2 |Los sueños de Hannah|

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HannahDía 1

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Hannah
Día 1

Mirrorball Taylor Swift

—¡Hannah, baja a desayunar!

Me incorporé mientras estrujaba mis ojos, cansada. Bostecé con pesar ya que tenía que levantarme, y siendo sincera, me sentía tan cómoda en la cama... sin embargo, y por desgracia, hoy tenía clases y no podía correr el riesgo de suspender otra vez un curso por faltas de asistencia.

Estaba en el último año de secundaria, aunque técnicamente debería estar ya en la universidad. Para resumir la historia, el año pasado habían pasado cosas que hicieron que perdiera el curso.

Entre ellas, la muerte de mi padre.

Fue una época dolorosa, llena de cambios y sin luz en el camino. Por un momento pensé en sumirme en la oscuridad, pero estaba ella. A quien no podía dejar sola, y por la única que quería luchar.

Mi madre...

Me puse mis pantuflas de vaquita y revisé el reloj, antes de bajar las escaleras y encontrarla con los ojos rojos. Me detuve abruptamente en la puerta cuando la vi limpiarse las lágrimas con rabia y apreté los labios, impotente.

Si solo pudiera hacer algo para calmar su dolor lo haría sin dudarlo.

Había estado llorando y no la culpo. El dolor, la angustia, el nudo en la garganta seguía ahí para mí también; Y, en realidad, no sabía si algún día podrían desaparecer por completo.

—Lo siento, es que... —Intentó explicarme, pero la interrumpí. Su cabello rojizo estaba recogido en una coleta alta despeinada y sus labios estaban hinchados.

—Tranquila, mamá. Estoy aquí para ti cuando lo necesites. —Sonreí como pude. Me acerqué a ella y la recibí con los brazos abiertos.

—Soñé con él anoche, se veía tan real. Por un momento, creí... —la escuché tragar saliva ruidosamente—. Creí que todo era una especie de pesadilla o broma pesada y que él seguía aquí.

Sabía que debía ser fuerte para ella, no podía dejar que algo me derrumbara porque ahora mismo era su único pilar, y verla a ella más rota de lo que estaba me dolería como el demonio. No me importaba tener que aguantar todo por mi sola y actuar como si todo estuviera bien. Yo la amaba de la manera más pura posible y haría todo para protegerla. Podía hacer hasta lo imposible por ella, sin importarme las consecuencias que traería más tarde.

Al final de todo éramos un equipo.

—Mamá, ¿acaso son para mí todos esos panqueques? —pregunté, cambiando de tema. Sabía que ella no me contaría más que eso y tampoco era como si me sintiera muy cómoda hablando del tema.

Ella empezó a reír y negó con la cabeza alejándose de mí mientras intentaba no soltar las lágrimas de nuevo.

—Solo piensas en comer. —Me atacó y sonreí.

Strangers ✔️Where stories live. Discover now