Capitulo 2

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—Que linda es Candy, ¿verdad tío? —dijo volteando a ver Terry - ¿Mañana podemos volver, tal vez la volvemos a ver? Si..si...di que si tío —comenzó a decir haciendo un pucherito..

—Mañana tenemos que ir  por el árbol de Navidad, ¿no recuerdas?

—Es verdad —dijo entristecida. Aunque de pronto el hecho de saber que pasaría la tarde adornando el árbol hizo que enseguida cambiara de expresión.

Al día siguiente y tras una mañana bastante divertida para la familia Grandchester,  fueron por el mejor árbol para adornar la casa. Terry decidió darse una vuelta por el centro comercial, aprovechando que su sobrina pasaría el resto de la tarde con su madre y su abuela adornando el árbol, para comprar el regalo para Melanie, aunque tenía la ilusión de volver a ver a esa duende que no sabía porqué, le había llamado tanto la atención. Y aunque pasó un rato paseando por donde Santa Claus seguía recibiendo a los pequeños, no tuvo la suerte de verla.

Salió del centro comercial con la muñeca que su querida sobrina había pedido por navidad, llevó el paquete al coche y decidió dar un paseo para despejarse. Aún era temprano, le encantaba pasar tiempo con su familia, aunque  en ocasiones se sentía incómodo. Todos disfrutaban de la compañía de sus parejas; sus padres, su hermana Ely con su marido Albert y su pequeña Melanie, y Rosemary, la hermana de Albert que siempre celebraba la navidad con ellos, acompañada de Vicent, su marido y su traviesos hijo Anthony quien era dos años mayor que su sobrina Melanie; verlos tan felices, juntos, compartiendo los momentos de adornar la casa entre besos robados y abrazos cariñosos, le hacía envidiarlos por no haber encontrado aún a la persona con la que quería compartir esos momentos...

Mientras paseaba ensimismado pensando en cómo sería tener su propia pareja, sentirse parte de alguien, poder disfrutar de su propia novia al calor de su familia, habia estado tan ocupado con sus pensamientis, que no supo como fue a dar a una cafetería...

Inmediatamente una sonrisa se dibujó en sus labios al verla. Candy estaba sentada en la terraza de la cafetería con un hermoso gorro, una gruesa bufanda bien amarradita a su cuello, un grueso abrigo y unos guantes, mientras leía un libro con una taza, de lo que imaginaba era chocolate caliente, delante de ella... ¿Cómo es qué no se sentaba dentro con el frío que hacía? —Se preguntaba...

Sin siquiera pensarlo caminó hacía ella, ni se molestó en pensar que tal vez estuviese acompañada, simplemente se dejó guiar por sus pasos que lo llevaron hacia ella...

—Mmmnn..."Un Papi para  Navidad"... —dijo con el ceño fruncido - Buen título para un libro, me pregunto si...¿sabe Santa Claus que una de sus duende se la pasa leyendo en lugar de trabajar? — se burló.

—¡Hello! , tio Terry, yo no odio la navidad! —Dijo Candy levantando la vista y enfocandola en unos hermosos  ojos azules. Terry rió al oírla y ella simuló una mueca de disgusto... —Además,  ya no soy una duende, ayer me despidieron.

—Oh, cuanto ... lo siento, ¿fue por nuestra culpa?, ¿llegaste tarde y por eso te despidieron?

—Oh, no no...  dijo regalándole una sonrisa —más bien por los celos de mi encargada; no le agradaba que yo acaparara la atención tanto de chicos como de mayores, se deshizo de mí simplemente —dijo de lo más tranquila.

—Pues eso es injusto, deberías demandarlos, es un despido injustificado en todo caso —le dijo haciendo uso de sus conocimientos....

—Oh, no, realmente era más un hobby para mí. No necesitaba ese empleo —le dijo para tranquilizarlo - ¿Y Melie, hoy no te acompaña? —le preguntó sonriente.

—No, hoy me abandonó, ha encontrado a un árbol más divertido que a su querido tío —le informó fingiendo estar dolido. Candy  se mordió el labio intentando reprimir la risa -¿Estás sola? —se atrevió a preguntar..

Trueque NavideñoWhere stories live. Discover now