Capítulo 4

2K 289 33
                                    





JAEHYUN




Después de la mala noche que pase tratando de solucionar mi problemita, decidí levantarme temprano y fui a ver si Doyoung seguía dormido. Abrí con cautela la puerta y efectivamente él seguía enredado en las sabanas, debía decir que verlo dormir me transmitía una paz que nunca antes había sentido.




¿Así se vería su cabello extendido en mi almohada mientras lo hacemos?




Con la misma cautela con la que entre decidí salir, iría a buscar el desayuno afuera, entre a una cafetería que se veia muy bien y claro no podían faltar las sonrisas de las chicas mientras me veían pasar. Obviamente no sería indiferente y les devolvía el gesto, mientras comía una de ellas se me acerco y me dio su número de teléfono, como vino se fue, meneando sus caderas de manera exagerada. Mientras alistaba mis cosas para pagar una pregunta cruzo mi mente.





¿Debería llevarle el desayuno a Doyoung? Sería una buena forma de demostrar mi dinero. Aunque él fue grosero anoche ¿No debería él darme el desayuno?





Al final decidí llevarle lo mejor del lugar, no escatime en gastos, debía de admitir que el desayuno se veía mejor del que yo había tomado al salir del café no pude evitar cruzar miradas con una belleza de mujer que tenía delante, ella me sonrió y yo hice lo mismo. Al parecer el hablar con ella, intercambiar números y darnos uno que otro toque, llevo más tiempo del planeado. Cuando volví a la casa de Johnny, fui directamente a la habitación de Doyoung, toque un par de minutos la puerta, pero nadie atendía y eso me pareció extraño. Después de un corto debate decidí entrar, no había nadie en la cama y alrededor tampoco.




¿Estará en la ducha?





Sin mucho que hacer entre en el baño esperando encontrar alguna escena caliente, pero me encontré con nada, salí de regreso y me asome por la ventana.




¡BINGO!




El chico estaba nadando en la alberca y eso es algo que tenía que ver de cerca. Llegue a la alberca y él no parecía darse cuenta de mi presencia. No me podía quejar la vista era maravillosa, pero no podía negar que me encantaba ser el centro de atención donde estuviera y que él chico no se diera cuenta de mi atractiva presencia era molesto, de pronto el salió del agua dejándome ver su espalda totalmente descubierta, la linda curva que formaban su estrecha cintura y sus lindas caderas. Lo mejor de la vista era poder ver ese hermoso trasero suyo, me mordí el labio de solo imaginar las maravillas que podría hacer con él. El momento esperado llego, se dio la vuelta, su mirada se encontraba sorprendida de mi presencia y yo solo le dedique una sonrisa coqueta.





Es muy bueno actuando, sino supiera sus trucos seguro me creería su actuación de no verme y salir dejándome semejante vista.





- Buenos días, déjame decirte que nadas muy bien – me acercaba lentamente a él  viendo bajar gotas de agua por su torso. Envidiaba a esas gotas de agua



- Buenos días – al estar más cerca de él se hizo a un lado para tomar una polera blanca y ponérsela.





Esa fue una muy buena jugada de inocencia, el tratando de taparse cuando el agua en su cuerpo mojo toda la prenda dejándola casi transparente y así sus pezones marcarse más.





- Fui por café y de paso quise traerte el desayuno – le muestro la bolsa de comida que tenía en las manos. Él me miro a mí y a la bolsa por un tiempo, pero en vez de tomarla se peinó un poco el cabello con sus dedos 



- Te lo agradezco, pero ya son… - toma su celular -  Más de las 10 y yo ya desayune – pasa por mi lado poniéndose una toalla en la cabeza y antes de que se aleje más lo tomo del brazo



- ¿No crees que estas siendo muy grosero? Me tome la molestia de traerte el desayuno y tú solo lo vas a rechazar – él me miro y soltó un suspiro



- Y te lo agradezco, pero ya es muy tarde para desayunar y ya te dije que ya desayune – trata de separarse del agarre, pero lo tomo con un poco más de fuerza



- Entonces come  conmigo, me esforcé mucha tratando de traerlo rápido para ti y creo que lo mínimo que podemos hacer para no desperdiciarlo es comerlo los dos – suelta un suspiro



- Está bien, pero deberíamos entrar adentro… ¿Crees poder soltarme ahora? – miro el agarre y lo suelto. Camino detrás de él hacia adentro, nos dirigimos directo al comedor y él no decía nada



- Quería pedirte disculpas, ayer me porte de una manera muy grosera contigo y espero que este desayuno lo recompense – le sonrió mientras sacamos todo de la bolsa



- Yo también fui un poco grosero, creo que las copas se me subieron y lo lamento – toma el vaso de café y lo prueba – ¿Pediste café helado? – 





Bueno… tal vez no debí perder tanto tiempo coqueteando




- No, supongo que confundieron la orden – él solo asiente poco convencido – Estaba tan apurado por volver que no me fije si me dieron la orden correcta – le sonrió con la intensión de que mis hoyuelos le derritan el corazón, pero él no me presto ni la más mínima intensión



- Esta delicioso, gracias – dice mientras se lleva un pedazo de sándwich a la boca



- ¿Llevas mucho tiempo trabajando con mi primo? – no puedo dejar de mirarlo, era tan adorable verlo comer



- Algo así – dice encogiéndose de hombros



- ¿Y no has tenido problemas con tu salario? – él levanta la mirada confundido y con un cachete lleno de comida – Lo digo porque la empresa de mis tíos no siempre está estable económicamente – él me mira confundido y traga la comida que tenía en su boca



- Bueno, desde que llegue no he visto nada inestable a la empresa, supongo que John, la maneja bien después de todo –



- Eso es bueno supongo, en las múltiples empresas de mis padres nunca ha habido problemas de economía, siempre están a la alza – sonrió – Supongo que por eso mi familia tiene más dinero que la de mi primo – veo como detiene sus movimientos



- No creo que la economía de tu familia sea de mi interés, con tu permiso me retiro y gracias por la comida – se levanta del asiento y antes de irse lo tomo del brazo



- ¿Por qué te vas? –



- Necesito ir a secarme – Doyoung, trata de librarse y yo apretó el agarre – Suélteme –



- ¿Ya te he dicho lo hermoso que eres? – me acerco a su rostro para darle un beso, pero antes de que nuestros labios se toquen el me empuja y un lado de mi rostro arde - ¡¿Qué demonios pasa contigo?! –


Así que quiere hacerse el difícil


- Conmigo no pasa nada – se da la vuelta tratando de salir del comedor, guiado por la ira lo vuelvo a tomar y lo empujo contra la pared más cercana - ¿Qué demonios? –



- Claro que pasa algo, ¡Me golpeaste! – lo inmovilizo contra la pared, sus ojos enojados me miran fijamente – Nadie se atreve a golpearme sin sufrir alguna consecuencia – lo tomo del rostro - ¿Pensaste que dejaría pasar este accidente por tu bonito rostro? – él se sigue retorciendo



- Claro que no, tampoco espero que dejes pasar esto y no se vuelva  acercar a mí – lo miro confundido y eso no dura mucho debido al gran dolor que siento en mis partes bajas. Dolor que me hace caer al suelo



- Eres un... -



- No sé qué clase de persona seas, pero no me interesa entablar ninguna comunicación contigo y mucho menos algún contacto físico. Tampoco me interesa si tienes más dinero que John – trato de pararme, pero el dolor me lo impide y él solo sale del lugar.








Maldito chico con cara de conejo adorable, hare que me las pagues tarde o temprano.

COMPLICADO | JAEDOOnde histórias criam vida. Descubra agora