo muy simple para otros, logro que su día dejara de parecer una mierda.

Pero fue la voz de la chica al escucharla por primera vez la que hizo que su día realmente dejara de ser tan malo.

Cheryl: Tu voz acaba de alegrarme el día, chica de la ventana.

Toni no pudo evitar sonreír. Su voz era tan... No sabía cómo describirla. Solo podía decir que la hacía sentir de increíble forma, como en su heladería favorita o en un concierto de Lana del Rey.

Cheryl: Oye, sé que ya te lo había dicho, pero tu sonrisa es en serio muy hermosa -le dijo con los ojos brillando de emoción.

A cambio, Toni, inconscientemente, sonrió aún más.

Toni: Técnicamente lo escribiste.

Cheryl: Escrito o no, sigue siendo hermosa. Como tú.

Fue entonces cuando Toni levantó la mirada, y sus ojos se encontraron con los de la chica de la ventana. Por primera vez en su vida el hecho de estar mirando fijamente a alguien a los ojos no le molesto. Al menos no de inmediato.

Por unos pequeños segundos se fijó en los ojos de la otra chica, notando lo marrones que se veían, convirtiéndose así este en su color en su favorito... Pero luego de unos diez segundos se sintieron incómoda, como siempre, así que desvió la mirada y borró la sonrisa de su rostro, comenzando a chasquear los dedos.

Cheryl: Tus ojos son realmente hermosos. Siempre he amado los ojos así... como los tuyos... un marrón tan oscuro que tu alma se pierde ahí -halago sonriendo -... ¿Crees que puedas prestármelos algún día?

Toni frunció el ceño, confundida. Aquella chica debía ser estúpida o algo así. Una persona jamás podría prestarle sus ojos a otra. Era imposible. Y mucho menos solo por un día... y si lo hacía, ¿Qué ojos usaría ella? ¿Tendría que quedarse ciega durante un día ella le prestaría los suyos?

Cheryl: ¿En que estas pensado? ¿El ofendido? Si es así lo siento. Yo no...

Toni: No... no me has ofendido... es solo que no puedo prestarte mis ojos. Es... imposible.

Cheryl: Tranquila, solo estaba jugando, chica de la ventana. Deberías dejar de tomártelo todo tan literal.

Fue entonces cuando Toni comenzó a reír como una loca. Reía y reía sujetándose el estómago, hasta que por fin logró recuperar el control y mirar a la chica de la ventana con aún una sonrisa en sus labios.

Cheryl: Chica de la ventana, sé que soy un payaso y que mis chistes no pueden igualarse, pero no he dicho nada gracioso esta vez.

Toni: Claro que si -contestó con los ojos iluminados.

Cheryl: En serio, no lo he dicho...

Toni: Dijiste que dejará de tomarme todo tan literal -reveló, una carcajada amenazando con salir de sus labios.

Cheryl: ¿¡Y eso te dio risa !?

Toni: Nunca puedo de dejar de tomarme las cosas a lo literal, chica de la ventana.

Cheryl: ¿Porque? -preguntó con algo que Toni de inmediato reconoció como curiosidad.

Fue entonces cuando la chica de pelo rosa suspiró y comenzó a contarle su historia médica a la chica de la ventana, esperando a cada segundo que saliera corriendo y no hablarle nunca más.

La Chica De La Ventana |CHONI|Where stories live. Discover now