Capitulo 3

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—Vamos, te prometo que será divertido, mi familia te encantará.

—¿En serio? —dijo sin pensarlo...

—Lo harán, nadie puede quedar inmune a tu encanto —le dijo Terry con una genuina sonrisa.

—Terry —se quejó ella..

—Ven conmigo, te prometo que en el instante en el que te encuentres incómoda, te saco de allí.

Candy lo miraba retorciéndose las manos sobre la mesa como acto nervioso.

—Te lo prometo —volvió a repetirle Terry pero esta vez se atrevió a tocar sus manos. De nuevo esa electrificarte sensación les golpeó de lleno, y una vez más los dos se miraron en el acto para luego bajar la mirada tímidamente hasta dejar de tocarse...

—¡Ay Dios!, esto será horrible —se quejó de pronto Candy mordiéndose el labio —pero esta bien, iré contigo y que sea lo que Dios quiera —susurró escondiendo su rostro entre sus manos..

—¡Sí! —exclamó Terry con una sonrisa de oreja a oreja...

—No puedo creer que vaya a ir - dijo realmente nerviosa.

—Dame un minuto, aviso que vamos ¿de acuerdo?

—No...no...espera...—dijo aún muerta de miedo...

—No te van a comer te los aseguro — sacó el movil y marcó a su casa.

—Mamá ....si, soy yo —dijo rodando los ojos - -que sí, que ya voy....— Candy no pudo evitar sonreír al oírlo — ¡ya quieres escucharme! —dijo Terry un poco más alterado.

—Terry —susurró Candy con el ceño fruncido al oirle hablar a su madre en ese tono

—Es que me desespera, no me deja hablar —se excusó de vuelta tapando el móvil. Candy volvió a morderse el labio tratando de reprimir otra sonrisa..

—Escúchame mamá, que si voy, de hecho ya vamos de camino — Candy rodó los ojos ante su mentira...—Si, he dicho vamos, por eso te llamaba, no te importa que lleve a una amiga , ¿verdad?

De nuevo Candy se retorció las manos expectante a la contestación de la madre.

—Gracias mamá, en quince minutos estamos allá —Cortó la llamada y miró a Candy —Listo, ya no te puedes echar a tras,  — le dijo con diversión.

—Dios, que no me arrepienta —musitó Candy mirando al techo. Terry rió ante su súplica.

— ¿Vamos? —le sugirió levantándose y dándole paso.

—Esta bien —susurró Candy y tomando una gran bocanada de aire se levantó, pasó por su lado y caminó hacia la puerta...

Durante el trayecto a la casa de Terry, éste no dejaba de hablarle de cualquier cosa, sabía que Candy estaba nerviosa y queria que se relajase. Y Candy  lo agradecía, pero en el momento en el que el coche aparcó frente a su casa, su estomago se contrajo provocándole cierto malestar.

Terry  salió del coche y corrió para abrirle la puerta, lo que realmente le sorprendió a Candy. Si no había bajado antes era porque verdaderamente se sentía ansiosa y buscaba algo más de tiempo para tranquilizarse.

—Vamos Candy, estás nerviosa —le dijo Terry algo preocupado al sujetar su mano para, ayudarla a bajar del coche.

—¡Uufff! —dejó escapar el aire Candy  y se pasó la mano nerviosamente por la frente antes de apretar sus labios - Yo...ahora no estoy segura...

—Tranquila, sé que ahora te sientes insegura, pero en serio que te caerán bien. Vamos..—la animó.

—Esta bien, pero...Terry, no me dejes sola — le pidió suplicante tomándole inconcientemente la mano. Terry la miró con ternura y apretó su mano en respuesta.

Trueque NavideñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora