Ella es del Alpha [Hermanos Miller] TERMINADA

Capitulo 18_ New Versión

* * * * * * * * Capitulo 18 * * * * * * * *

—¿Te encuentras bien? —Preguntó por el camino, preocupado

—Estoy bien, okey —Respondí de mala manera. Algo dentro de mi quería pelear, aunque sentía que no era lo adecuado en este momento.

—Claudia, me estoy preocupando por tu salud — Inquirió

—¿Por ser tu compañera? — Jack desapareció de la sala y ahora estábamos solos

—¿Dónde escuchaste eso?, ¿Fue Jack? — Me pregunto y no respondí — Pues parece que son muy buenos amigos. No pienso preguntarte nada más.

Se dio la vuelta confiado y se dirigió a la cocina

—Zack—Chillé siguiéndolo

Él puso una tasa frente a mí, y un par de pastillas

—Son para la fiebre, tómalas — Ordenó

—No me gustan las pastillas — Dije

— Claudia— Amenazó

Ya lo había hecho enojar y eso me resultaba gracioso. Este momento fue interrumpido cuando la puerta se abrió. Entre los que ingresaron estaba Tania y sus dos hermanos con Isack. Su conversación de ellos se detuvo cuando me inspeccionaron con la mirada.

—Zack, ¿qué has hecho? —Siseó Isack y enseguida se aproximó— Es una humana, sabes que esto pudo resultar mal y ella ya no estaría aquí. Sus cuerpos no son tan resistentes, es como si le hubieras dado de beber veneno

—Eres una zorra, lo provocaste ¿Verdad? — Vaciló Tania en sus palabras

Estaba a punto de pedir contexto, pero no quería interrumpir la plática que estaban revelando Zack e Isack.

—¿Crees que no lo sabía? Me quede esperando a que despertará, si le hizo efectos raros, pero no la mato —Contesto Zack

Lo iba a denunciar de acosador_ No obstante estaba preocupada por el hecho de que podía haber muerto

—Bien, pero esas no son las peores consecuencias. ¿Cómo crees que se ocultará de los del DCI? —

— Ella, no saldrá de su casa — Sentenció Zack

—Espera ¿Qué? —Interrumpí — Que no haya clases, no significa que no pueda salir; ni mi madre me hace eso

—Ahora se dan cuenta, que un humano jamás comprendería los peligros; claro ellos pueden ser libres. Siempre someten a las otras especies, no valoran nada. — Intervino Tania

—Cállate, no todos son así; no puedes juzgarlos de esa forma—Dijo Jack bajando las escaleras

Ya quería irme a mi casa.

—Hablaré con ustedes después — Mencionó Zack y me sujeto de la mano

Avanzamos entre ellos y salimos de casa. El aire frio choco mi rostro y me gire envolviéndome hacia él.

Chocó suavemente mi cabeza y luego me volteó para seguir caminando. Él entrelazó sus dedos con los mios, hasta llegar a la puerta de mi casa.

—No quiero que seamos solo amigos, debemos ser algo más— Me lo susurro antes que soltará mi mano

—¿Me estas invitando a salir? — Cuestione con algo de burla en mi tono de voz

—Si— Admitió, acto seguido sus labios se conectaron con los míos.

Este era el primer beso que lo disfrutaba, realmente. Tres segundos perfectos hasta que nos separamos.

—Supongo que eso es un si — Dijo él con una sonrisa —¿Me dejas pasar?

—¿Qué? Es de noche, para que quieres pasar—

—Para responder algunas preguntas que me hiciste— Dijo como si fuera obvio.

Abrí la puerta lo dejé pasar, mientras encendía la luz.

—Mal pensada —Musito muy rápido

No contesté a eso y subimos a mi habitación. Zack empezó a buscar algo en el bolsillo de su casaca, hasta que lo encontró y rápidamente lo escondió atrás de su espalda.

—La otra noche de casualidad me lleve un cuadernillo de poemarios — Lo sacó de su espalda

Mierda_ Era mi diario, no un poemario.

—Eres muy tierna —Mencionó y se lo arrebate de las manos. —Pero Jack no es como lo describes

—¿Estas celoso de Jack? — Carraspee

—¡NO! No estoy celoso, solo que tú; solo conoces una faceta de él. —No sabía si estar enojada o reírme de él

—Si esa esa la mejor escusa que tienes— Mencione —¿Me vas a responder mis preguntas o no?

—Antes de responderte quiero decirte que... — Suspiró — No quería que no nuestro solo fuera atracción, porque eso no describe lo que siento ahora por ti.

Apoyo las manos en la pared, dio algunas vueltas.

—Estas destinada a ser mía—

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EDUARD

Apenas había vuelto a casa y "padre" había acomodado todo para mudarnos. Se había dado el tiempo de lavar y ordenar toda la casa.

—¿Qué esta pasando? —

— Los del DCI están preocupados porque han aumentado nuestras especies. Además, al parecer algunos humanos se han enterado de nuestras existencias —

—¿Mataran a todos los humanos que tengan presencia no humana? —

—Si, a todos — Afirmo Blake

Claudia aun no lo sabía, ni su madre. A esos tipos no les importaría desaparecer a toda una ciudad con tal que nadie sepa nada.

—¿Qué? ¿Te encariñaste con la niñita? — Preguntó "padre" — Puedes traerla si quieres, pero a nadie más

—Gracias, mañana iré temprano— Respondí y subí a mi habitación para alistar algunas cosas.

Siempre que hacían eso los del DCI, duraba una semana o máximo tres. En el clan a las afueras de la ciudad no la molestarían, la mayoría eran niños en entrenamiento.

¿Por qué tanto interés en salvarla? _ Su padre era amigo mío, le había ofrecido convertirse en vampiro para que se sanara del cáncer. Pero él se negó rotundamente, decía que jamás se atrevería a robar la sangre ni siquiera de animales; ya que le faltaría el respeto a su esposa que era doctora.

Antes de que se muera, prometí cuidar de ellas, ya que no había logrado convencerlo.

Al que llamó "padre", es en realidad un sangre pura, llamado Blake. Nací huérfano y él me ofreció otra oportunidad; soy al último que convirtió. Él no es de meterse en asuntos problemáticos y siempre tratamos de escondernos entre los humanos.

Me preguntaba si su madre aún me recordaba. Aunque después de haberle borrado la memoria, creo que no.

Me hundí en mi cama y pestañé varias veces.

Ha veces me preguntaba si Blake se había hartado de que los humanos cometieran el mismo error varias veces; pero para mí era interesante.

Ellos tenían fuerza de voluntad, tenían un proyecto de vida y sueños. Eso que morían antes que nosotros. Sabían sobreponerse a los errores y levantarse con una sonrisa en el rostro por más que estaba quebrados.

Aquello era patético y asombroso. Hasta que decidían ser los dueños de todo y se volvían de corazón egoísta, cuando ni siquiera la supervivencia de su propia especie era su prioridad.