♠7♠

747 76 8
                                        

¡Es el Furia Nocturna! ¿Qué hacemos?

— ¡Juega con él para que se te pegue su olor! ¡Los demás no podrán creerlo!

Otro par de cachorros Clava-Garras se acercaron a mí y empezaron a morder mis patas y orejas provocando que me despierte.

Déjame sus patas delanteras.

— ¡Yo quiero su cara!

Decían mientras uno me mordía las patas delanteras y el otro me mordía las orejas y me lamia la cara y en la poca oportunidad que tuve le pegué con mi pata a uno de ellos.

¡Au! Bueno, pensándolo mejor. ¡Sigue haciéndolo!

Luego de eso llegaron otros dos más y fué ahí cuando se me salió de las patas.

¡Oigan! ¡Furia Nocturna es nuestro!

Me mordía y tiraba de mi oreja.

¡No! ¡Él es nuestro!

Me mordía y tiraba de mi pata delantera.

¿Qué? Déjenme.

— ¡No! ¡Serás nuestro!

Se subió a mi cabeza y comenzó a morder el resto de mis orejas.

¡LARGO!

Rugí ya arto y los tres salieron volando.

Ezta coda ez rara.

Oí a otro y ví que estaba mordiendo mi cola asique la levanté levantando al cachorro también.

Suelta mi cola.

Gruñí en advertencia molesto.

Ño.

El cachorro apretó su mordida en mi cola asique le disparé una pequeña bola de plasma y el pequeño salió huyendo. Entonces oí un sonido que hace Hipo cuando le tapan la boca y me puse en alerta.

¡Déjenlo!

Gruñí y me giré a verlo pero solo era Estoico.

— Tranquilo.

— ¡¿Es una broma?! ¿Cómo llegaste hasta aquí?

Hipo le dijo cuando lo soltó.

— De la misma forma que te sacaremos.

— ¡¿Quiénes?!

Justo ahí aparece Bocón y Estoico tomó a Hipo del brazo.

— Chimuelo, ven.

Voy justo detrás de ustedes.

Estoico y Bocón empezaron a guiarnos a Hipo y a mí a una supuesta salida por una de las grietas del lugar, pero entonces Bocón se detuvo.

— Ah, seguramente querrás tomar esta Estoico. Ay Dioses.

Creo que ya sé que sucede. Pero Estoico lo interpretó mal y sacó una espada.

— ¡Wow! ¿Crees que podrías guardar esa espada? ¿Por favor?

Pero no hizo falta que la guarde, ya que al verla tiró la espada al piso y se quitó el Casco. Muestra de respeto, como debe ser. Valka le explicó lo sucedido, y ella y Estoico se reconciliaron, y hasta se besaron.

Luego de un rato, Valka nos llevó a otra cueva donde tenía la comida y cosas para que descansáramos. El problema de descansar fue que mi estómago empezó a rugir también. Me levanté de donde estaba y me acerqué donde estaban Valka y Estoico cortando y cocinando los pescados mientras Hipo le hablaba pero no quería robarme algo que se comerían ellos asique fui a la cesta donde tenían todos los peces y Hipo la abrió.

Como Entrenar A Tu Dragón 2Where stories live. Discover now