Capítulo 4

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Jorge

Mis ojos se abren lento y perezosamente, parpadeo varias veces intentando aliviar la sensación de mareo que estoy sintiendo en ese momento, al estabilizar mi vista todo estaba oscuro, tenía una especie de bolsa negra de tela en la cabeza, la cual impedía que me ubicara, intenté quitarme de inmediato pero mis manos estaban atadas con lo que creía era una soga.

—Creo que despertó, Envidia—Escuché una voz masculina a mi lado.

—¿Seguro? —Respondió otra voz masculina.

Creo que estoy en un auto en movimiento y el tal Envidia parece ser el piloto.

—Sí, definitivamente—Trato de nuevo de quitarme la bolsa de la cara, pero agarran mis brazos y los sujetan con fuerza contra el asiento del auto.

—Tranquilo, fiera. Ya casi llegamos a casa—Una voz burlona me habló al oído.

—¿Dónde diablos estoy? ¿Quiénes son ustedes? —Mi voz salió en un susurro, el miedo que sentía en ese momento no quería exteriorizarse por alguna razón.

Mis manos temblaban e intentaba controlarlo para que no notaran mi nerviosismo, pero se me hacía imposible.

En ese momento recordé las palabras de mamá antes de irme a casa de Laura "¿Es realmente importante?" Joder, no tuve que insistir, maldita testosterona, mamá siempre tiene razón, siempre tiene presentimiento y nunca les hago caso.

Joder, joder, joder.

El auto se detiene y escucho como se abre y se cierran un par de puertas, por unos segundos solo escuchaba mi respiración y los latidos de mi corazón los cuales eran tan fuertes que no me dejaban ni oír mis pensamientos.

Tranquilízate, tranquilízate.

Halan mi brazo a un costado para que salga del vehículo.

—Muévete—Dijo la misma voz masculina que me dijo fiera hace unos segundos.

¿Fiera? Pensarlo hasta da gracia, mas cuando estoy en esta situación en la cual no puedo hacer más que temblar.

Camino con el agarre en mi brazo del chico.

—Detente un momento—Me dice mientras escucho unas llaves seguido de una puerta que se abre.

Me vuelve a halar para que siga caminando y entro a lo que creo es una casa, por lo poco que veo a través de la bolsa pienso que estoy en una especie de casa alejado de la civilización.

Me quitan la bolsa con brusquedad y dejo que mi vista se acostumbre a la luz, observó a las personas a mi alrededor, él chico que me dijo fiera estaba justo a mi lado con una enorme sonrisa, era alto, musculoso, tenia diversos tatuajes en sus brazos descubiertos, creo que tiene como treinta y algo de años, a su lado estaba su hermano gemelo, son idénticos, pero el otro mantiene una mirada seria, había otro chico mucho mas delgado, sin masa muscular, tenía anteojos y realmente era un nerd en toda su apariencia, sus ojos estaban atentos a una mujer alta, morena, ojos mieles, enormes senos y con un cuerpo mortal, se veía de esas mujeres seguras y aventureras.

—Llegó el mas esperado—Habló la chica con una enorme sonrisa, pude notar un piercing en su labio.

—¿Y la jefa? —Preguntó el gemelo más serio.

—Ya la llamo—Agarró un walkie talkie que guindaba en el cinturón de su pantalón y presionó un botón antes de hablar—Está aquí.

—Ya bajo. —Respondió una voz femenina al otro lado del walkie.

¿Por qué diablos no usan un móvil y ya?

—¿Dónde estoy? ¿Qué quieren de mí? —Pregunté con la voz tembloroso.

—Esto es un secuestro, pronto sabrás lo que queremos de ti, no te apresures que estarás un tiempo aquí con nosotros, así que siéntete cómodo—Habló la chica con exceso de sarcasmos en su voz.

Observo como de unas escaleras baja otra chica, esta vestía completamente de negro y de cuero, tenía unas botas altas de tacón que tenía cordones, su aspecto era intimidante, cuando terminó de bajar las escaleras pude detallarla mejor, tiene el pelo negro color azabache, supongo que es teñido porque es extremadamente negro, ojos color gris, labios rosados, es hermosa.

Su mirada estaba pendiente de cada uno de mis movimientos, es como si analizara hasta la manera en que respiro.

—Jorge—Salió de sus labios con determinación, caminó hasta mi y en la sala hubo un profundo silencio en el que solo escuchábamos el sonido de sus tacones contra el piso de madera.

Al tenerla frente a frente me di cuenta que sus ojos no eran solo grises, tenía una especie de amarillo alrededor de su pupila, lo reafirmo, es hermosa, y por lo que parece es la jefa.

Tenía un cinturón en su cintura igual que la otra chica en el cual colgaba un walkie talkie, un par de pistolas, cartuchos con balas y navajas.

Estaba completamente armada.

Estoy metido en algo grande y no creo que solo quieran un par de billetes, estoy seguro que aquí hay algo más profundo que dinero.

—No sabes cuanto tiempo estuvimos buscándote, Jorge... Ansiaba este momento desde hace muchos años, el tenerte cara a cara—Sus ojos se humedecieron por un segundo pero rápidamente se deshizo de lo que iba a ser una lagrima— Aunque lamento que te veas involucrado en todo esto, porque llevamos meses siguiéndote y analizando cada uno de tus movimientos, sabemos que no eres una mala persona, sabemos que no haces cosas malas, ni siquiera tienes esa clase de pensamientos ¿O sí? —Hablaba con seguridad y cada una de las palabras que emitía me daba terror, se me erizaba la piel.

¿Esa clase de pensamientos? ¿Acaso ella sabía de mis pesadillas? Es imposible, solo lo saben mis padres, ni siquiera lo sabe Link y Laura, es algo de lo que no me agrada platicar.

—¿Te aterra lo que te digo? —Una sonrisa falsa apareció en sus labios—Jorge, yo se todo sobre ti... Se incluso mas sobre ti que tú mismo.

—¿Qué quieren de mí? —Murmuré observando cada parte de su rostro el cual solo mostraba un profundo sarcasmo.

Al hacer esa pregunta su rostro se volvió neutro y vi crueldad en su mirada, era mala...Era de esa clase de personas de la cual papá siempre me decía que me alejara, de tanto escuchar eso en mi vida tenía deseos de correr de solo observar sus ojos macabros.

—Quiero venganza.

Secuestrado Con El Amor 2Where stories live. Discover now