4

7.1K 971 893
                                    

Díaz

¿Tenés forros? ¿Querés que te lleve o comprás?

Pelotuda, no me lo voy a coger... no ahora a la primera —sonreí traviesa—. Coso, el chabon me dijo que venía ahora a las 16:30hs por ahí, el camión llegaba a las 17:00hs.

Ahogó un gritito que casi me deja sorda.

—¡Pará flaca, tengo el celular en el oído me lo acabas de dejar hecho pija!

Rió.

—Perdón, no seas trola dale tampoco tanto... bueno, y el Tori este... ¿es bueno? Corte, lo acabas de conocer, literalmente y ya sabe dónde vas a vivir.

Quedé estática, pensando en sus palabras.

—Ah, mal... ¡Boluda maaal! Que pelotuda de re mierda que soy la concha de la lora...

¡Pará pará! Que no cunda el pánico, yo te lo decía por las dudas... Seguro es buen pibe y hablé al pedo así que tranqui. ¡Igual me mandas mensaje, ¿Ok?! Te voy a mandar mensajes cada tanto para ver si seguís viva.

—Bueno, bueno... Seguro sale todo bien asi que tranqui. Sé donde se queda con su equipo y eso aparte viste que los extranjeros no son como acá... La mayor parte del tiempo.

Largó un sonido de garganta en forma positiva.

Toto... —repitió pensativo— ¿viste que tiene apodo de tincho? Corte "Toto" —remarcó.

Reí. Es posta.

—Se te hace más fácil acordarte del apodo que del nombre. Hace rato le dijiste Tori, nada que ver pelotuda —reí burlandome—, es Tooru.

¿Y vos como sabes que se pronuncia así? ¿Hiciste que el traductor te lo diga? —apreté mis labios. En cierto punto tenía razón... ¡Pero también porque lo escuché de él!

—¿No...? ¡Lo escuché de él cuando se presentó! Te cagué boludita.

Ajá... Claro, claro como digas __(tn).

—Toto: El tincho —reímos al escuchar la presentación—. Bueno te dejo, tengo que lavarme los dientes y esas boludeces.

Mmmm... Hoy es noche de sexo~ —empezó a cantar esa canción.

—¡No pelotuda, cortala! Ya te dije que no... Si pinta, pinta...

Y si no pinta lo haces pintar.

—Sofía... a veces sos una wachina jodida —suspiré cansada—. Bueno basta, chau. Me voy cuidatee.

Lo mismo wacha, pasala lindoo

Corté.

Que piba más pajera y pelotuda... ¡No voy a cogermelo ahora! Tampoco para tanto...

Estiré mi cuerpo quitándome toda la pachorra y fui directo al baño.

Miré mi pelo, cara y ropa. Estoy presentable, bien.

Tomé le cepillo y empecé con el ritual de la higiene como le digo yo.

—Que pelotuda —me reí de mi misma.

Escupí todo y limpié.

El timbre sonó.

—Ay concha, ay concha —susurré nerviosa, dirigiéndome al parlantito—. ¿Si...?

—Ehh, ¿__(tn)? Soy yo, Oika-Toto digo —rió nervioso.

—¡Sí, si! ¡Pasá! Puerta 114 —toqué el botón que daba acceso a la puerta del edificio.

—Ya sé, me lo dijiste por mensaje —recordó riendo.

¡Claro! Que pelotuda que soy, si presionó el timbre de mi puerta.

Mi estómago empezó a ponerse raro por los nervios. ¡Ni que fuera la primera vez que veo a un chico!

Agarré una botellita de agua que tenía en la heladera y me la tomé.

—Haa... mucho mejor.

La puerta fue tocada tres veces.

—Voy, voy —la abrí y le sonreí apenas lo vi. Me imitó—. Hola.

—Hola __(tn).

Me derrito... ¡Lo dijo tan suave y seductor! Mi cuerpo iba a estremecerse pero reaccioné justo a tiempo poniéndome a un lado y darle el paso.

—Permiso... —soltó al entrar. <<Sí, si pasá... ¿Te enseño mi cuarto?>> me dejé llevar por mis pensamientos. — Fua, re lindo depto te conseguiste.

—Sii, tuve una re suerte... Está un toque vacío pero...

—¿Un toque? Está re vacío —rió mirando todo el espacio—. Pero no por mucho —volteó su cara guiñando un ojo.

Tragué saliva y seguí admirando su hermosisima espalda.

•••
¡hola y adiós!

Argentoto || Oikawa Tooru Y Tú Where stories live. Discover now