Capítulo 2

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Jorge

Escucho la ultima campana sonar anunciando que ya había culminado mi ultima clase, recojo mis cosas junto con Link y Laura y salimos los tres del salón de clases.

Paso mi brazo por los hombros de Laura y ella me sonríe de esa linda forma que siempre lo hace.

Laura y yo tenemos una historia de amor complicada, ella es la chica mas paciente que puede existir, yo jamás la noté por el simple hecho de ser la hermana de mi mejor amigo, pero recuerdo en su fiesta de cumpleaños número dieciséis que confesó que estaba enamorada de mí. Nunca imagine que una chica como ella sentiría algo por mí, porque es demasiado hermosa e inteligente, es pelirroja como su mellizo, sus ojos son de un color miel y está llena de pecas.

Aun así, yo no sentía nada mas que un cariño de hermanos por ella, pasó un año y estuvimos juntos por primera vez, no porque estuviéramos enamorados (Al menos no yo) solo nos atraíamos tanto que teníamos que saciar ese deseo que había entre ambos, pero nunca hemos tenido algo serio, tal vez en un futuro podríamos intentarlo, por el momento nos conformamos con lo que tenemos.

—¿Qué harás ahora? ¿Vas a tu casa? —Me preguntó observándome con esos preciosos y lujuriosos ojos color miel.

—Tengo que ir a que tía Kendall, harán un almuerzo o algo así—Hice una mueca, quería irme con ella...Joder, quería irme justo ahora con ella.

—¿No puedes faltar? —Su lengua pasó levemente por sus labios para mojarlos, tragué el nudo que estaba atravesado en mi garganta.

Cuando iba a darme a la fuga de inmediato con Laura mi móvil suena, es papá.

—Hola. —Contesté.

—Estoy cerca del instituto, ya voy a pasar por ti.

Joder, joder, joder.

—¿Puedo faltar? Tengo que hacer un trabajo con Link.

—No, después de almuerzo lo haces. Vas a ir y ya estoy entrando.

Colgó la llamada.

Suspiré y la observé.

—¿Nos vemos en la noche? —Ella sonrió ampliamente y asintió de inmediato.

—Te veo luego—Dejó un beso en la comisura de mis labios y se acercó a un grupo de chicas.

Me despedí de Link que hablaba con un par de compañeros de clase y salí del instituto hasta el auto de papá.

Subí de copiloto y él arrancó de inmediato.

—Tu madre preparó una paella—Hice una mueca.

Mamá no se destaca mucho en la cocina, sabe hacer algunas cosas, pero la paella no es su especialidad.

Papá soltó una carcajada.

—Entraremos ahí, te sentarás a comer y dirás que le quedó delicioso—Negué con la cabeza riendo.

—Quiero una historia de amor como la de ustedes.

Al decir eso noté que se tensó un poco.

—¿Por qué lo dices?

—Porque al pasar el tiempo su amor se mantiene fuerte.

Mi padre ama a mi madre y viceversa, ellos además de ser marido y mujer son sus mejores amigos, es una relación hermosa y de eso no podré quejarme jamás, mis padres se aman y se aman demasiado.

—Hemos pasado por muchas cosas, pero cuando la persona es para ti...Simplemente es para ti. —Me miró por el rabillo del ojo—¿Y tu novia?

—Yo no tengo novia.

Él bufó seguido de reírse.

—Soy tu padre, la hermana de Link tiene algo contigo y si me dices que no es así me estás mintiendo.

Como siempre digo, él lo sabe todo... Jamás se equivoca.

—No somos novios, pero sí hay algo.

—No era un trabajo con Link, querías salir con ella.

Ni siquiera lo preguntó, solo lo afirmó.

—¿Cómo lo haces?

Él soltó una risita estacionándose en casa de mi tía.

—¿El qué?

—Saber todo—Le respondí bajando del auto.

—Solo lo sé.

Papá sacó las llaves que tiene de la casa de tía y abrió la puerta.

Las señoras de servicio de mi tía estaban arreglando la mesa.

—Hola, Jorge. ¿Cómo te fue en el instituto? —Preguntó mamá saliendo de la cocina con un delantal sucio y algo despeinada.

Papá soltó una risita al verla y se acercó a darle un beso.

—Bien, no llegué a la primera clase, pero el resto estuvo bien—Ella asintió entendiendo y abrazó a papá ensuciándolo con su delantal.

—Joder, amor. Este traje es nuevo—Se quejó papá.

—Te pasa por burlarte de mí—Papá sonrió y le dio otro beso.

Quiero una relación así.

Son como almas gemelas, aunque no creo en las almas gemelas.

Todos nos sentamos en las sillas del comedor para degustar la paella de mamá.

La probé con miedo y efectivamente, estaba asquerosa.

Papá abrió sus ojos en forma de regaño para que retirara la mueca de mi cara.

—Esto sabe a porquería, cuñada—Mi tía dijo lo que todos estábamos pensando.

Mamá soltó una carcajada.

—No sabe tan mal.

Y en medio de ese momento de risas familiares volví a sentir esa mirada vigilante, miré a mi alrededor, pero solo estaban los trabajadores de tía y mi familia.

—¿Ocurre algo? —Me preguntó papá al notar que miraba hacia los lados.

Decidí decirle lo que sentía, igual ya lo había notado.

—Siento como si alguien me vigilara.

Mamá frunció la nariz y miró a papá.

—Seguro no es nada, cariño. —Respondió mi tía Kendall.

Asentí dándole la razón.

—Creo que son paranoias, he estado leyendo muchas novelas de misterio.

Mi mamá se preocupaba mucho cuando alguien decía algo similar a lo que dije, una vez sentí que alguien me observaba por mi ventana de la habitación y reforzó la seguridad de la casa y me puso un par de guardaespaldas las veinticuatro horas del día.

Seguro no es nada.

Secuestrado Con El Amor 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora